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Nombre: Alforja Calasanz
Ubicación: Valencia, Malvarrosa, Spain

miércoles, noviembre 12, 2008

La santería

Marvin Heredia
Trabajo presentado en el ITAC
Noviembre de 2008

Es un sistema religioso de los afrocubanos. A la presencia de los esclavos en cuba llamados Lucumí, designada a los negros procedentes de Yoruba, y a esto se debe la presencia de tales creencias agrupadas por los afrocubanos en la santería.

La cultura afrocubana no tiene un rasgo homogéneo sino que dependen de la amalgama entre las tribus africanas aparecidas a causa de la esclavitud y en contacto con elementos culturales hispánico.

Del contacto entre religiones africanas y el catolicismo surgió una deidad novísima, consecuencia de las identidades entre las deidades africanas y los santos del panteón católico a la que se le dio el nombre del santo, y a la adoración que surgió de este se le llamó la santería.

Así, la santería en La Habana y en algunas localidades de la provincia de Matanzas, presenta una tendencia a conservar los rasgos yoruba, mientras que al este de la isla, en Santiago de Cuba y Guantánamo, se notan como los cultos que responden fundamentalmente a la influencia de creencias procedente del Congo, y la influencia yoruba, siempre manifestada en el tipo de creencia afrocubana.

Los otros rasgos, como las influencias llamadas Mayombe, brujería de congo palo; establecen precisamente la diferencia entre santería como un sistema religioso; y la brujería la cual expresa las formas de brujerías y echar brujería; que se observan en esos cultos; ya que los santeros, uno a los otros, se hacen acusaciones de trabajar la magia negra usando de formula Mayombe, el palo o la brujería de congo, cuyos elementos siempre responden a la brujería como un elemento maléfico.

Loa altares constituidos por entarimados de madera donde están montadas esculturas en yeso o madera de las vírgenes y santos católicos, las paredes de la habitación rodeadas de litografías de distintos santos.

En las urnas del altar, sacrificios monetarios, juguetes bélicos, el nombre de un enemigo escrito en un papel, a veces platos de comida, tabacos, candiles o pequeñas lumbres encendidas a la deidad afrocubana o santo.

La misma actitud del santo cuando desciende a la tierra para congratular a sus hijos; copia las actitudes de la deidad africana y el santo católico disuelta en la conformación de este Guardián metido en el cuerpo de orisha o deidad yoruba a la vez que un santo católico.
Un ejemplo del santo es San Lázaro, cuya identidad con Baba-lu-Ayé, se deba a las groseras litografías de donde el santo aparece sosteniéndose en muletas, el cuerpo llano de llagas leprosas y acompañado de un perro, al posesionarse de su hijo lo derrumba al suelo, haciéndolo mas tarde que anduviera realmente con muletas y el cuerpo de retuerce como si sufriera el dolor de las llagas en su cuerpo.

Santa Bárbara que equivale a Changó patrona de las tempestades y santa guerrera, se apodera de sus hijos simulando el rodar de los truenos en el espacio. Así todos sus seguidores ruedan dando vuelta por el suelo, asta que se incorporan, corren al altar del santo, tomando un manto rojo lo tercian a la espada, montan un caballo de madrea y tomando una espada simulaba en la misma forma, adoptan poses similares con garbo y gallardía, aunque a veces hablan en un tono afeminado.

La Virgen de La Caridad del Cobre, que responde al nombre de Oshun de la cultura yoruba, llamada Ochún en Cuba y estimada como una mulata de pelo lacio y hermoso como la propia imagen que está en el santuario del poblado de Cuba.

La santería en éxtasis tiene un pelo estirado y empapado en aceite, camina con pisadas largas, lleva los dedos a los ojos, y estirando la piel, los abre desmesuradamente mientras murmura; ofé, ofé, ofé, su conversación es locuaz y llena de eufemismos. Cada manifestación refleja detalles relacionados con la mitología yoruba, mitos católicos e interpretaciones de las litografías que han servido para realizar las identidades, sin olvidar la formidable influencia que los ritos y ceremonial tienen en la manifestación del santo.

Deidades de la santería afrocubana:

Olofín; conocido en algunos cultos como Olofi y Olordumante, expresan la idea suprema de Dios y son el padre y la madre del cielo y la tierra, respectivamente. Uno de sus caminos se llamado Odudúa, identificado con el Santísimo sacramento del Altar.

El panteón Lucumí, se refiere a Dios y al hijo del hombre que constituyen en lucumí una religión, a él se le pide paciencia, cordura y filosofía para luchar contra el medio.

Obatalá; Posee las cabezas. Este cargo la coloca en categoría de supervisora de las deidades, puesto que la cabeza es constituida como ángel guardián de las deidades.

Lengua Lucumí es orí; significa el control que tienen las deidades del intelecto humano, de la sabiduría

Baba-lu-ayé; correspondiente a San Lázaro, quien es el especialista en dermatología y amante de todas la mujeres.

Orúmbila; identificado con San Francisco de Asís; es médico de todas las identidades y poseedor de los oráculos del ekuelé, el dueño del mar, uno de lo caminos masculinos de Yemayá.

Ogún; Cuando viene por el camino de Aguanilli; es el dueño del monte, y cuando se le llama Agún de Arere, se entiende que es el dueño de los metales.

Agayú; llamado también Sola o Sholá, corresponde al patrón de la ciudad de La Habana, osea San Cristóbal, y tiene la posesión del río.

Oyá; esposa legítima del Changó y quien tiene bajo su albedrío a la Ikú (muerte) dueña del cementerio, reside en los sitios donde hay basura acumulada y en las botellas destapadas.

Inlé; es el dios de la economía agraria, reside en los agujeros y en las zanjas, y corresponde a San Rafael.

Los Obeyes; corresponden a los mártires católicos San Cosme y San Damián, corresponde a la deidad llamada Ibeji, la deidad de los gemelos.

Ochosi; cuya residencia es la cárcel, ha sido identificado con San Norberto.

Osun; corresponde al bastón de San Francisco y su imagen está representada por un gallo de metal descansando en un cono invertido.

Yeguá; corresponde a Nuestra Señora de los Desamparados, y goza de gran prestigio por su oráculo.

Maferefun; sin haber logrado su identidad, es una de las deidades maléficas del oráculo.


Hangó, Oshún y Yemayá, en el sistema de cultos lucumí, son considerados como los santos más importantes, y, de esta suerte, son los más populares, y cuentan con un gran número de seguidores.

No sólo entre los acólitos de los cultos afrocubanos esta trinidad tiene gran importancia y especial preponderancia, sino que gozan de una popularidad nacional; en especial la Virgen de la Caridad y la de Regla.
La primera, "aparecida milagrosamente", y la otra trasladada de España por los colonizadores, ambas viven en el alma del pueblo y son los santos más asequibles para la concesión de milagros y tomar partido en las desgracias y vicisitudes por las que atraviesa la gente.

Es muy posible que este arraigo en el pueblo, tenido por los mencionados santos y aparte de las características de identidad halladas por los esclavos para identificarlos con deidades yoruba que, indudablemente, gozaban del mismo arraigo en las localidades o pueblos de donde procedían, haya sido una de las causas fundamentales para que fueran colocadas en tan encumbrada y decisiva posición en los cultos afrocubanos, expresando, más o menos, el carácter de una Divina Trinidad conocida bajo el nombre de los niños de la Simpatía.

La Caridad

La Virgen De La Caridad del Cobre aparenta ser la imagen de la Virgen María extraviada por un cacique indio en los primeros días de la colonización, y más tarde, por aquel mismo período, aparecida bajo una tempestad para socorrer a tres pescadores, Juan y Rodrigo de Hoyos, dos hermanos indios, y un muchacho moreno y criollo llamado Juan Moreno.

La virgen aparecida parece que representa los la tres razas que en aquellos albores poblaban la Isla, y en otra versión representa el milagro de los tres infelices, era uno blanco, otro indio y el último negro.

Los Santos de Fundamento.

Llaman "Los Santos de Fundamento" o "Santos de entrada" en la Regla de Osha a los principales Orishas; Obatalá, Changó, Yemayá y Ochún, cuyas piedras sagradas son entregadas al neófito en la ceremonia de iniciación llamada el "Asiento".
Obélala.

Es el gran Orisha, heredero de Dios. Interviene en la creación. Una tradición considera que, cumpliendo las órdenes de Olodumare (Dios), hizo el género humano; otra precisa que Obatalá modeló los cuerpos y que Olodumare les insuflaba un alma y les ponía en la cabeza un Eledá, un espíritu protector; otra dice que por mandato de Olorún (Dios), hizo el mundo con un poco de arena. Condena las prácticas de hechicería, mientras que muchos Orishas, sobre todo las Orishas, tienen algo de brujería en sus leyendas, es el más puro de los Orishas. Su color (cada Orisha tiene un color propio) es el blanco de su piedras sagradas están envueltas en algodón. Es el único Orisha a quien Changó obedece y respeta.

Historia Santería

La Santería es una religión que tiene sus orígenes en la tribu Yoruba del África. Los Yorubas vivían en lo que se conoce hoy como Nigeria, a lo largo del Río Niger. En un tiempo tuvieron una poderosa y compleja estructura organizada en una serie de reinos, de los cuales el más importante era Benin. Este duró por 12 siglos hasta el 1896.

A finales del siglo XVIII y principios del XIX, los Yoruba pelearon una serie de guerras con sus vecinos y entre ellos. Estas peleas internas y los ataques externos llevaron a la caída y esclavización del pueblo Yoruba. Entre 1820 y 1840, la mayoría de los esclavos enviados desde Benin eran Yorubas. Estos esclavos fueron llevados a Cuba y al Brasil a trabajar en las plantaciones de azúcar. Los Yoruba pronto fueron llamados los "Lucumi", debido a su saludo "oluku mi", "mi amigo".

Las leyes españolas, al mismo tiempo que permitían la esclavitud, trataban de atenuar esa injusticia concediendo a los esclavos algunos derechos, al menos en teoría. Tenían derecho a propiedad privada, matrimonio y seguridad personal. También las leyes exigían que los esclavos fueran bautizados católicos como condición de su entrada legal a Las Indias.

La Iglesia trató de evangelizar a los negros lucumí pero las condiciones eran muy difíciles. Además de la escasez de sacerdotes, la injusticia de la esclavitud dificultaba que los lucumí comprendieran y aceptaran lo que se les enseñaba acerca de Dios. Las buenas almas que buscaban ayudarles y evangelizar eran de la misma raza que aquellos otros que les oprimían. El resultado fue que muchos aceptaron exteriormente las enseñanzas católicas mientras interiormente mantenían su antigua religión.

Con el triunfo de la revolución comunista en Cuba en 1959, más de un millón de cubanos se exilaron en otros países (principalmente en USA, en Miami, New York y Los Ángeles). Entre ellos habían santeros que propagaron la Santería en sus nuevos ambientes.
Santería: una religión pagana fruto del sincretismo Yoruba + Catolicismo.

En sus esfuerzos de esconder su religión africana y sus prácticas mágicas, los lucumís identificaron sus deidades africanas (orishas) con los santos del catolicismo, dando como resultado un sincretismo religioso conocido hoy como la Santería.

La Santería adora una fuerza central y creativa llamada Olodumare. De él procede todo lo que existe, y todo regresa a él. Olodumare se expresa a sí mismo en el mundo creado a través de Ashe. Ashe es la sangre de la vida cósmica, el poder de Olodumare hacia la vida, la fuerza y la justicia. Es una corriente divina que encuentra muchos canales de mayor o menor receptividad. Ashe es la base absoluta de la realidad.

Creen que la vida de cada persona viene ya determinada antes del nacimiento en Ile-Olofi, la casa de Dios en el cielo. Aquellos que no lo cumplen serán castigados por los orishas y deben reencarnarse hasta satisfacer el castigo.

Los Santos

Los católicos veneramos a los santos comprendiendo que son seres humanos que vivieron heroicamente su fe, murieron y están ahora en el cielo desde donde interceden por nosotros gracias a su participación en la gloria de Jesucristo.

Los santeros tomaron la figura de los santos más populares en Cuba pero para ellos ya no representa al santo sino a un orisha lucumí. Estos son dioses creados por Olodumare para manifestar su voluntad y su esencia en la creación. Estos son una personificación de Ashe. Los orishas también son los guías y protectores de la raza humana. Hicieron lo mismo con cada advocación de La Virgen Santísima conocida en Cuba.

La identificación del orisha con la figura del santo a menudo tiene que ver con las vestimentas o las razones por las que el santo o la Virgen es conocida. Así Santa Bárbara, vestida de rojo y con espada en las imágenes católicas (símbolos de su martirio), se identifica con el dios shangó, guerrero a quien se le atribuye la fuerza.

Un practicante de la Regla de Ocha (como se llama la religión en Cuba) no venera a Santa Barbara, La Virgen de Las Mercedes o La de la Caridad del Cobre, él le rinde tributo a Shangó, Obatala y Oshún, porque esos son sus orichas.

Tabla de orishas con su respectivo santo católico:

Según le esquema que sigue

Orisha (dioses)
Santo
Principio que se le atribuye

Agayu
San Cristóbal
Paternidad

Babaluaye
San Lázaro
Enfermedad

Eleggua
San Antonio de Padua
Abridor de caminos

Ibeji
San Cosme y San Damián
Niños

Inle
San Rafael
Medicina

Obatalá
Nuestra Señora de las Mercedes
Claridad

Ogún
San Pedro
Hierro

Olokún
Nuestra Señora de la Regla
Profundidad

Orula
San Francisco
Sabiduría, destino

Osanyín
San José
Hierbas

Oshosi
San Norberto
Caza y protección

Oshún
Nuestra Señora de la Caridad
Eros

Oya
Nuestra Señora de la Candelaria
Muerte

Shangó
Santa Bárbara
Fuerza

Yemayá
Nuestra Señora de Regla
Maternidad

Según la Santería, la vida de cada persona está supervisada por un santo (orisha) que toma parte activa su vida diaria. En la fiesta de su santo, la persona, debe asistir a misa y a las ceremonias de ese orisha.

La iniciación

Antes de la iniciación la persona debe recibir una "limpieza" para purificarse. La primera iniciación es la de los collares, conocidos como "elekes". Se entregan cinco collares que pertenecen a Eleggua, Obatalá, Shangó, Yemayá y Oshún y protegen del mal. Se espera que la persona respete a los orishas y se comporte con moral.

La jerarquía

No todos los practicantes de la Santería son santeros. Este nombre suele reservarse a los sacerdotes (omo-orishas) de la Santería a quienes acuden los creyentes para consultas y sacrificios.

La ceremonia en la que una persona se hace santo se llama "asiento". Se forma un vínculo entre el santero y un orisha. Después de haber recibido el "asiento" la persona puede ascender en la jerarquía de la Santería. Pasan entonces por el rito del cuchillo que les permite hacer sacrificios de animales.

Adivinación

Los sacerdotes de mayor jerarquía se llaman "babalaos". Hacen de adivinos de modo que si hay un caso muy difícil para el santero este acude al "babalao".

Las adivinaciones son para conocer el futuro o para descubrir alguna maldición o si a la persona se le ha pegado un espíritu maligno o bueno. En caso de espíritu maligno, el santero procede a hacer "limpieza". Si el espíritu es bueno, hay que reforzarlo. Para la adivinación los santeros utilizan diferentes formas de interpretar un oráculo.

1-Una cadena de medallones que el babalao tira sobre su mesa. El oráculo se lee de acuerdo a como caigan los medallones.
2-Una bandeja de madera llamada "ifa" sobre la que se echa un polvo (eyero-sun). Con un cuerno el babalao traza líneas y ceros para componer el oráculo. Se pretende descubrir la presencia de fuerzas en torno a la persona y la naturaleza buena o mala de ellas.
3-Un tipo de adivinación es el "ikin" en el que tres babalaos usan 16 cocos para hacer adivinaciones.

Los sacrificios (ebbo)

A los orishas hay que ofrecerles sacrificios ("ebbo") lo cual necesitan para vivir. Puede ser fruta, vela, comida, un sacrificio, etc. El orisha consume el ashe invisible liberado de los sacrificios a través de una consagración (palabras sagradas de dedicación).

Cada orisha tiene unas hierbas y animales que le gusta consumir y solo estas cosas que disfruta el orisha son las que se deben sacrificar. La sangre y las hierbas se vierten sobre piedras rituales que representan a cada orisha y que contienen la esencia espiritual de los orishas. Por eso la Santería requiere de tiendas llamadas "botánicas" donde se venden las hierbas y otros objetos de la religión.

Hay tres tipos de sacrificios de animales:

1-Para limpia de un malo una maldición
2- Al orisha pidiendo su asistencia
3- Para la ceremonia de iniciación en una de los órdenes de la Santería.

Antes de que un "ebbo" pueda ser ofrecido se debe invocar el "eggun" o "Eleggua", los cuales son los espíritus de los ancestros, ya sea de la persona o de la familia santera a la que pertenece. Eleggua es el orisha que lleva la ofrenda a los otros orishas y por eso debe honrársele primero.

Como entender la Santería

En los cinco años que fui capellán en la Ermita de la Virgen de la Caridad en Miami, tuve oportunidad de evangelizar a muchos santeros que venían pensando que visitaban al dios Oshún. Generalmente no tenían entendimiento de Jesucristo como Salvador, ni de la necesidad de conversión. Al no tener conocimiento de la revelación cristiana no veían conflicto entre ser católicos y santeros.

Las personas suelen entrar en la Santería buscando resolver un problema. Por ejemplo, una enfermedad, la infidelidad de un esposo, problemas económicos, etc. Se les ha dicho que el santero tiene contactos especiales con el mas allá y poco se preocupan si ese contacto es con Dios o con el demonio, con tal que les de resultado. En algunos casos, la persona ha tratado de resolver el problema recurriendo a Jesús y a Su Iglesia pero no les ha "funcionado". He escuchado muchos testimonios en que dicen haberlo probado todo antes de entrar en la Santería. No dudo que eventualmente sientan una experiencia de Dios, pero en la santería no encontrarán la revelación de Dios que nos ha dado todo Su amor en Su Hijo Jesucristo.

Una vez iniciado a la santería, se le dice que debe seguir para obtener mejores resultados. El santero va tomando control de la persona hasta que el miedo la gobierna. Se le dice que si se separa, algo muy malo va sucederle... El Santero se va convirtiendo en un personaje indispensable que domina toda la vida y del cual no hay salida. En esto es parecido a la relación con la mafia.

Es natural que se busque resolver problemas, pero el auténtico encuentro con Dios no se puede centrar sino en el amor de Dios y en hacer la voluntad de Dios por amor aunque requiera abrazar la cruz. Dios es un Padre bueno que nos dará la fuerza para llevarla. Esa confianza, aunque no comprendamos Sus designios, es la base de nuestra fe cristiana. La obediencia muchas veces requiere abrazar grandes problemas por amor.

Tras la conversión

Cuando ha aceptado salir de la santería, es necesario que se le exhorte a no guardar ningún amuleto ni artículo relacionado con la santería, ya que frecuentemente se sienten que no pueden soltarse del todo por miedo a castigos. Debe confesarse y se debe orar por el. Recomendamos que el sacerdote ore por liberación de cualquier espíritu maligno y le ayude a renovar su compromiso bautismal. Además la persona que sale de la santería necesita una catequesis completa y el apoyo para incorporarse a la comunidad cristiana.

Ante toda esta realidad de lo oculto, no podemos más que orar y sacrificarnos por todos aquellos que se encuentran atados y engañados por el demonio. Pidamos a la Santísima Virgen María que interceda por toda la humanidad trayendo las gracias de conversión a todos los hombres.

Adivinación es la predicción de cosas futuras u ocultas sin verdadero recurso a Dios. Se pretende desvelar lo que sólo Dios puede conocer. Algunos adivinos utilizan el nombre de Dios lo cual confunde a personas incautas.

Dios nos ha revelado algunas cosas sobre el futuro: Ej.: Habrá un juicio y después el cielo o el infierno, etc. Dios también nos da medios naturales, como la inteligencia, el estudio, la ciencia y recursos naturales para que nos preparemos responsablemente para el futuro. Pero al mismo tiempo sabemos que no podemos controlar nuestro porvenir pues está en manos de Dios. Debemos confiar en El como Padre infinitamente bueno. Confiamos en Dios y cooperamos con su gracia para hacer la parte que nos toca.

Sin embargo, el hombre, llevado por la soberbia o la ignorancia, quiere tenerlo todo bajo su control sin poner su confianza en Dios. Es por eso que busca conocimiento ilícito por caminos que están fuera de la revelación divina y fuera de los medios naturales que son lícitos. Va así en búsqueda de la adivinación.

La adivinación es una puerta para el demonio y quien la practica le da acceso a su alma. Hay también quienes hacen directamente un pacto con él.

¿Es la adivinación "telepatía"?

Medios utilizados para la adivinación

La evocación de muertos, uso de oráculos, consulta de horóscopos, de la astrología, la quiromancia (lectura de manos), la interpretación de presagios y de suertes, los fenómenos de visión, el recurso a "médium", cartas de tarot, la ouija (juego de la copa), el "libro rojo" y otras prácticas.
¿Quiénes utilizan la adivinación?
No solamente en la santería, la brujería, el espiritismo y la Nueva Era se encuentra la adivinación. También entre personas que se identifican como católicas y mezclan sus prácticas devotas con supersticiones y otras prácticas ajenas a la fe. A medida que se pierde o se confunde la Fe Católica, se populariza la adivinación.

Muchos recurren a la adivinación en momentos de crisis para buscar una solución a un grave problema. Otros se creen que solo es una broma, una curiosidad o lo hacen por la presión de un grupo. Debemos recordar que en la adivinación está en juego nuestra fidelidad a Dios. El enemigo está como león rugiente buscando a quién devorar.

Adivinación y la Biblia

Los adivinos eran muy importantes en otras religiones en tiempos del Antiguo Testamento: En Egipto (los magos del faraón); en Grecia (los sacerdotes de Apolo); en Roma, dependían de los auspicios. Por ejemplo:

Un relámpago que cayere de izquierda a derecha (favorable); de derecha a izquierda (desfavorable); los auspicios obtenidos de los pollos sagrados, etc.

El Pueblo de Israel, en muchas ocasiones, se tomó a la práctica de la adivinación y a la consulta de brujos, yendo así en contra de los mandatos de Dios. (Ez 13,18-19; 2 Cron 33,6; Jer 27,9)

La Brujería:

Es difícil distinguir claramente entre brujería, hechicería y magia... Estas prácticas utilizan medios ocultos (fuera de la revelación dada por Dios) para producir efectos mas allá de los poderes naturales del hombre. La brujería se adapta a los tiempos modernos y abunda aun en los libros populares para niños.

Prácticas de los Brujos

La brujería data desde los tiempos de la antigua Mesopotámica y Egipto. Así se demuestra la Biblia al igual que en otros antiguos escritos como el Código de Hammurabi (2000 a.C.).

No todos los brujos siguen las mismas prácticas Pero no es extraño que el brujo haga un pacto con espíritus, abjure a Cristo y los Sacramentos, haga rituales como parodias de la Santa Misa o de los oficios de la Iglesia, adoren al Príncipe de las Tinieblas y participan en aquelarres (reuniones de brujos donde hacen sus maledicencias). La brujería está relacionada con el satanismo.

En brujería y en la magia hay elementos comunes:

1-La realización de rituales o de gestos simbólicos.
2- El uso de sustancias y objetos materiales que tienen significado simbólico.
3- Pronunciamiento de un hechizo.
4- Una condición prescrita del que efectúa el rito.

La brujería consta de rituales para hacer sus hechizos (ejercer un maleficio o atadura sobre alguien), algunos de los cuales requieren hierbas particulares. También hay palabras de conjuro o hechizo que pueden ser escritas para obtener un mayor poder. Quién realiza el rito debe desear su propósito con todas sus fuerzas para obtener mayores efectos y algunas veces debe ayunar por 24 horas antes de realizar el rito para purificar el cuerpo.

¿Es real el poder de la brujería?

Puede ser real, pero en muchos casos puede ser también sugestión de la mente, es decir pura mentira. En ambos casos está actuando el demonio, príncipe de la mentira.

La Biblia, la enseñanza de los Padres de la Iglesia y la tradición no dejan lugar a dudas sobre el hecho que los seres humanos tienen la libertad para pactar con el diablo el cual tiene influencia en la tierra y en las actividades humanas. Por otro lado algunos Padres como San Jerónimo, pensaban que en muchos casos la brujería es sugestión de la mente.

La Biblia condena la brujería y la hechicería, no como falsas o fraudulentas, sino por ser una abominación: "A la hechicera no la dejarás con vida" (Éxodo 22,18; Ver también Deuteronomio 18,11-12). La narrativa de la visita del rey Saúl a la hechicera de Endor (I Reyes 28) demuestra que su evocación de Samuel fue real y tuvo efecto. En Levítico 20,27 se lee: "El hombre o la mujer en que haya espíritu de nigromante o adivino, morirá sin remedio: los lapidarán. Caerá su sangre sobre ellos". Está claro que en estos casos se trata de un espíritu adivino.

El Pueblo de Israel, en muchas ocasiones, se tornó a la práctica de la adivinación y a la consulta de brujos, yendo así en contra de los mandatos de Dios. (Ez 13:18-19; 2 Cron 33:6; Jer 27:9)

El demonio existe y entra en relación con aquellos que lo buscan.

Como recompensa a quién le ofrece culto, el demonio otorga poderes preternaturales para obtener poder, fama, dinero, influencia, es decir las cosas que desea la carne. Por medio de la brujería se puede llegar a lograr el éxito en el mundo profesional ya sea como artista, profesional, militar, político, etc. Estas personas pueden parecer muy atractivas y tener un gran don de ganarse a la gente hasta el punto de atraer grandes multitudes y convertirse en dioses para sus admiradores los cuales son capaces de hacer hasta lo irrazonable por sus ellos. Los poderes del mal pueden cegar las mentes y fanatizarlas portentosamente. La brujería no es mera superstición. El demonio ciertamente arrastra hacia su reino del mal a los que se involucran en ella y a sus aduladores. Si no hay arrepentimiento y conversión, el final será el infierno.

Qué hacer contra las brujerías

Al enterarse de que alguien le está haciendo un "trabajo" de brujería, muchas personas tienen miedo. Esto es lo que el quiere ya que por el miedo puede dominarnos. Debemos recordar que el demonio nada puede contra los que son fieles a Dios. Nuestro Padre Celestial es Todopoderoso y nos ama. El demonio sólo puede con aquellos que no confían en Dios y por falta de fe están espiritualmente débiles o muertos. Son como pollitos que se han alejado de la protección de la gallina y se exponen al gavilán. Por eso Jesús nos dice:

“¡Cuántas veces he querido reunir a tus hijos, como una gallina reúne a sus pollos bajo las alas, y no habéis querido!” (Mateo 23:37)

Quién está amenazado por brujerías que recurra al Señor por protección y no tema. Debe poner en Dios toda su confianza y practicar su fe, no por miedo a la brujería sino por convicción: acercarse a los sacramentos, la oración personal y pedir a los hermanos que oren por él. La gracia del Señor jamás faltará a quién la busque.

Jamás debemos ir a otro brujo para "defendernos". Eso sería caer en la trampa del demonio haciendo lo que él quiere: que desconfiemos de Dios para que recurramos a él.

Muchas veces las personas recurren a la brujería en momentos de desesperación, cuando creen que es el último recurso que les queda. En esos momentos vulnerables alguien les ofrece la brujería como una solución fácil. Como católicos jamás recurrimos a ningún medio espiritual fuera de Dios. Cuando pedimos la intercesión de los santos, por ejemplo, no buscamos una vía alterna sino que buscamos su ayuda tan solo y precisamente para mantenernos fieles al Señor como ellos lo hicieron. Hay dos familias: la de Dios y la del demonio. Cada uno recurre a los miembros de la suya. Pidamos a Dios que prefiramos morir antes de buscar algo del demonio.

La Reforma Protestante ante la caza de brujas.

Lucero, Calvino y sus seguidores acentuaron la creencia popular en el poder del demonio en la brujería y otras prácticas mágicas. Lutero, basado en su interpretación del mandamiento bíblico, abogó por la exterminación de las brujas. "La Historia del Pueblo Alemán" de Janssen, argumenta con muchas pruebas (capítulos IV y V, del último volumen -vol. XVI de la edición inglesa), que una gran responsabilidad por la caza de brujas recae en los Reformadores.

El código penal conocido como "Carolina" (1532), decretó que la hechicería debe ser tratada como una ofensa criminal en el imperio Alemán, y si causó daño a alguna persona la bruja debía ser quemada. Hubo mayor actividad de cacería de brujas en los distritos protestantes de Alemania que en las provincias católicas. Ejemplos de ello son Osnabruck y Wolfenbuttenl. En Osnabruck, en 1583, se quemaron 121 personas en tres meses. En Wolfenbuttenl en 1593 se llegaron a quemar hasta diez brujas en un día. Pero hasta el 1563 no se hizo una resistencia eficaz a la persecución, y fue a través de un protestante de Cleues, Juan Weyer. Se le unieron las protestas de Ewich y Witekind.

En el debate sobre las brujas había católicos y protestantes en ambos lados. Quizás la protesta más efectiva contra la caza de brujas fue la del jesuita, Friedrich von Spee, quién en 1631 publicó "Cautio criminalis".

Ejercer un maleficio sobre alguien por medio de prácticas supersticiosas o invocación al poder de espíritus o dioses.

Magia y hechicería: acciones por la que "se pretende domesticar potencias ocultas para ponerlas a su servicio y obtener un poder sobrenatural sobre el prójimo aunque sea para procurar la salud, son gravemente contrarias a la virtud de la religión. Estas prácticas son más condenables aún cuando van acompañadas de una intención de dañar a otro, recurran o no a la intervención de los demonios". - Catecismo de la Iglesia Católica 2117.

Distintos hechizos para conquistar:

Se deberá colocar un mechón de su propio pelo junto con la limadura de sus uñas en un pañuelo rojo. A continuación se incinerará el pañuelo en un recipiente de acero inoxidable. Mientras se proclama: "espíritus superiores, con el fuego denme el poder de despertar el amor y las pasión del ser elegido". Luego se esparcirán esas cenizas sobre la bebida de la persona elegida a) Antes de quedarse dormido mentalice a la persona amada y repita su nombre completo hacia atrás, tantas veces como sea posible, hasta quedarse dormido. b) Para que la relación sea duradera, elabore una pócima con pétalos de rosas rojas y jazmines.

Añádale tres gotas de agua de azahar y unas gotas de su perfume personal y utilice ese líquido para el baño de la persona amada. c) Mezclar ralladura de sus propias uñas sobre las pisadas recientes de la persona amada. d) Si desea que la relación con su amante sea cada vez mejor, cuando este se quede dormido úntele la palma de la mano con unas gotas de aceite de almizcle y acaricie suavemente su frente mientras deja que se deslicen por su mente los pensamientos mas adecuados a lo que desea de esa persona. e) Un conjuro de pasión para recuperar la pasión en el lecho se deberá conseguir una vela roja con forma de falo en la que se escribirá el nombre de la persona elegida, luego con las manos untadas con aceite de almizcle, se frotará la vela siete veces, y se la deberá pasar por el humo de un incienso de almizcle.

Luego se prenderá la vela una vez por día, dejando que se funda solamente unos centímetros, una vez que se termine de fundir, se deberán envolver los desechos en un pañuelo rojo y colocarlo debajo de la cama durante un mes.

La hechicería es practicada por algunas sectas, como también por personas sin religión específica, nueva era, etc.

Isaías advierte:

“No serán brasas para el pan ni llama ante la cual sentarse. Eso serán para ti tus hechiceros por los que te has fatigado desde tu juventud. Cada uno errará por su camino, y no habrá quien te salve”. (Isaías 47,11-15)

Magia: Arte o ciencia oculta con que se pretende producir, valiéndose de ciertos actos o palabras, o con la intervención de espíritus, genios o demonios, efectos o fenómenos extraordinarios, contrarios a las leyes naturales. -Diccionario de la Lengua Española

Magia y hechicería: prácticas por las que se pretende domesticar potencias ocultas para ponerlas a su servicio y obtener un poder sobrenatural sobre el prójimo -aunque sea para procurar la salud-, son gravemente contrarias a la virtud de la religión. Estas prácticas son más condenables aún cuando van acompañadas de una intención de dañar a otro, recurran o no a la intervención de los demonios.

La magia, utilizada para ejercer un maleficio, se llama "hechicería". Pero se debe aclarar que, aunque se pretenda distinguir entre "magia buena" (blanca) y "magia mala" (negra), en realidad, todo uso de magia ofende a Dios por ser una forma de idolatría. Por esa razón la magia está condenada por el Primer Mandamiento de Dios.

La magia busca sobrepasar las limitaciones de la naturaleza humana, el orden de la creación establecido por Dios y la autoridad de Dios. La magia pretende obtener poder sobre la creación y sobre la voluntad de otras personas por medio de la manipulación de lo sobrenatural. La magia tiene un concepto errado de la autoridad e intenta controlar por medio de poderes ocultos.

No hablamos aquí de la magia en cuanto a un juego de meros trucos, como los que hacía San Juan Bosco para atraer a los jóvenes. En ese caso todos sabían que se trataba de un juego ameno y no se pretendía otra cosa.

Lo que dice la Iglesia

Catecismo de la Iglesia Católica #2117, 2110,2116 y 2138)

Todas las prácticas de magia o de hechicería mediante las que se pretende domesticar potencias ocultas para ponerlas a su servicio y obtener un poder sobrenatural sobre el prójimo -aunque sea para procurar la salud-, son gravemente contrarias a la virtud de la religión.

Estas prácticas son más condenables aún cuando van acompañadas de una intención de dañar a otro, recurran o no a la intervención de los demonios. Llevar amuletos es también reprensible.

El espiritismo implica con frecuencia prácticas adivinatorias o mágicas. Por eso la Iglesia advierte a los fieles que se guarden de él. El recurso a las medicinas llamadas tradicionales no legítima ni la invocación de las potencias malignas, ni la explotación de la credulidad del prójimo.

Las Sectas satánicas.

Los grupos y los movimientos satánicos son, sin duda, muy diversos. Algunos están relacionados entre sí, otros no; ciertos grupos son desconocidos hasta para las mismas personas que frecuentan el ambiente satanista. Hay sectas cuya existencia es efímera o casi virtual; otras, con el tiempo, dejan de actuar o en algún caso continúan en forma oculta; algunas actúan públicamente, otras de modo secreto. Por otra parte, casi todas sufren cismas con mucha frecuencia, es decir, que un grupo se divide en uno o más troncos, los cuales a su vez se separan en otras ramas y así sucesivamente.

Los ritos, los símbolos y las prácticas satánicas.

Los ritos introducidos por cada secta se basan, muchas veces, en modificaciones aportadas a ritos preexistentes. De todos modos, en líneas generales se puede decir que los ritos satánicos sirven a los fines del celebrante y son un conjunto de gestos y de palabras orientados a provocar un cambio de las situaciones o acontecimientos que se considera que no se pueden obtener a través de medios o instrumentos comunes. Cuando por medio de tales ritos se pretende mandar una maldición o realizar algún hechizo, por ejemplo, con respecto a una persona concreta, se piensa que el mejor momento será por la noche, en un particular período de tiempo en el cual la persona está dormida (por ejemplo, dos horas antes de despertar); este es uno de los motivos por los cuales los ritos satánicos comienzan, en general, en las horas nocturnas; mientras que la elección de lugares precisos para realizarlos, dentro o fuera de la ciudad, probablemente depende de la posibilidad de organizar todo con cierta reserva y, en algunos casos, de la presencia en dicho lugar de cementerios o de iglesias desconsagradas. No se puede excluir que durante los ritos satánicos, algunos grupos lleguen a perpetrar actos de escarnio o profanación de cadáveres, violencias físicas incluso sobres menores y hasta homicidios rituales.

La agrupación en la cual se inspiran algunas sectas satánicas más recientes es la "Church Of. Satan", fundada en Estados Unidos en 1966 por Anton Szandor La Vey. El símbolo de esta secta es llamado sello de Baphomet o sea, la cabeza de un chivo dentro de un pentáculo invertido (estrella de cinco puntas boca abajo), inscrito en un círculo con cinco letras hebreas en el extremo de cada punta y todo esto, a su vez encerrado en otro círculo. La Vey es autor de tres libros, que constituyen un punto de referencia para el mundo satánico contemporáneo: The Satanic Bible, Complete Witch, Me Satanic Rituales. En este último se encuentran diversos ritos oficiados en latín, inglés francés y alemán.

El rito principal de todo grupo satanista, es decir, la misa negra, ha sido descrita por La Vey tanto en "The Satanic Bible" como en "The Satanic Rituals". Los diversos grupos satánicos introducen modificaciones respecto al rito aplicado por La Vey, quien lo ha establecido siguiendo el modelo de las más antiguas misas negras europeas, y que se inspira, entre otros, en los escritos del poeta francés Charles Baudelaire (1821-1867) y del escritor Charles Georges Huysmans (1848-1907).

El rito es oficiado por un celebrante, un diácono y un subdiácono; como instrumentos se usan algunos cirios un tentáculo invertido, un cáliz lleno de vino o de licor, una campanilla, una espada, un aspersorio o falo, y un crucifijo invertido; también se usa una Hostia auténticamente consagrada. El altar de la misa negra es una mujer desnuda y los participantes llevan vestidos negros con capucha. El rito imita, más o menos, el de la misa católica con las oraciones recitadas en latín, inglés y francés. Naturalmente, en lugar de invocar el nombre de Dios se invoca el de Satanás; se invocan nombres de diversos demonios; se recita el Padre nuestro en sentido contrario y negativo (padre nuestro que estás en el infierno); se lanzan invectivas contra Jesucristo, y la Hostia es profanada de varias maneras (utilizándola en prácticas sexuales, pisoteándola repetidamente con odio).

Las creencias satánicas

Las creencias satánicas pueden variar de uno a otro grupo. Por ejemplo, hay quien ve en Satanás un ser más o menos simbólico, expresión al mismo tiempo, de la trasgresión y del racionalismo; y en los ritos, una especie de psicodrama brutal que tiene por finalidad liberar al fiel de los condicionamientos religiosos, morales y culturales que provienen de su ambiente. Algunos satanistas que se reconocen en esta descripción afirman que «el Satanismo es una religión de la carne. Para el satanista la felicidad se debe encontrar aquí y ahora. No existe el cielo para ir después de la muerte y tampoco el infierno de fuego como castigo para el pecador». En cambio, hay quien ve en Satanás un ser real, príncipe de las tinieblas, al cual es posible dirigirse mediante rituales mágicos para obtener favores de diverso género. Y también quien ve en Satanás, particularmente en Lucifer, una figura positiva que se opone a la acción del Dios de la tradición judeo-cristiana, considerada negativa.

En general, es difícil dar una definición unívoca de las creencias a las que se refiere una determinada secta satánica. Por ejemplo, el satanismo introducido por la Vey, en algunos aspectos ve el mal como fuerza vital e impersonal, objeto de un culto - a través de rituales precisos- por medio del cual se pueden dominar las facultades destructivas propias de tal fuerza; por otro lado, resulta claro que La Vey, en algunos ritos -aunque en clave metafórica- se dirige al demonio como a un ser personal, creando, por lo tanto, la ambigüedad de fondo, que es típica del ambiente satanista. Se puede notar una ulterior contradicción en quien practica los absurdos rituales de la Church of Satan, en los cuales hay una precisa y virulenta contraposición al Evangelio, a la Iglesia y a su liturgia: si una persona no cree ni en Satanás, ni en Dios, ni en la Iglesia, ni en el Sacrificio eucarístico, no se ve por qué se deba empeñar tan fanáticamente en las misas negras.

La aproximación al ambiente del satanismo.

Algunos de los caminos por los cuales es más fácil entrar en contacto con un grupo satanista son: la frecuentación de ambientes esotéricos, mágicos y ocultistas hasta llegar a habituarse a las ideas y prácticas de los mismos, y al deseo de ir más allá para experimentar nuevas vías de conocimiento; la participación en reuniones espiritistas para la evocación de seres particulares, en las cuales no es difícil que se llegue a la invocación de espíritus demoníacos y donde se puede encontrar a quien participa también en ritos satánicos; el recurso a los magos para afrontar problemas de diverso género que, como muchas veces se prolongan en el tiempo, se trata de solucionar hasta con el recurso a la llamada magia negra, la cual casi inevitablemente introduce en el mundo de los ritos satánicos llevados a cabo por individuos o grupos más o menos organizados; la atracción idolátrica que se manifiesta con respecto a ciertos cantantes y grupos de música rock, a los cuales se permite -mediante el mensaje de sus canciones- blasfemar e invitar al suicidio, al homicidio, a la violencia, a la perversión sexual, al uso de droga, a la necrofilia y a la implicación en el satanismo.

Los motivos que llevan a la práctica de ritos satánicos son muy diversos y entre éstos podemos encontrar: la convicción de obtener ventajas materiales de diverso tipo, incluso con perjuicio para otras personas; la voluntad de «contestar» a la sociedad de modo excéntrico y transgresivo; una morbosa atracción hacia lo que es pavoroso y horrendo, tal vez dictada por el deseo inconsciente de exorcizar los propios miedos; la respuesta violenta a traumas, a veces sufridos en la infancia; la adquisición de poderes particulares que se cree que pueden obtenerse por medio de conocimientos ocultos y por la participación en determinados ritos; la satisfacción de desviaciones sexuales a través de experiencias inusuales, que tienen como base algo de oscuro y ritual.

Diversos problemas de la sociedad contemporánea contribuyen, ciertamente, a hacer que el terreno para la siembra satánica sea más fértil, y entre éstos encontramos: la soledad del individuo dentro de la masa impersonal y amorfa; el impacto con ambientes que denigran al cristianismo o que en su propia visión tratan de diluirlo; la disgregación de la familia a causa del debilitamiento o de la pérdida de la fe en Dios, único que puede darle amor, armonía y unidad.

Hay actitudes que, por así decirlo, «hacen el juego» al satanismo, porque más o menos conscientemente dan impulso a la difusión del mismo en la sociedad actual. La primera actitud es la de subestimar este fenómeno, considerándolo un hecho marginal, sin ninguna importancia o relevancia; una especie de juego de sociedad o de rol, cuya posible perversidad puede, de todos modos, ser socialmente tolerada.

Otra actitud, que podemos considerar como opuesta a la primera, es la sobre valoración del fenómeno, que se considera excesivamente difundido, viendo en los grupos satánicos organizaciones que siempre y en todas partes se dedican a actividades criminales (aunque no se tengan fundados elementos para hablar de crímenes cometidos por tales grupos) capaces de incidir en la sociedad de modo fuertemente peligroso y desestabilizador, con las posibles consecuencias de crear reacciones de fobia satanista o de caza al satanista.

Una tercera actitud es la que se puede definir corno fobia antisatanista, derivada de la difusión -casi como posición tomada- de una crítica excesiva y sistemática, algunas veces también infundada, a las organizaciones que se oponen al satanismo; se las ve como instituciones particularmente influyentes y en condiciones de inducir a conductas socialmente dañinas, aunque -o cuando- las mismas se colocan correctamente desde el punto de vista científico, cultural o religioso frente a ese fenómenos.

Falsos santos, Posición de la iglesia ante ellos.

¿Como saber si un difunto es verdaderamente un santo?
La certeza de la santidad de un difunto solo se tiene cuando este ha sido formalmente reconocido por la Iglesia por medio de un largo proceso llamado canonización. Sabemos que hay innumerables santos en el cielo que no han sido canonizados, es mas, podemos tener razones para pensar que un difunto esté en el cielo. Pero no podemos proponerlo como santo para veneración pública sin la canonización.

Cuando popularmente se tiene a un difunto como santo que no ha sido reconocido por la Iglesia, puede ser:

1-Que la gente acierte y mas tarde el difunto sea oficialmente reconocido por la Iglesia como santo. Ver: Canonización.
2-Que el difunto sea santo pero que nunca sea reconocido canónicamente.
3-Que la gente se equivoque lo cual puede causarles desvíos. La gente se identifica con quien tuvo luchas, sufrimientos y tragedias. Pero eso no es suficiente para ser santo.

Tampoco es suficiente para ser santo haber tenido algunas virtudes. Hace falta un heroico amor y fidelidad a Jesucristo a partir de la conversión. Si el corazón aun está atado a algún pecado grave no se vive en santidad. Hay difuntos populares que no dieron ejemplo de vida santa. La Iglesia prohíbe venerar públicamente en sus iglesias y capillas a difuntos no canonizados, porque no hay certeza de que sean santos.

La Iglesia solo proclama la santidad de unos pocos; después de un largo proceso de estudio y oración. Estos nos sirven de modelos y tenemos la confianza de que interceden por nosotros. La Iglesia no juzga el destino de la multitud restante de difuntos. Su misión es servir como madre para comunicarles la gracia y la vida de Cristo antes que mueran y rezar por ellos después. Pero no los declara ni santos ni condenados.

La santería, una realidad afro-cubana en el mundo.

The Santeria, an Afro-Cuban reality in the World.


Resumen General.

La santería es una práctica religiosa que tiene encumbrada en ella la realidad del catolicismo, nos da a conocer las divinidades de los afrocubanos, para tratar de ocultar su identidad y costumbre africana, de los poderes civiles de la iglesia católica en cuba.

Conclusión

La santería, se entiende como una religión afrocubana que llegó a esta tierra con el flujo de los esclavos traídos desde África, ellos con una forma muy inteligente para defender los dioses de su divinidad, mezclan su creencia con el catolicismo para no de perder toda una culto, esta cultura llena de coloridos, sacrificios y danza lleva a su practicante a la trascendencia de la experiencia religiosa presente ante quienes aceptan todo este ritual que viene de una cultura llena de tradiciones religiosas, África.

Tengo que reconocer que abrirse al entendimiento de esta religión me hace capaz de compartir una experiencia religiosa que sirve como identidad étnica de un pueblo que posee una riqueza de rasgos culturales, lingüísticos, costumbres y sobre todo, religiosa.

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