Día Mundial de la Alimentación
Dra. Elia Hernández Suárez
78, Navegar Juntos, 2aQ.X.08
En el año 1979, el día 16 de Octubre fue proclamado por la Conferencia de la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO), Día Mundial de la alimentación. El Día coincide con la fecha de fundación de la FAO en 1945 y la finalidad de este Día es la de concienciar a las poblaciones sobre el problema alimentario mundial y fortalecer la solidaridad en la lucha contra el hambre, la desnutrición y la pobreza.
El derecho a la alimentación es un derecho universal. Implica que toda persona – mujer, hombre o niño — debe tener acceso a alimentos en todo momento, o medios para procurárselos, que sean suficientes en términos de calidad, cantidad y variedad para satisfacer sus necesidades, que estén libres de sustancias nocivas y sean aceptables para su cultura. De conformidad con la Observación General 12, del Pacto Internacional de Derechos Económicos, Sociales y Culturales, las personas sólo tendrán derecho a recibir alimentos directamente del Estado cuando no sean capaces de satisfacer sus necesidades alimentarias por sus propios medios por motivos ajenos a su control, tales como edad, discapacidad, recesión económica, hambruna, catástrofe o discriminación. Esta definición parte de la base de que el hambre y la malnutrición se deben no sólo a la falta de disponibilidad de alimentos, sino también a la pobreza, las diferencias de rédito y la falta de acceso a la atención sanitaria, educación, agua limpia y condiciones de vida saludable. También se reconoce el principio de que todos los derechos humanos están interrelacionados y son interdependientes. Ello implica que el derecho a la alimentación no se puede aplicar al margen de otros derechos humanos, como el derecho a la educación, al trabajo, a la salud, a la libertad de asociación.
Desafortunadamente en México, la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos no reconoce de manera explícita el derecho a la alimentación; sin embargo, sí hay una mención al respecto en el artículo cuarto que señala: “Los niños y las niñas tienen derecho a la satisfacción de sus necesidades de alimentación, salud, educación…” Elevar a rango constitucional el derecho a la alimentación es por tanto, uno de los pendientes que en materia social tiene nuestro país.
De acuerdo con datos del Instituto Nacional de Estadística, Geografía e Informática (INEGI) más de la mitad de la niñez rural está desnutrida.
Anemia por deficiencia de hierro, déficit de nutrimentos, retardo en el crecimiento lineal, sobrepeso y obesidad, son las deficiencias nutricionales que se presentan con mayor frecuencia entre la población. Si bien existen diversos programas gubernamentales enfocados a la alimentación como Arranque Parejo en la Vida, Oportunidades, Los Programas de Abasto Social de Tortillas y de Leche, no se ha logrado evitar el carácter asistencialista de éstos, pues se centran en la entrega de despensas y ayuda monetaria a ciertos grupos, pero carecen de una Campo mexicano visión de largo plazo que prevengan situaciones de emergencia o desastre, programas de abastecimiento de alimentos o apoyo al agro. En ese sentido, hay que señalar que México no goza de soberanía alimentaria, pues más de 40 % de los alimentos que se consumen vienen del extranjero. Durante las dos últimas décadas los distintos gobiernos mexicanos han dejado al campo en un estado de indefensión frente a los grandes agroindustriales y las comercializadoras extranjeras. México viene enfrentando desde hace varias décadas un deterioro constante en las condiciones del sector agrícola que tienen un efecto negativo en la vida de los campesinos y campesinas y en los precios de los alimentos. Es hora de que el gobierno mexicano convierta al campo de nuestro país en un extraordinario granero para asegurar el derecho a la alimentación de los mexicanos.
Dra. Elia Hernández Suárez
Coordinadora de Bachillerato CECC
78, Navegar Juntos, 2aQ.X.08
En el año 1979, el día 16 de Octubre fue proclamado por la Conferencia de la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO), Día Mundial de la alimentación. El Día coincide con la fecha de fundación de la FAO en 1945 y la finalidad de este Día es la de concienciar a las poblaciones sobre el problema alimentario mundial y fortalecer la solidaridad en la lucha contra el hambre, la desnutrición y la pobreza.
El derecho a la alimentación es un derecho universal. Implica que toda persona – mujer, hombre o niño — debe tener acceso a alimentos en todo momento, o medios para procurárselos, que sean suficientes en términos de calidad, cantidad y variedad para satisfacer sus necesidades, que estén libres de sustancias nocivas y sean aceptables para su cultura. De conformidad con la Observación General 12, del Pacto Internacional de Derechos Económicos, Sociales y Culturales, las personas sólo tendrán derecho a recibir alimentos directamente del Estado cuando no sean capaces de satisfacer sus necesidades alimentarias por sus propios medios por motivos ajenos a su control, tales como edad, discapacidad, recesión económica, hambruna, catástrofe o discriminación. Esta definición parte de la base de que el hambre y la malnutrición se deben no sólo a la falta de disponibilidad de alimentos, sino también a la pobreza, las diferencias de rédito y la falta de acceso a la atención sanitaria, educación, agua limpia y condiciones de vida saludable. También se reconoce el principio de que todos los derechos humanos están interrelacionados y son interdependientes. Ello implica que el derecho a la alimentación no se puede aplicar al margen de otros derechos humanos, como el derecho a la educación, al trabajo, a la salud, a la libertad de asociación.
Desafortunadamente en México, la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos no reconoce de manera explícita el derecho a la alimentación; sin embargo, sí hay una mención al respecto en el artículo cuarto que señala: “Los niños y las niñas tienen derecho a la satisfacción de sus necesidades de alimentación, salud, educación…” Elevar a rango constitucional el derecho a la alimentación es por tanto, uno de los pendientes que en materia social tiene nuestro país.
De acuerdo con datos del Instituto Nacional de Estadística, Geografía e Informática (INEGI) más de la mitad de la niñez rural está desnutrida.
Anemia por deficiencia de hierro, déficit de nutrimentos, retardo en el crecimiento lineal, sobrepeso y obesidad, son las deficiencias nutricionales que se presentan con mayor frecuencia entre la población. Si bien existen diversos programas gubernamentales enfocados a la alimentación como Arranque Parejo en la Vida, Oportunidades, Los Programas de Abasto Social de Tortillas y de Leche, no se ha logrado evitar el carácter asistencialista de éstos, pues se centran en la entrega de despensas y ayuda monetaria a ciertos grupos, pero carecen de una Campo mexicano visión de largo plazo que prevengan situaciones de emergencia o desastre, programas de abastecimiento de alimentos o apoyo al agro. En ese sentido, hay que señalar que México no goza de soberanía alimentaria, pues más de 40 % de los alimentos que se consumen vienen del extranjero. Durante las dos últimas décadas los distintos gobiernos mexicanos han dejado al campo en un estado de indefensión frente a los grandes agroindustriales y las comercializadoras extranjeras. México viene enfrentando desde hace varias décadas un deterioro constante en las condiciones del sector agrícola que tienen un efecto negativo en la vida de los campesinos y campesinas y en los precios de los alimentos. Es hora de que el gobierno mexicano convierta al campo de nuestro país en un extraordinario granero para asegurar el derecho a la alimentación de los mexicanos.
Dra. Elia Hernández Suárez
Coordinadora de Bachillerato CECC
Etiquetas: Alimentación, Efemérides
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