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Nombre: Alforja Calasanz
Ubicación: Valencia, Malvarrosa, Spain

jueves, febrero 14, 2008

PADRE RAMON BARBERÁ FERRÍS (1917-2003)

CONMEMORANDO A FUNDADOR DEL CALASANZ EN NICARAGUA.
A CINCO AÑOS DE SU PARTIDA.

Por: José Julio Minguez Tortajada
Edición: Aldo Palacios.

Nuestro querido Padre. Ramón había nacido en Algemesí (Valencia, España) el día 17 de mayo de 1917, de familia muy cristiana. Las primeras letras las hizo con las Hermanas de la Caridad de Sta. Ana. Escribe el P. Ramón: «Antes de tener uso de razón, en el Preescolar, manifesté que quería ser sacerdote sin que nadie me lo hubiera insinuado».

Hizo su noviciado en Albarracín (Teruel,España) y su profesión simple el 22 de agosto de 1933. Cuando en 1936 se desató la guerra civil española, acababa de terminar su tercer año de los estudios filosófico-teológicos en Irache (Navarra). Como todos los jóvenes de su edad, fue reclutado e ingresó en el ejército nacional. Permaneció dos años en el frente de batalla como ayudante del médico de campaña con otro joven escolapio.

Terminada la guerra, el año 1940 siguió en Valencia los estudios de Teología con los Padres Dominicos.

El 4 de enero de 1942 recibió la ordenación sacerdotal.

El 31 de agosto de 1948, día de su onomástico, el P. Provincial le comunicó su nueva comunidad, León de Nicaragua. Se trataba de la primera fundación de nuestra provincia escolapia en Centroamérica. El Padre Ramón se integró a los seis escolapios de la nueva comunidad en 1949. La diócesis leonesa se llenó de gozo con los múltiples servicios pastorales y educativos de los Padres Escolapios. ¡Cómo se identificó el P. Ramón con los nicaragüenses! ... Su don de gentes, su sentido del humor, su capacidad de iniciativa, su contagioso optimismo, su tenacidad y su colaboración, fueron fundamentales. Hombre de fe, profundamente piadoso, de fácil palabra y capacidad de escucha, gozaba de una gracia especial de discernimiento a la hora de aconsejar e iluminar las situaciones difíciles.

Fue el alma de la revista «En marcha» del Colegio San Ramón y colaboró en el periódico diocesano «Los Hechos», que vivió en esta época un renacer extraordinario.

Muy preparado culturalmente, dio clases de Religión, Latín y Literatura Española en nuestros colegios de León y Managua.

Persona muy apreciada como educador y como sacerdote, fundó el escultismo y dirigió la primera tropa de «Boy Scouts», que llegó a ser uno de los grupos más vivos del país.

Asumió la dirección de los colegios de León y de Managua en diferentes períodos, con sumo aprecio de alumnos, ex-alumnos y padres de familia.

De 1960 a 1965 desempeñó la cátedra de Literatura Española de la Universidad Nacional de Nicaragua, con sede en León. En reconocimiento a su trabajo, docencia y gestión, el Ayuntamiento de León le otorgó la distinción de «Hijo predilecto» de la ciudad.

En 1968 fue elegido Presidente de la FENEC (Federación Nicaragüense de Enseñanza Católica).

En 1970 fue nombrado Vicario Provincial de Centroamérica. También, en el mismo año, miembro del Consejo Presbiteral de la Arquidiócesis de Managua.

El 23 de diciembre de 1972 se salvó de milagro del terremoto de Managua. Recuperado en España, fue elegido P. Provincial para el período 1973-1976 y reelegido para el 76-79. Tuvo un provincialato fecundo. Creó la oficina central de contabilidad, fundó la casa residencia del Centro de Orientación y Promoción Personal (COPP) y el Centro Vocacional Calasancio (CVC) de San José de Costa Rica. En Valencia España Levantó el nuevo colegio de la Malvarrosa y la Residencia para los ancianos escolapios.

Finalizado su segundo período de Provincial, regresó a Nicaragua y asumió el Rectorado y Dirección del Colegio de Managua, luchando a brazo partido para mantener la libertad de enseñanza contra las presiones políticas.

Por razones de salud retornó a España. Recuperado, aceptó el Rectorado del Colegio San Joaquín de Valencia (1988-1991). Y a continuación, el Rectorado y Titularidad del Colegio de la Malvarrosa (199 1-1999).

Acabado el Rectorado, durante el año 2000 siguió en la Residencia de la Malvarrosa. Colaboró con la Parroquia de la Preciosísima Sangre, acompañando a una de las comunidades neocatecumenales, como lo había hecho antes en la Parroquia de San José de Calasanz y en la de San Isidoro de Valencia.

Convencido de la santidad del Sacerdote Bruno Martínez, cuya Causa de Canonización se había iniciado en el Arzobispado de Managua y pasado después al de Valencia, aceptó el nombramiento de Vicepostulador y, con la publicación de la «Hoja informativa», dio a conocer su figura y la marcha del proceso. Llevado de su entusiasmo y, a pesar de la edad, se desplazó de Valencia a Managua cuantas veces fue necesario para el interrogatorio de testigos. A partir de estas declaraciones testificales y de los numerosos escritos del P. Bruno conservados, nos trazó una «Semblanza espiritual» de sus virtudes. Con gran gozo, vio coronados sus desvelos el 3 de Noviembre de 2001, en la Clausura de la Fase Diocesana del Proceso de Canonización.

Destacó como escritor fácil. Abundan artículos suyos en diferentes revistas, y publicaciones.

Se mostró siempre como verdadero sacerdote escolapio, enamorado de su vocación, plenamente realizado y dando gracias a Dios por su misión desbordante llena de gracias. Gozó de una gran capacidad de trabajo. Un tres de Febrero del 2003 nos sorprendió su partida hacia la eternidad.

Al tiempo que expresamos nuestra admiración por su figura, nos alegramos de que nuestro queridísimo P. Ramón haya entrado en la gloria de su Señor.

Con el agradecimiento a Aldo Palacios