J. A. Pagola: Un libro ejemplar sobre Jesús y el Evangelio
El libro de J. A. Pagola, Jesús. Aproximación histórica, PPC, Madrid 2007, ha sido quizá el fenómeno teológico más significativo del año 2007, en lengua castellana. Un libro denso y largo, más de 500 páginas, de fuerte lectura, del que se han vendido en medio año más de 20.000 ejemplares. Debe tener “algo especial” y así lo han visto Don Demetrio Fernández, obispo de Tarazona, y un grupo de teólogos, de gran peso oficial (D. J. Rico Pavés, D. J. A. Sayés y D. L. Argüello), que lo han condenado “por herético y arriano”, según declaraciones y estudios que recoge el boletín del Arzobispado de Tarazona
(http://www.diocesistarazona.org/abajo02.html),
comentadas ayer por J. M. Vidal en Periodista - digital
(http://www.periodistadigital.com/religion/object.php?o=813273).
Por eso quiero hoy comentarlo y lo haré como un libro se merece, es decir, analizando su intención y contenido, sin hablar de oídas o por aproximaciones.
Introducción
Tengo hace meses ese libro en mi mesa de trabajo, pero no he querido leerlo de corrido por una razón muy sencillo: conozco bien a Pagola, valoro su trabajo… pero, al mismo tiempo que su libro, salió también uno mío (Hijo de Hombre. Historia de Jesús Galileo, Tirant, Valencia 2007) y por higiene mental, cuando acabo de escribir un libro, guardo un tipo de cuaresma y dejo de leer y de escribir por unos meses sobre los temas de los que se ocupa. Eso me ha pasado con el libro de Pagola. Había comenzado a leer algunos de sus capítulos, cuando me ha llegado la noticia: ¡Quieren condenarle! He saltado como un resorte y me he dicho: ¡no puede ser! Pero así es, así lo dicen los trabajos de Mons. Fernández y de Rico, de Sayés y de Argüello, que quieren mandar a Pagola al infiernillo de los libros prohibidos, como en mis años de estudiando. He tomado el libro de inmediato y me he metido en su trama, diez horas seguidas, para decirme, para deciros: ¡Aupa Joshe Antonio, bravo Pagola, felicidades por tu libro, cuéntame como el lector 20.001 de tu obra, el primero de Enero del 2008!
Ahora recuerdo que no es cierto que no conociera la existencia de nubes amenazadoras. A mediados de diciembre había dirigido un retiro a los presbíteros de la zona del Arlanza, en Burgos. El arcipreste me dijo que Don J. A. Sayés había condenado el libro de Pagola. No le creí, pensé que eran bravatas de un bravo navarro afincado en Burgos y decidí pasar mis buenas navidades sin enterarme. Pero al volver he visto que era cierto. Sayés había publicado ya su crítica en Mercabá
http://www.mercaba.org/ARTICULOS/P/pagola_jesus.htm
y yo, pobre de mí, no me había ni enterado. Esto de vivir en Madrigalejo trae sus problemas, que no se entera uno de aquello lo que pasa.
Era cierto: Mons. Fernández con Rico, Sayés y Argüello quieren que se condene a Pagola. Uno es obispo, otro es Secretario de la Comisión Episcopal para la Doctrina de la Fe (Rico), otro teólogo famoso en Burgos (Sayés), otros es Vicario Episcopal de Valladolid (Argüello). Gente importante. En conjunto, ellos condenan a Pagola por hereje insidioso, por arriano, por hombre de poca Iglesia y mucha izquierda, por político o por poco enterado de los dogmas del catolicismo. La acusación que ellos lanzan es importante, hay que tomarla en serio. Pero es posible que hable más de los acusadores que de la teología y de la visión de Jesús que ha ofrecido en su libro J. A. Pagola.
En defensa del libro de Pagola
No necesitaba defensa, pero ahora quiero defenderle, exponiendo simplemente el contenido de su libro. No necesita mi defensa. Es más, entre las dudas que he tenido de presentar su libro en mi blog ha estado la sospecha de que mi aprobación o apoyo pudiera perjudicarle. Un "amigo" teólogo me dijo una vez: ¡No me apoyes, no escribas bien de mí, eso puede hacerme daño!. Sé que con Pagola eso no era cierto: él me ha mostrado siempre su respeto y incluso su amistad, en los tiempos buenos, y en los menos buenos. No necesita mi defensa, pero quiero defenderle desde aquello que yo sé y conozco mejor: El estudio de la Biblia. Por eso quiero mostrarle aquí mi admiración y he decido recoger y destacar los elementos básicos de su libro, mostrando su valor cristiano y su coherencia exegética.
Había leído varios de sus libros anteriores. He seguido domingo tras domingo sus explicaciones del evangelio en Eclesialia, he consultado muchas veces sus obritas en Idatz (sobre temas de vida cristiana) y nunca me ha decepcionado. He podido estar más o menos de acuerdo. Pero siempre he valorado su coherencia cristiana y humana, su espíritu evangélico. Más de una vez he comentado su vida y su trabajo, diciendo que él ha sido y es un don para la Iglesia. Pero sólo, ahora, tras haber visto su “condena” en el Boletín Episcopal de Tarazona, he leído de conjunto su libro sobre Jesús y he quedado otra vez admirado de su hondura y coherencia. Éste es mi juicio:
1.
Es un libro ejemplar, concebido y escrito como aproximación histórica a Jesús, en la línea de la primera tradición del evangelio. Trata, por tanto, de su historia kerigmática, en la línea de Marcos (y Pablo), desde el Bautismo por Juan hasta el mensaje de Pascua. Lógicamente, no se ocupa de su concepción, ni de su preexistencia, no expone, tampoco, la teología posterior de la Iglesia, tras Nicea, aunque en ningún momento la niega. Los que quieren condenar este libro de Pagola deberían ser consecuentes y condenar también el evangelio de Marcos. Sería lógica que lo expulsaran del canón de los libros sagrados.
2.
Es un evangelio, en el sentido radical de la palabra. No un libro de dogma (no lo niega ni discute), sino de anuncio de la Buena Nueva de la Misericordia de Dios, que se ha revelado y se ha hecho historia en la vida y el mensaje de Jesús. Ningún autor moderno que conozca – y conozco mucho de lo que se ha escrito sobre Jesús hasta el año 2006 – ha destacado con la fuerza de Pagola el carácter evangélico de Jesús, la Buena Noticia de su Palabra y de su Vida, al servicio del conocimiento de Dios y de la salvación de los hombres, especialmente de aquellos a quienes Jesús amaba: los más pobres y excluidos de la sociedad religiosa y civil de su tiempo. Quienes quieren condenar a Pagola deberían condenar también a los evangelios por ser lo que son, por no ser textos de dogmas.
3.
Es un compendio admirable de la investigación crítica sobre Jesús, tal como se ha realizado en los últimos cincuenta años, en Europa y América, tanto entre católicos como entre protestantes y judíos. Como he dicho, conozco un poco sobre el tema (como muestro en la bibliografía de mi libro sobre el Hijo de Hombre). Pero, al ver el libro de Pagola, y, sobre todo, al seguir sus explicaciones, con citas a pie de página, he visto que él lo sabe casi todo: Chapeau Pagola, txapeldún. Has hecho un milagro, José Antonio: has digerido y has puesto ante los lectores normales, no eruditos, la pirámide inmensa de estudios exegéticos e históricos sobre Jesús. Quien no haya leído lo que tú has leído, quien no haya hecho el esfuerzo de ofrecer a todos los mejores resultados de la investigación crítica sobre Jesús no tiene derecho a criticarte. A veces, yo te hubiera dicho: suelta lastre, no citas ya más, opina tú, que sabes bien lo que dices… Pero sigues y sigues citando a los maestros, asumiendo así, de forma práctica (¡no en pura teoría!) la aportación de la crítica histórica y literaria de la segunda mitad del siglo XX, para decir, al fin, que esa crítica es buena y que puede incluso ayudarnos a entender a Jesucristo. De esa forma has reconciliado una vez más a Jesús con la ciencia, como hizo Santo Tomás, como han hecho todos los buenos teólogos, a pesar de las críticas de algunos que tienen miedo de todo pensamiento.
4.
Es un libro muy bien organizado. No es sistemático (en el sentido abstracto), pero sí bien dividido y ordenado, siguiendo las diversas facetas y momentos de la vida y obra de Jesús como Judío de Galilea, Vecino de Nazaret, Buscador de Dios, Profeta del Reino, Sanador, Maestro, Creyente, Mártir, Resucitado etc. etc. No es una biografía lineal, que no puede escribirse, sino un conjunto de semblanzas, bien trabadas, siguiendo el orden básico de Marcos (de Galilea a Jerusalén, de Juan Bautista hasta el Calvario y la tumba vacía). De esa manera, cada uno de sus quince capítulos, con epílogo y anexos, puede leerse de un modo casi autónomo, sin agobio ni fatiga. Es un libro en quince libros, escrito con sencillez y soltura, para grandes intelectuales (con citas ejemplares, a pie de página) y para lectores sin formación especializada (en caja grande, en lenguaje comprensible). Es un libro que ayuda a leer y que nos permite entrar en el mundo inmenso de los estudios especializados sobre Jesús, sin miedo, con precisión (¡Bueno, José Antonio; alguna vez, ante el cúmulo de informaciones te pierdes un momento; por ejemplo, cuando citas varias veces mi Nueva Figura de Jesús y la pones en Salamanca y no en Estella… Algunas cosas de esas son inevitables. Ellas muestras que sigues siendo “humano” y que de humanos es errar en cosas menos importantes).
5.
Es un libro que vincula y condensa el aspecto social y religioso de Jesús…, el espiritual y el histórico, el personal y el social. A veces se ha dicho que los “liberadores” no son “piadosos”, ni los piadosos liberadores… Pues bien, la novedad del libro de Pagola es que es liberador, siendo piadoso, habla de Dios hablando de los pobres, habla de justicia tratando de la misericordia, habla de transformación económica ocupándose de la oración… En el centro del libro está la “sanación”, la experiencia del Jesús que cura y están, igualmente, las parábolas, la visión de un Jesús que nos abre los ojos para ver y entender… Ese es el tema, ver y entender, mirar y ensanchar el espíritu. Quien no sepa de parábolas, podrá condenarle, pero también condenaría a Jesús, porque no fue dogmático, sino parabólico. Yo me animaría a pedirles a los cuatro teólogos de Tarazona para que, después de haberse ocupado de Pagola, se ocupen de las parábolas de Jesús. Posiblemente, ellas tampoco responden del todo al dogma de cierta iglesia a la que dicen defender.
6.
No es un libro total, pero es un libro muy cristiano, muy católico, muy completo sobre la vida de Jesús. No quiere decir todo, no habla de Nicea, ni de la superación de Arrio; no habla de Ireneo, ni de los riesgos de los gnósticos… Pero de eso pueden deben escribir los que le condenan, Sayes y Rico, Fernández y Arguello, pues saben mucho de Arrio y de la gnosis… En esa línea, ya puestos a condenar, podrían haber condenado a casi toda la tradición pre-nicena y a gran parte de la post-nicena, por incompleta y poco precisa, según su punto de vista. Pero está bien que Marcos y Mateo estén en el canon; está bien que leamos a los Padres Apostólicos, con Ireneo y Orígenes.... Está bien que sigamos leyendo a Pagola y que el resto de los obispos y teólogos de España olviden las acusaciones del Boletín de la Diócesis de Tarazona.
Conclusión
Quiero terminar dándoles las gracias al obispo de Tarazona y a sus teólogos. Si no fuera por ellos no habría leído tan rápida y apasionadamente este libro de Pagola. No, sé, lo han hecho con esa intención, no sé si han querido dar propaganda al libro; pero a fe que lo han hecho y lo han hecho muy bien. Por eso, después de recomendar el libro de Pagola, recomiendo a todos los que tengan tiempo libre que lean también a sus acusadores en http://www.diocesistarazona.org/abajo02.html.
Aprenderán mucho de nuestra teología
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