TISMA
Yader Ignacio Barrera valdivia, pescador artesanal de Tisma, es uno de los que no cree en las promesas que los políticos hacen en las campañas electorales.
(LA PRENSA/ M. LORÍO.)
04 de julio de 2007
Pescadores tismeños buscan un presidente que cumpla. Dicen que ningún gobierno se ha interesado en ayudarles a mejorar sus condiciones de vida y tampoco dan mucha credibilidad a las promesas electorales, pero afirman que participarán en la escogencia del próximo gobernante y probarán suerte una vez más.
Miguel Flores
CORRESPONSAL / MASAYA
“Charco” afectado por arroceras y ganadería
Diego César Mendoza, formulador de proyectos de la Asociación de Ambientalistas de Nicaragua (Audubon), opina que los pescadores de Tisma deben hacer conciencia de su situación, y los gobernantes deben exponer una perspectiva de desarrollo con visión empresarial y no regalar nada.
Mendoza propone realizar un Plan de Manejo Ambiental del sistema lagunar, que contemple normar el uso de la tierra, el área de pesca y cacería, estudio del suelo, valorar la flora y la fauna terrestre y acuática.
Asegura que “el charco” se ve afectado con el drenaje de aguas residuales de las arroceras ubicadas en la zona, en un área aproximada de cinco mil hectáreas, además se ve afectada con fenoles, producto de la ganadería que trae como consecuencia la disminución del oxígeno en el agua y provoca la muerte de microorganismos, alimento principal de los peces.
“Todas esas condiciones merman la pesca y por ende las ganancias de los pescadores, por eso el nuevo gobierno debe normar el uso del humedal y las áreas de influencia”, propone Mendoza.
Afirma que los pescadores necesitan financiamiento para construir un centro de acopio con la capacidad de congelar y desviscerar los peces, de esa manera se podrá mejorar la comercialización y establecer contacto con empresas como Nicafish.
“Uno de los grandes problemas que tienen los pescadores artesanales es que no desvisceran ni desangran a los peces, si se hiciera tendrían mejores oportunidades de comercialización y mejoraría la calidad de la carne y sabor del producto, y convertiría a los tismeños en grandes potenciales en el comercio pesquero”, apunta.
Recomienda que las normas del plan de manejo disminuirían la ganadería y la agricultura en la zona, a través de barreras vivas, inducir a los pescadores a respetar el período de veda, respeto en el tamaño de captura, buen manejo de la pesca (desangrado y desviscerado).
“Si el Gobierno a través del Ministerio del Ambiente y Recursos Naturales (Marena) induce a mejorar la calidad en la producción, obviamente ayudará a los pescadores a insertarse a mejores mercados y obtener buenos precios”, propuso Mendoza.
La mayoría de los pescadores artesanales de Tisma aseguran que votarán en las próximas elecciones, a pesar de que resienten el abandono de los gobiernos de turno, pero que acuden a las urnas con la esperanza de un cambio real en el país.
Para ellos el denominador común de los candidatos presidenciales es que todos prometen y no cumplen.
Manuel Antonio Pichardo, pescador desde hace 14 años, sostiene que ningún político se preocupa por averiguar los problemas que enfrentan cuando buscan engancharse en la Presidencia. “Simplemente hacen sus promesas, aun sabiendo que no podrán cumplir”.
“Arnoldo Alemán, Enrique Bolaños y Daniel Ortega, ninguno de los tres se ha preocupado por nosotros y nos hicieron promesas falsas. Nuestro anhelo es que se mejore el país y salgamos de la pobreza, confiamos que algún presidente se acuerde de los pescadores artesanales tismeños, ya que ninguno lo ha hecho”, manifestó Pichardo.
PALABRA DE POLÍTICOS DEVALUADA.
A pesar del abandono, Pichardo piensa votar con la ilusión de un cambio, aunque ya no cree en la palabra de los políticos, pero sostiene que la esperanza es lo último que se pierde, “algún día harán algo para sacarnos de la pobreza”.
En Tisma unos 70 pescadores viven en el reparto Noel Morales, conocido como el barrio de los pescadores, todos asumen que en época de verano, de febrero a abril, ganan 200 córdobas en dos días, aunque a veces sólo reciben 100 córdobas por la venta de pescados, pero en mayo enfrentan crisis por la falta de peces y solo ganan unos 70 córdobas en dos días.
En invierno los peces escasean y los pescadores se la juegan y deciden irse a trabajar al campo en las tomateras, maizales, pipianeras y meloneras, en donde ganan 50 córdobas diariamente, 300 a la semana.
Yader Ignacio Barrera Valdivia tiene ocho años de ser pescador, explica que la pesca se hace difícil porque las aguas se ponen oscuras por el lodo y los peces escasean por eso se van a trabajar al campo.
La laguna de Tisma, conocida popularmente como “el charco de Tisma”, tiene un área de 168. 5 kilómetros cuadrados, que incluye pantanos, y se ubica a cinco kilómetros al este del casco urbano.
El espejo de agua de la laguna mide 10 kilómetros cuadrados, tiene una profundidad entre uno a seis metros, y en algunos lugares los pescadores por largas horas se meten al agua a la espera de capturar los peces.Es un área de obiposición de muchas especies (lugar que ocupan para el desove), es hábitat para especies como la tilapia, guapote y barbudo, antes llegaban a desovar el pez gaspar, pero ya no, porque los pescadores de San Miguelito, Granada y San Carlos los capturan.
En el casco urbano de Tisma venden a 20 córdobas cuatro pescados pequeños. La pesca artesanal se hace a través del tendido de chinchorros o redes sobre el agua, las que tienden por las noches, la extracción en verano puede durar unas 24 horas, mientras en invierno tardan hasta 48 horas para atrapar unos cuantos pescados.
En el municipio existen aproximadamente 400 pescadores artesanales y sus problemas radican en la falta de equipos, no tienen recursos económicos, en época de invierno tienen que recorrer largas distancias en rústicas canoas para poder pescar. La mayoría de ellos hacen hasta 12 horas de viaje hasta el sector de Puerto Díaz en Granada.
“Necesitamos chinchorros de plástico que cuestan 800 córdobas y a ese precio no tenemos la posibilidad de comprarlos, con ese material obtenemos pescados de hasta libra y media de peso y unos 15 centímetros de largo”, cuenta Barrera.
“Esperamos en las próximas elecciones ayuda económica o financiamiento, esa es la ilusión que tenemos de los nuevos gobernantes, por eso iré a votar y esperar no seguir en el abandono”, apuntó.
Asegura que pesca con materiales prestados, por ejemplo, un amigo le alquila su trasmallo y dividen las ganancias, si sólo llega a ganar 100 córdobas, tiene que darle 50 córdobas por el alquiler de las redes, a eso le llaman una pesca a medias.
SÓLO POR PRESIDENTE, DIPUTADOS NO
Su interés por votar lo hace sólo por elegir un nuevo Presidente, pero por diputados no, porque dice no sentirse representado, debido a que no han recibido ayuda de los tres diputados que se eligen en el departamento de Masaya.
Dice necesitar un bote de madera que tiene un valor de dos mil 200 córdobas y otros mil 600 córdobas en la compra de dos chinchorros, en total necesita unos seis mil córdobas para poder subsistir de la pesca.
QUIEREN FINANCIAMIENTO
William Harley, poblador de Tisma, mencionó que en Tisma existe el reparto Noel Morales, conocido como el barrio de pescadores, ahí hace un año se beneficiaron 650 personas con equipos de pesca, pero esa no es la solución, se deben buscar alternativas para que vayan reponiendo sus equipos y sigan trabajando.
“El próximo gobierno debe financiar a los pescadores con equipos de movilización como lanchas donde puedan alcanzar tres personas con motores de cuatro caballos de fuerza, actualmente lo hacen con canoas inseguras a punta de remos”, destacó Harley.
Sostiene que los pescadores trabajan de forma asociada, y necesitan unas 30 lanchas para solventar un poco los problemas de movilización, además recomienda implementar proyectos cofinanciados, donde el pescador pague con bajos intereses y puedan adquirir equipos de pesca.
Los pescadores caen en manos de los intermediarios, quienes pagan lo que quieren y se llevan el producto a comercializarlo al mercado de Masaya y el Mercado Oriental de Managua, una pequeña parte del guapote se utiliza para el consumo local. La producción diaria oscila en 300 libras de pescado, y se vende en la capital a 12 córdobas la libra.
A PROBAR SUERTE
Noel Pérez Matute tiene 10 años de ser comprador de pescado, asume que sus expectativas en las próximas elecciones se basan en buscar a alguien que ofrezca algo y cumpla las promesas, Pérez Matute está decidido a votar y nuevamente probar suerte, aunque después de las elecciones se decepciona al ver que no cumplen y pierde la fe.
“No es sólo el simple hecho de votar, porque si no voto me hago consentidor de las cosas malas que pasan en el país, votamos al azar para ver si hay cambios, necesitamos que apoyen con hechos y no palabras, queremos que mejoren las condiciones de vida y velen por el municipio, ya no creo, he perdido la confianza de esas promesas”, señala Pérez.
Explica que el pescado guapote mediano se consume en las comarcas, porque la gente pobre lo consume bastante, y muy pocos comercializan fuera del municipio debido a que no se obtienen pescados grandes.
Andrés Obando, acopiador de pescado, dice que espera que el nuevo gobierno les brinde apoyo con la creación de fuentes alternas de empleo, así como para la conformación de una cooperativa para mejorar la comercialización del pescado.
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