Imagen de Cuba I (O. Payá 17.XII.2002)
El Proyecto Varela
"Los cubanos no podemos, no sabemos y no queremos vivir sin Libertad"
Oswaldo Payá
(Discurso pronunciado en el Parlamento Europeo el 17 de Diciembre del 2002, con motivo de otorgársele el Premio Sajarov a la Libertad de Conciencia 2002)
El Proyecto Varela, promovido por cientos de cubanos bajo la dirección de Oswaldo Payá Sardiñas , es, sin duda, la iniciativa más exitosa de la oposición cubana en los últimos tiempos, quizás en la historia. Por primera vez, la dictadura militar que dirige el país se siente atrapada en sus propias contradicciones y a la defensiva por una iniciativa ciudadana que pide el derecho de votar los cambios deseados. Además está basada en la propia constitución cubana, a través de algunas de las "rendijas democráticas." que contiene sobre el papel
A continuación explicamos en detalle en qué consiste el Proyecto Varela y qué ha logrado
Si vas a Cuba, bájate trípticos explicativos, imprímelos y dáselos a los cubanos con los que te encuentres.
¿Qué es el Proyecto Varela?
El Proyecto Varela representa una alternativa de futuro. Es un proyecto de ley, promovido por ciudadanos desde dentro de Cuba, para que sean los propios cubanos los que decidan si realizar o no los cambios que Cuba necesita.
El Proyecto Varela recibe su nombre del padre Felix Varela y Morales, gran personalidad de la historia cubana, en especial por su defensa de los derechos del ciudadano y la abolición de la esclavitud.
El proyecto que lleva su nombre ha sido concebido en Cuba, por cubanos y para todos los cubanos.
¿Qué pide el Proyecto Varela?
El Proyecto Varela quiere mejorar el bienestar económico y moral de los cubanos, a través del reconocimiento de derechos y libertades que les corresponden y merecen. Derechos tanto políticos como económicos, para mejorar la penosa situación de pobreza en la que se encuentran, así como para que Cuba transite hacia la democracia. Este proyecto de ley propone un voto popular acerca de los siguientes aspectos:
Libertad de expresión y de prensa.
Libertad de asociación respeto a la diversidad de ideas presentes en nuestra sociedad, no todos pensamos igual y todos tenemos derecho a expresarnos y a crear organizaciones.
Amnistía para los presos políticos que no hayan atentado contra la vida de otras personas, abriendo más caminos para la reconciliación nacional.
Libertad económica para dar a los cubanos la posibilidad de prosperar y mejorar su economía a través de la creación de empresas privadas de los cubanos. Actualmente están humillados porque esto sea privilegio de los extranjeros. Asimismo, la libertad generaría una economía una economía mucho más eficiente y mayor bienestar para los cubanos.
Nueva Ley Electoral y Elecciones Libres. Que haya más de un candidato por puesto de diputado y se respete el pluralismo político.
¿Que ha logrado ya el Proyecto Varela?
Ha roto la cadena del miedo.
El Proyecto Varela ha logrado reunir las firmas de más de 25.000 cubanos de forma consciente y voluntaria. Estos miles de ciudadanos que viven en Cuba han dejado atrás su miedo y apoyado esta propuesta que, a pesar de ser legal, no ha sido publicada por el Gobierno.
Gracias a estas firmas, el Proyecto fue presentado a la Asamblea Nacional del Poder Popular el 10 de Mayo del 2002 y de nuevo, el 3 de Octubre del 2003. Por eso, además de ser legal, según la Constitución, es un proyecto de ley, al reunir más de 10.000 firmas en dos ocasiones.
Nadie puede explicar por qué los cubanos no pueden tener derechos a crear sus propias empresas y los extranjeros sí, ni a contratarse libremente, ni a asociarse libremente, ni a pensar y expresar sus ideas sin miedo a ser reprimidos y marginados. La Ley Electoral no permite a los cubanos elegir a cada uno de sus diputados entre varios candidatos y es una comisión de candidatura la que designa, como ahora, los 609 candidatos para los 609 puestos de diputados. Así los electores ni eligen, ni nominan a sus diputados y esto viola la Constitución. El Proyecto Varela contiene una ley electoral que garantiza el derecho constitucional a elecciones verdaderas y libres.
Más logros
El Proyecto Varela también ha logrado reconocimiento internacional de numerosos dirigentes políticos, sociales y religiosos del mundo, desde parlamentos iberoamericanos hasta la Unión Europea, pasando por presidentes de numerosos países como Vaclav Havel, José María Aznar, Vicente Fox, y muchos otros lideres mundiales. Durante su visita a Cuba, el ex-Presidente de los EEUU, Jimmy Carter lo nombró y alabó.
Aunque en Junio del 2002 mediante una llamada "Modificación Constitucional" se agregaron algunos párrafos a la Constitución, supuestamente para hacerla "irreformable" no se eliminaron los artículos en que se apoya legalmente el Proyecto Varela. Estos son entre otros, los siguientes artículos: Art. 1, Art. 88 g, Art. 53, 54 y 55 Art 41, 42 y 43, Art 9, Art 15, 16 y 17, Art 63 y 64, Art 68, Art 70 y 71, Art 23, Art 84, Art 131 al 136.
En todo el país continúa la recogida de firmas. El artículo 292 del mismo Código Penal cubano establece que comete un delito el que "impida u obstaculice que una persona dirija quejas o peticiones a las autoridades".
Pero lo más importante: el Proyecto Varela ha conseguido establecerse como la vía de cambios pacíficos que Cuba necesita.
Discurso de Oswaldo Payá al Recibir el Premio Sajarov
El opositor cubano de mayor relieve internacional en estos momentos, el ingeniero Oswaldo Payá Sardiñas, líder del Movimiento Cristiano Liberación y principal impulsor del Proyecto Varela, recibió el 17 de diciembre de 2002 el Premio Sarajov a la Libertad de Pensamiento que otorga el Parlamento Europeo.
El Proyecto Varela propone un referendo político para que los cubanos puedan decidir su destino en cuanto a las libertades de expresión y asociación, y el derecho a tener empresas privadas propias. También pide la liberación de prisioneros políticos y cambios en la ley electoral cubana, que actualmente sólo admite como legal al Partido Comunista. Los proponentes del Proyecto Varela presentaron el documento avalado por 11 mil firmas de cubanos, como exige la ley, a la oficialista Asamblea Nacional de Cuba, pero el gobierno de la isla ignoró la petición y puso en vigor un contraproyecto que establece que el sistema político y económico imperante en la isla es "irrevocable".
Las siguientes palabras fueron pronunciadas por Payá ante el Parlamento Europeo en ocasión de recibir el Premio Sajarov, el 17 de Diciembre de 2002 en Estrasburgo, Francia:
Gracias al señor presidente, Pat Cox, y a este Parlamento en el que están representados muchos pueblos de Europa.
Ustedes han concedido el premio Andrei Sajarov al pueblo de Cuba; digo al pueblo cubano porque es el gran merecedor de este reconocimiento. Lo digo sin excluir a ninguno de mis compatriotas, sea cual sea su posición política, porque los derechos no tienen color político, ni de raza, ni de cultura. Tampoco las dictaduras tienen color político, no son de derecha ni de izquierda, son sólo dictaduras. En mi país hay miles de hombres y mujeres que luchan por los derechos de todos los cubanos en medio de la persecución. Cientos de ellos están presos sólo por proclamar y defender estos derechos, por lo que yo recibo este reconocimiento en su nombre.
Digo que este premio es para todos los cubanos porque entiendo que, con este premio, Europa quiere decirles: "Ustedes también tienen derecho a los derechos''.
De esto siempre estuvimos convencidos, pero hubo etapas en las que parecía que esa verdad no era tan evidente para muchos en el mundo.
No vengo aquí a pedir apoyo para la oposición al gobierno cubano, ni a condenar a los que nos persiguen. No es una ayuda para Cuba que algunos en el mundo tomen partido por el gobierno cubano o por los que se le oponen, a partir de posiciones ideológicas. Nosotros queremos que se tome posición a favor del pueblo cubano, con todos los cubanos. Y eso significa apoyar el respeto a todos sus derechos, apoyar la apertura, apoyar la demanda de que se consulte a nuestro pueblo en las urnas sobre los cambios que estamos demandando. Pedimos la solidaridad para que se le dé la voz a nuestro pueblo en las urnas, como lo propone el Proyecto Varela.
Muchos han relacionado este premio con el Proyecto Varela, y tienen razón, porque los miles de cubanos que, en medio de la represión han firmado esa petición de referéndum, están haciendo una contribución decisiva a los cambios que Cuba necesita. Estos cambios significarían participación en la vida económica y cultural, significarían derechos políticos y civiles y reconciliación nacional. Ese sería el verdadero ejercicio de la autodeterminación de nuestro pueblo. Debe terminar el mito de que los cubanos tenemos que vivir sin derechos para sostener la independencia y soberanía de nuestro país.
El padre Félix Varela nos enseñó que la independencia y la soberanía nacional son inseparables del ejercicio de los derechos fundamentales. Los cubanos que viven en Cuba y en la diáspora, como un solo pueblo, tenemos la voluntad y las capacidades para construir una sociedad democrática, justa y libre, sin odios ni revanchas y como lo soñó José Martí: "Con todos y para el bien de todos''.
No hemos escogido el camino pacífico como una táctica, sino porque es inseparable de la meta de nuestro pueblo. La experiencia nos dice que la violencia genera más violencia y que cuando los cambios políticos se realizan por esa vía se llega a nuevas formas de opresión e injusticia.
Queremos que nunca más la violencia y la fuerza sean vías para superar crisis o gobiernos injustos. Esta vez realizaremos los cambios mediante este movimiento cívico que ya está abriendo una nueva etapa en la historia de Cuba, en la que prevalecerá el diálogo, la participación democrática y la solidaridad. Así construiremos una paz verdadera.
Los héroes luchadores cívicos cubanos, los ciudadanos que firman el Proyecto Varela, no tienen armas en las manos. No tenemos un brazo armado. Tenemos los dos brazos extendidos, ofreciéndoles las manos a todos los cubanos, como hermanos, y a todos los pueblos del mundo. La primera victoria que podemos proclamar es que no tenemos odio en el corazón.Por eso decimos a quien nos persigue y a los que tratan de dominarnos: tú eres mi hermano, yo no te odio, pero ya no me vas a dominar por el miedo, no quiero imponer mi verdad, ni que me impongas la tuya, vamos juntos a buscar la verdad. Esa es la liberación que estamos proclamando.
Todavía hay quien sostiene el mito de la disyuntiva entre los derechos políticos y civiles, por una parte, y la capacidad de una sociedad para construir la justicia social y lograr el desarrollo, por otra. No son excluyentes. La ausencia de derechos civiles y políticos en Cuba ha tenido graves consecuencias como la desigualdad, la pobreza de la mayoría, los privilegios de una minoría, el deterioro de algunos servicios, aun cuando éstos están concebidos como sistemas humanos y positivos.
De esta manera, aunque muchos cubanos han trabajado durante años con amor y buena fe, hoy existe una grave situación en materia de derechos civiles y políticos, además de una creciente desigualdad y deterioro de la calidad de vida para las mayorías. Inclusive se les atan las manos a los ciudadanos, neutralizando las inmensas potencialidades de creatividad y laboriosidad de los cubanos. Esa es la principal causa de nuestra pobreza. No se puede justificar esta realidad afirmando que el pueblo cubano escogió libremente este sistema.
Ustedes saben que ningún pueblo de los representados en este Parlamento, ni ningún pueblo en el mundo, renunciaría jamás al ejercicio de sus derechos fundamentales. Cada vez se demuestra más que el bienestar y el progreso en materia económica y social son frutos del ejercicio de los derechos. De igual manera, una democracia no es verdadera o no es completa si no es capaz de iniciar y sostener un proceso de elevación de la calidad de vida de todas las personas. Porque tampoco ningún pueblo ejerce su voto libremente para optar por la pobreza y la desigualdad que reduzca a las multitudes a una situación de desventaja y marginación.
Nuestros pueblos latinoamericanos están reclamando la democracia real que es aquélla en la que se puede construir la justicia. Es escandaloso que en nombre de la eficacia se apliquen métodos que pretenden superar crisis y acabar con la pobreza, pero que, en la práctica, amenazan con aniquilar a los pobres.
No pretendo anunciar nuevas posiciones o modelos, pero nuestro pueblo ha vivido y sufrido diversos sistemas políticos y económicos. Hoy sabemos que cualquier método o modelo que, en una supuesta búsqueda de la justicia, el desarrollo o la eficacia, se sitúe por encima de la persona o anule cualquiera de los derechos fundamentales conduce a alguna forma de opresión, a la exclusión, y sumerge a los pueblos en la calamidad.
Queremos expresar desde aquí nuestra solidaridad con todos los que sufren cualquier forma de opresión y de injusticia, con los que están silenciados y marginados en el mundo. La causa de los derechos humanos es una sola, como una sola es la humanidad. Si hoy se habla de globalización, anunciamos y denunciamos que si no se globaliza la solidaridad no sólo peligran los derechos humanos, sino el derecho a seguir siendo humanos. Sin solidaridad humana tampoco conservaremos un mundo limpio donde siga siendo posible la vida para los seres humanos.
Por eso, humildemente creo que más que nuevos modelos, tanto en las sociedades como en las relaciones entre los países, lo que se necesita es un nuevo espíritu. Este nuevo espíritu debe expresarse en la solidaridad, la cooperación y la justicia en las relaciones entre los países y no será un freno al desarrollo. Porque si se subordinan las políticas y los modelos a la realización de la persona, a la construcción de la justicia y la democracia, si se humanizan las políticas, entonces se superarán los abismos que separan a los pueblos y seremos una verdadera familia humana.
Llegue desde Cuba nuestro mensaje de paz y solidaridad a todos los pueblos. Todos los cubanos reciben este premio con dignidad y proclamando nuestra esperanza de reconstruir nuestra sociedad con el amor de todos, como hermanos, como hijos de Dios. Los cubanos somos sencillos y sólo queremos vivir en paz y progresar con nuestro trabajo, pero no podemos, no sabemos y no queremos vivir sin libertad.
Ante el Señor de la historia, que fue acostado en un humilde pesebre, depositamos este homenaje, y nuestras esperanzas.
Gracias y feliz Navidad.
(La Asamblea, de pie, aplaude al orador.)
http://www.solidaridadconcuba.com/oswaldo/oswaldo.asp
"Los cubanos no podemos, no sabemos y no queremos vivir sin Libertad"
Oswaldo Payá
(Discurso pronunciado en el Parlamento Europeo el 17 de Diciembre del 2002, con motivo de otorgársele el Premio Sajarov a la Libertad de Conciencia 2002)
El Proyecto Varela, promovido por cientos de cubanos bajo la dirección de Oswaldo Payá Sardiñas , es, sin duda, la iniciativa más exitosa de la oposición cubana en los últimos tiempos, quizás en la historia. Por primera vez, la dictadura militar que dirige el país se siente atrapada en sus propias contradicciones y a la defensiva por una iniciativa ciudadana que pide el derecho de votar los cambios deseados. Además está basada en la propia constitución cubana, a través de algunas de las "rendijas democráticas." que contiene sobre el papel
A continuación explicamos en detalle en qué consiste el Proyecto Varela y qué ha logrado
Si vas a Cuba, bájate trípticos explicativos, imprímelos y dáselos a los cubanos con los que te encuentres.
¿Qué es el Proyecto Varela?
El Proyecto Varela representa una alternativa de futuro. Es un proyecto de ley, promovido por ciudadanos desde dentro de Cuba, para que sean los propios cubanos los que decidan si realizar o no los cambios que Cuba necesita.
El Proyecto Varela recibe su nombre del padre Felix Varela y Morales, gran personalidad de la historia cubana, en especial por su defensa de los derechos del ciudadano y la abolición de la esclavitud.
El proyecto que lleva su nombre ha sido concebido en Cuba, por cubanos y para todos los cubanos.
¿Qué pide el Proyecto Varela?
El Proyecto Varela quiere mejorar el bienestar económico y moral de los cubanos, a través del reconocimiento de derechos y libertades que les corresponden y merecen. Derechos tanto políticos como económicos, para mejorar la penosa situación de pobreza en la que se encuentran, así como para que Cuba transite hacia la democracia. Este proyecto de ley propone un voto popular acerca de los siguientes aspectos:
Libertad de expresión y de prensa.
Libertad de asociación respeto a la diversidad de ideas presentes en nuestra sociedad, no todos pensamos igual y todos tenemos derecho a expresarnos y a crear organizaciones.
Amnistía para los presos políticos que no hayan atentado contra la vida de otras personas, abriendo más caminos para la reconciliación nacional.
Libertad económica para dar a los cubanos la posibilidad de prosperar y mejorar su economía a través de la creación de empresas privadas de los cubanos. Actualmente están humillados porque esto sea privilegio de los extranjeros. Asimismo, la libertad generaría una economía una economía mucho más eficiente y mayor bienestar para los cubanos.
Nueva Ley Electoral y Elecciones Libres. Que haya más de un candidato por puesto de diputado y se respete el pluralismo político.
¿Que ha logrado ya el Proyecto Varela?
Ha roto la cadena del miedo.
El Proyecto Varela ha logrado reunir las firmas de más de 25.000 cubanos de forma consciente y voluntaria. Estos miles de ciudadanos que viven en Cuba han dejado atrás su miedo y apoyado esta propuesta que, a pesar de ser legal, no ha sido publicada por el Gobierno.
Gracias a estas firmas, el Proyecto fue presentado a la Asamblea Nacional del Poder Popular el 10 de Mayo del 2002 y de nuevo, el 3 de Octubre del 2003. Por eso, además de ser legal, según la Constitución, es un proyecto de ley, al reunir más de 10.000 firmas en dos ocasiones.
Nadie puede explicar por qué los cubanos no pueden tener derechos a crear sus propias empresas y los extranjeros sí, ni a contratarse libremente, ni a asociarse libremente, ni a pensar y expresar sus ideas sin miedo a ser reprimidos y marginados. La Ley Electoral no permite a los cubanos elegir a cada uno de sus diputados entre varios candidatos y es una comisión de candidatura la que designa, como ahora, los 609 candidatos para los 609 puestos de diputados. Así los electores ni eligen, ni nominan a sus diputados y esto viola la Constitución. El Proyecto Varela contiene una ley electoral que garantiza el derecho constitucional a elecciones verdaderas y libres.
Más logros
El Proyecto Varela también ha logrado reconocimiento internacional de numerosos dirigentes políticos, sociales y religiosos del mundo, desde parlamentos iberoamericanos hasta la Unión Europea, pasando por presidentes de numerosos países como Vaclav Havel, José María Aznar, Vicente Fox, y muchos otros lideres mundiales. Durante su visita a Cuba, el ex-Presidente de los EEUU, Jimmy Carter lo nombró y alabó.
Aunque en Junio del 2002 mediante una llamada "Modificación Constitucional" se agregaron algunos párrafos a la Constitución, supuestamente para hacerla "irreformable" no se eliminaron los artículos en que se apoya legalmente el Proyecto Varela. Estos son entre otros, los siguientes artículos: Art. 1, Art. 88 g, Art. 53, 54 y 55 Art 41, 42 y 43, Art 9, Art 15, 16 y 17, Art 63 y 64, Art 68, Art 70 y 71, Art 23, Art 84, Art 131 al 136.
En todo el país continúa la recogida de firmas. El artículo 292 del mismo Código Penal cubano establece que comete un delito el que "impida u obstaculice que una persona dirija quejas o peticiones a las autoridades".
Pero lo más importante: el Proyecto Varela ha conseguido establecerse como la vía de cambios pacíficos que Cuba necesita.
Discurso de Oswaldo Payá al Recibir el Premio Sajarov
El opositor cubano de mayor relieve internacional en estos momentos, el ingeniero Oswaldo Payá Sardiñas, líder del Movimiento Cristiano Liberación y principal impulsor del Proyecto Varela, recibió el 17 de diciembre de 2002 el Premio Sarajov a la Libertad de Pensamiento que otorga el Parlamento Europeo.
El Proyecto Varela propone un referendo político para que los cubanos puedan decidir su destino en cuanto a las libertades de expresión y asociación, y el derecho a tener empresas privadas propias. También pide la liberación de prisioneros políticos y cambios en la ley electoral cubana, que actualmente sólo admite como legal al Partido Comunista. Los proponentes del Proyecto Varela presentaron el documento avalado por 11 mil firmas de cubanos, como exige la ley, a la oficialista Asamblea Nacional de Cuba, pero el gobierno de la isla ignoró la petición y puso en vigor un contraproyecto que establece que el sistema político y económico imperante en la isla es "irrevocable".
Las siguientes palabras fueron pronunciadas por Payá ante el Parlamento Europeo en ocasión de recibir el Premio Sajarov, el 17 de Diciembre de 2002 en Estrasburgo, Francia:
Gracias al señor presidente, Pat Cox, y a este Parlamento en el que están representados muchos pueblos de Europa.
Ustedes han concedido el premio Andrei Sajarov al pueblo de Cuba; digo al pueblo cubano porque es el gran merecedor de este reconocimiento. Lo digo sin excluir a ninguno de mis compatriotas, sea cual sea su posición política, porque los derechos no tienen color político, ni de raza, ni de cultura. Tampoco las dictaduras tienen color político, no son de derecha ni de izquierda, son sólo dictaduras. En mi país hay miles de hombres y mujeres que luchan por los derechos de todos los cubanos en medio de la persecución. Cientos de ellos están presos sólo por proclamar y defender estos derechos, por lo que yo recibo este reconocimiento en su nombre.
Digo que este premio es para todos los cubanos porque entiendo que, con este premio, Europa quiere decirles: "Ustedes también tienen derecho a los derechos''.
De esto siempre estuvimos convencidos, pero hubo etapas en las que parecía que esa verdad no era tan evidente para muchos en el mundo.
No vengo aquí a pedir apoyo para la oposición al gobierno cubano, ni a condenar a los que nos persiguen. No es una ayuda para Cuba que algunos en el mundo tomen partido por el gobierno cubano o por los que se le oponen, a partir de posiciones ideológicas. Nosotros queremos que se tome posición a favor del pueblo cubano, con todos los cubanos. Y eso significa apoyar el respeto a todos sus derechos, apoyar la apertura, apoyar la demanda de que se consulte a nuestro pueblo en las urnas sobre los cambios que estamos demandando. Pedimos la solidaridad para que se le dé la voz a nuestro pueblo en las urnas, como lo propone el Proyecto Varela.
Muchos han relacionado este premio con el Proyecto Varela, y tienen razón, porque los miles de cubanos que, en medio de la represión han firmado esa petición de referéndum, están haciendo una contribución decisiva a los cambios que Cuba necesita. Estos cambios significarían participación en la vida económica y cultural, significarían derechos políticos y civiles y reconciliación nacional. Ese sería el verdadero ejercicio de la autodeterminación de nuestro pueblo. Debe terminar el mito de que los cubanos tenemos que vivir sin derechos para sostener la independencia y soberanía de nuestro país.
El padre Félix Varela nos enseñó que la independencia y la soberanía nacional son inseparables del ejercicio de los derechos fundamentales. Los cubanos que viven en Cuba y en la diáspora, como un solo pueblo, tenemos la voluntad y las capacidades para construir una sociedad democrática, justa y libre, sin odios ni revanchas y como lo soñó José Martí: "Con todos y para el bien de todos''.
No hemos escogido el camino pacífico como una táctica, sino porque es inseparable de la meta de nuestro pueblo. La experiencia nos dice que la violencia genera más violencia y que cuando los cambios políticos se realizan por esa vía se llega a nuevas formas de opresión e injusticia.
Queremos que nunca más la violencia y la fuerza sean vías para superar crisis o gobiernos injustos. Esta vez realizaremos los cambios mediante este movimiento cívico que ya está abriendo una nueva etapa en la historia de Cuba, en la que prevalecerá el diálogo, la participación democrática y la solidaridad. Así construiremos una paz verdadera.
Los héroes luchadores cívicos cubanos, los ciudadanos que firman el Proyecto Varela, no tienen armas en las manos. No tenemos un brazo armado. Tenemos los dos brazos extendidos, ofreciéndoles las manos a todos los cubanos, como hermanos, y a todos los pueblos del mundo. La primera victoria que podemos proclamar es que no tenemos odio en el corazón.Por eso decimos a quien nos persigue y a los que tratan de dominarnos: tú eres mi hermano, yo no te odio, pero ya no me vas a dominar por el miedo, no quiero imponer mi verdad, ni que me impongas la tuya, vamos juntos a buscar la verdad. Esa es la liberación que estamos proclamando.
Todavía hay quien sostiene el mito de la disyuntiva entre los derechos políticos y civiles, por una parte, y la capacidad de una sociedad para construir la justicia social y lograr el desarrollo, por otra. No son excluyentes. La ausencia de derechos civiles y políticos en Cuba ha tenido graves consecuencias como la desigualdad, la pobreza de la mayoría, los privilegios de una minoría, el deterioro de algunos servicios, aun cuando éstos están concebidos como sistemas humanos y positivos.
De esta manera, aunque muchos cubanos han trabajado durante años con amor y buena fe, hoy existe una grave situación en materia de derechos civiles y políticos, además de una creciente desigualdad y deterioro de la calidad de vida para las mayorías. Inclusive se les atan las manos a los ciudadanos, neutralizando las inmensas potencialidades de creatividad y laboriosidad de los cubanos. Esa es la principal causa de nuestra pobreza. No se puede justificar esta realidad afirmando que el pueblo cubano escogió libremente este sistema.
Ustedes saben que ningún pueblo de los representados en este Parlamento, ni ningún pueblo en el mundo, renunciaría jamás al ejercicio de sus derechos fundamentales. Cada vez se demuestra más que el bienestar y el progreso en materia económica y social son frutos del ejercicio de los derechos. De igual manera, una democracia no es verdadera o no es completa si no es capaz de iniciar y sostener un proceso de elevación de la calidad de vida de todas las personas. Porque tampoco ningún pueblo ejerce su voto libremente para optar por la pobreza y la desigualdad que reduzca a las multitudes a una situación de desventaja y marginación.
Nuestros pueblos latinoamericanos están reclamando la democracia real que es aquélla en la que se puede construir la justicia. Es escandaloso que en nombre de la eficacia se apliquen métodos que pretenden superar crisis y acabar con la pobreza, pero que, en la práctica, amenazan con aniquilar a los pobres.
No pretendo anunciar nuevas posiciones o modelos, pero nuestro pueblo ha vivido y sufrido diversos sistemas políticos y económicos. Hoy sabemos que cualquier método o modelo que, en una supuesta búsqueda de la justicia, el desarrollo o la eficacia, se sitúe por encima de la persona o anule cualquiera de los derechos fundamentales conduce a alguna forma de opresión, a la exclusión, y sumerge a los pueblos en la calamidad.
Queremos expresar desde aquí nuestra solidaridad con todos los que sufren cualquier forma de opresión y de injusticia, con los que están silenciados y marginados en el mundo. La causa de los derechos humanos es una sola, como una sola es la humanidad. Si hoy se habla de globalización, anunciamos y denunciamos que si no se globaliza la solidaridad no sólo peligran los derechos humanos, sino el derecho a seguir siendo humanos. Sin solidaridad humana tampoco conservaremos un mundo limpio donde siga siendo posible la vida para los seres humanos.
Por eso, humildemente creo que más que nuevos modelos, tanto en las sociedades como en las relaciones entre los países, lo que se necesita es un nuevo espíritu. Este nuevo espíritu debe expresarse en la solidaridad, la cooperación y la justicia en las relaciones entre los países y no será un freno al desarrollo. Porque si se subordinan las políticas y los modelos a la realización de la persona, a la construcción de la justicia y la democracia, si se humanizan las políticas, entonces se superarán los abismos que separan a los pueblos y seremos una verdadera familia humana.
Llegue desde Cuba nuestro mensaje de paz y solidaridad a todos los pueblos. Todos los cubanos reciben este premio con dignidad y proclamando nuestra esperanza de reconstruir nuestra sociedad con el amor de todos, como hermanos, como hijos de Dios. Los cubanos somos sencillos y sólo queremos vivir en paz y progresar con nuestro trabajo, pero no podemos, no sabemos y no queremos vivir sin libertad.
Ante el Señor de la historia, que fue acostado en un humilde pesebre, depositamos este homenaje, y nuestras esperanzas.
Gracias y feliz Navidad.
(La Asamblea, de pie, aplaude al orador.)
http://www.solidaridadconcuba.com/oswaldo/oswaldo.asp
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