Abril, jornada de oración por las Misiones Escolapias
P. José Antonio Gimeno Jarauta,
Zaragoza, Responsable de Misiones
Navegar Juntos, IV.2010
En 1996 la Congregación General de las Escuelas Pías decide que el 2 de abril de cada año celebremos la Jornada Misionera Escolapia en todo el mundo.
Es siempre bueno recordar la historia de lo que pasó viviendo Calasanz. Fue un 2 de abril, pero de 1631, en plena expansión de la Orden. Con 280 escolapios en total y el gran problema de la formación acelerada de sus vocaciones, Calasanz vive la misión hasta el punto de no dudar en enviar a 8 religiosos a un país de misión, en Moravia (=Checoslovaquia), a Nikolsburg, dominada por los luteranos.
Había que extender la educación a todos, incluidos los luteranos. Y fueron bajo el amparo del Dicasterio papal que más tarde se llamaría “Propaganda Fide”.
Salieron por tierra hacia el este de Italia, hasta Ancona. Desde allí atravesaron el mar Adriático hasta Istria. Se internaron en el Continente, atravesando la región austríaca de Carintia hasta llegar a Viena. De allí a la frontera, muy cerca de la cual se encontraba Nikolsburg (actual Mikulov).
En tiempos actuales en que estamos hablando de reestructuración de Provincias y regiones, a veces con recelos, es bueno recordar ciertos detalles en las actitudes de Calasanz. En la erección de la Congregación en 1617, ¡tras 20 años! de dedicación absoluta a la educación, sólo eran 15 los que vestían la sotana, de los cuales sólo dos eran sacerdotes (Calasanz y Casani); pero el Fundador siguió confiando en el Señor, como lo había hecho en los 20 años anteriores. Y cuando envía ocho escolapios a la misión de Nikolsburg, usa la más pura interdemarcacionalidad y la utopía del vidente: uno era español (sacerdote), dos alemanes (sacerde y ¡novicio!), cinco italianos (1 sac., 1 junior, 2 hermanos, y 1 novicio). O a Calasanz le faltaba cordura, o ahora a nosotros nos sobran miedos.
Llegan a Nikolsburg el dos de junio, y el día 20 abren las escuelas. Al año siguiente el cardenal Dietrichstein, que era quien les había llamado, emprende la construcción de un amplísimo Colegio. Los religiosos fueron aumentando hasta 20. En el s. XVIII eran, como promedio, 30. En el XIX, eran 20, hasta llegar a los ataques de la política imperial.
Durante casi cuatro siglos, el carisma de Calasanz fructificó en la Iglesia en una Familia Calasancia que lo ha ido haciendo realidad con vidas y hechos, haciendo de la educación una real misión de Iglesia. Actualmente la Escuela Pía masculina, así como nuestras hermanas Escolapias y Calasancias, andan trabajando gozosamente en muchos países de misión. Vivimos un momento eclesial de profunda sensibilidad misionera.
Toda Comunidad escolapia es llamada a renovar y revitalizar su esencial dimensión misionera universal. Y a su vez, toda la Escuela Pía extendida por el mundo, se concreta y hace visible en cada Comunidad local por la comunión con los hermanos que viven la misma vocación.
Hay en ellas 242 escolapios, casi todos nativos, repartidos en 32 comunidades. De ellos, 110 son sacerdotes, 6 diáconos, 6 hermanos, y 120 juniores haciendo los estudios filosófico - teológicos.
No incluyo los 23 novicios actuales. Hay 4 Noviciados y 6 Junioratos.
La mayoría de los edificios han sido construidos por ellos: 45 Escuelas y 3 internados; 17 parroquias, a la vez que atienden a otras muchas iglesias y Obras; 21 Centros Culturales. Y todo lo que ello supone: alfabetización, atención pastoral, promoción de la mujer, comunidades cristianas, escuelas agropecuarias, atención sanitaria, dar de comer en las escuelas… Que el Señor siga bendiciendo la Obra de José de Calasanz.
Zaragoza, Responsable de Misiones
Navegar Juntos, IV.2010
En 1996 la Congregación General de las Escuelas Pías decide que el 2 de abril de cada año celebremos la Jornada Misionera Escolapia en todo el mundo.
Es siempre bueno recordar la historia de lo que pasó viviendo Calasanz. Fue un 2 de abril, pero de 1631, en plena expansión de la Orden. Con 280 escolapios en total y el gran problema de la formación acelerada de sus vocaciones, Calasanz vive la misión hasta el punto de no dudar en enviar a 8 religiosos a un país de misión, en Moravia (=Checoslovaquia), a Nikolsburg, dominada por los luteranos.
Había que extender la educación a todos, incluidos los luteranos. Y fueron bajo el amparo del Dicasterio papal que más tarde se llamaría “Propaganda Fide”.
Salieron por tierra hacia el este de Italia, hasta Ancona. Desde allí atravesaron el mar Adriático hasta Istria. Se internaron en el Continente, atravesando la región austríaca de Carintia hasta llegar a Viena. De allí a la frontera, muy cerca de la cual se encontraba Nikolsburg (actual Mikulov).
En tiempos actuales en que estamos hablando de reestructuración de Provincias y regiones, a veces con recelos, es bueno recordar ciertos detalles en las actitudes de Calasanz. En la erección de la Congregación en 1617, ¡tras 20 años! de dedicación absoluta a la educación, sólo eran 15 los que vestían la sotana, de los cuales sólo dos eran sacerdotes (Calasanz y Casani); pero el Fundador siguió confiando en el Señor, como lo había hecho en los 20 años anteriores. Y cuando envía ocho escolapios a la misión de Nikolsburg, usa la más pura interdemarcacionalidad y la utopía del vidente: uno era español (sacerdote), dos alemanes (sacerde y ¡novicio!), cinco italianos (1 sac., 1 junior, 2 hermanos, y 1 novicio). O a Calasanz le faltaba cordura, o ahora a nosotros nos sobran miedos.
Llegan a Nikolsburg el dos de junio, y el día 20 abren las escuelas. Al año siguiente el cardenal Dietrichstein, que era quien les había llamado, emprende la construcción de un amplísimo Colegio. Los religiosos fueron aumentando hasta 20. En el s. XVIII eran, como promedio, 30. En el XIX, eran 20, hasta llegar a los ataques de la política imperial.
Durante casi cuatro siglos, el carisma de Calasanz fructificó en la Iglesia en una Familia Calasancia que lo ha ido haciendo realidad con vidas y hechos, haciendo de la educación una real misión de Iglesia. Actualmente la Escuela Pía masculina, así como nuestras hermanas Escolapias y Calasancias, andan trabajando gozosamente en muchos países de misión. Vivimos un momento eclesial de profunda sensibilidad misionera.
Toda Comunidad escolapia es llamada a renovar y revitalizar su esencial dimensión misionera universal. Y a su vez, toda la Escuela Pía extendida por el mundo, se concreta y hace visible en cada Comunidad local por la comunión con los hermanos que viven la misma vocación.
Hay en ellas 242 escolapios, casi todos nativos, repartidos en 32 comunidades. De ellos, 110 son sacerdotes, 6 diáconos, 6 hermanos, y 120 juniores haciendo los estudios filosófico - teológicos.
No incluyo los 23 novicios actuales. Hay 4 Noviciados y 6 Junioratos.
La mayoría de los edificios han sido construidos por ellos: 45 Escuelas y 3 internados; 17 parroquias, a la vez que atienden a otras muchas iglesias y Obras; 21 Centros Culturales. Y todo lo que ello supone: alfabetización, atención pastoral, promoción de la mujer, comunidades cristianas, escuelas agropecuarias, atención sanitaria, dar de comer en las escuelas… Que el Señor siga bendiciendo la Obra de José de Calasanz.
Etiquetas: Escuela Pía, Oración, Pastoral, Vocaciones
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