Faustino Míguez: Escolapio, Investigador, Fundador
Fuentes: Publicaciones Calasancias
Navegar Juntos, III.2010
Boletín electrónico del ICCE-América
Se guardan en la ciudad de Getafe, cerca de Madrid, en España, los restos del Beato Faustino Míguez (+1925), religioso de la Orden de las Escuelas Pías, que se entregó por entero a la tarea docente, consiguiendo gran prestigio de maestro y perito en ciencias naturales. Fue diligente en su actividad pastoral y fundó la Congregación de las Hijas de la Divina Pastora, Religiosas Calasancias.
En su larga trayectoria escolapia, son casi 50 años dedicados a la educación. Destinado a los colegios de San Fernando, Guanabacoa (Cuba), Getafe, Monforte de Lemos, El Escorial y Sanlúcar de Barrameda. Fue profesor de Latín, Historia, Álgebra, Geometría, Retórica, Geografía, Agricultura, Física y Química, Historia Natural, Higiene y Francés.
Destacó, sobre todo, como profesor de Ciencias naturales. Se prepara cada día para desempeñar su misión educadora, trabaja incansablemente, y estudia con tenacidad, porque está convencido de que "quien hace voto de enseñar lo hace también de aprender".
Vive su consagración a Dios en la entrega a los niños y jóvenes con preferencia los más pobres y necesitados, "los pequeños, los sencillos", le han robado el corazón. La escuela es para él el lugar de encuentro con el Señor servido y amado en los más pequeños. Quiere informar a los alumnos en el amor de lo que es verdadero, noble, grande y sublime. Son reveladoras las palabras de uno de sus alumnos: "Era muy afable y cariñoso… nos trataba y se comportaba con cada uno de forma justa y equitativa". Estaba convencido de que el mejor camino para renovar la sociedad y hacer la felicidad humana es la educación, a la que consideraba "la obra más noble, la más grande y la más sublime del mundo porque abraza a todo el hombre tal como Dios lo ha concebido. Es la obra divina, la creación continuada, es la altísima misión de la Escuela Pía, misión del mayor interés y de la importancia más decisiva para la dignidad y dicha del individuo y de la familia como de la sociedad entera".
Hombre con grandes dotes científicas. No pasó de largo ante el dolor físico de los hombres de su tiempo; sobre ellos quiso derramar el aceite del amor y de la ciencia para aligerar el peso de su sufrimiento. Son célebres sus inventos científico - farmacéuticos en bien de los enfermos.
Navegar Juntos, III.2010
Boletín electrónico del ICCE-América
Se guardan en la ciudad de Getafe, cerca de Madrid, en España, los restos del Beato Faustino Míguez (+1925), religioso de la Orden de las Escuelas Pías, que se entregó por entero a la tarea docente, consiguiendo gran prestigio de maestro y perito en ciencias naturales. Fue diligente en su actividad pastoral y fundó la Congregación de las Hijas de la Divina Pastora, Religiosas Calasancias.
En su larga trayectoria escolapia, son casi 50 años dedicados a la educación. Destinado a los colegios de San Fernando, Guanabacoa (Cuba), Getafe, Monforte de Lemos, El Escorial y Sanlúcar de Barrameda. Fue profesor de Latín, Historia, Álgebra, Geometría, Retórica, Geografía, Agricultura, Física y Química, Historia Natural, Higiene y Francés.
Destacó, sobre todo, como profesor de Ciencias naturales. Se prepara cada día para desempeñar su misión educadora, trabaja incansablemente, y estudia con tenacidad, porque está convencido de que "quien hace voto de enseñar lo hace también de aprender".
Vive su consagración a Dios en la entrega a los niños y jóvenes con preferencia los más pobres y necesitados, "los pequeños, los sencillos", le han robado el corazón. La escuela es para él el lugar de encuentro con el Señor servido y amado en los más pequeños. Quiere informar a los alumnos en el amor de lo que es verdadero, noble, grande y sublime. Son reveladoras las palabras de uno de sus alumnos: "Era muy afable y cariñoso… nos trataba y se comportaba con cada uno de forma justa y equitativa". Estaba convencido de que el mejor camino para renovar la sociedad y hacer la felicidad humana es la educación, a la que consideraba "la obra más noble, la más grande y la más sublime del mundo porque abraza a todo el hombre tal como Dios lo ha concebido. Es la obra divina, la creación continuada, es la altísima misión de la Escuela Pía, misión del mayor interés y de la importancia más decisiva para la dignidad y dicha del individuo y de la familia como de la sociedad entera".
Hombre con grandes dotes científicas. No pasó de largo ante el dolor físico de los hombres de su tiempo; sobre ellos quiso derramar el aceite del amor y de la ciencia para aligerar el peso de su sufrimiento. Son célebres sus inventos científico - farmacéuticos en bien de los enfermos.
Etiquetas: Biografía, Calasancias, Escuela Pía
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