Guias de la Iglesia - V. Girardi
ANTECEDENTE DE ESTA CARTA (VER)
+ P. Victorino Girardi Stellin, mccj
Tilarán, 3 de junio de 2009
Señora
DOÑA PILAR CISNEROS
Periodista de canal 7
San José.
Estimada Doña Pilar:
Reciba mi cordial saludo, a la vez que le deseo todo lo mejor para usted y su Familia.
Sólo ahora puedo expresarle algo de las “resonancias” que me causó su modo de “moderar” el debate que se llevó a cabo el 28 de mayo. Me impresionó y me “indignó” – (lo confieso) – que Usted y sus colaboradores hubieran preparado y conducido el supuesto debate, bajo el signo de la patente y descarada mentira. Al comienzo Usted me aseguró que iba a “moderar” el debate y que yo podía interrumpir cuando no estaba de acuerdo con lo que se afirmaba. Sin embargo, en ningún momento ha sido Usted “moderadora”, sino que con un tono particularmente agresivo (muchos dirían “insolente”) no hizo más que hacerse eco de cuanto afirmaba su cuñado, el Dr. Luis Carlos Ramírez.
Sin embargo, el descaro de la mentira llegaba a su máxima expresión cuando Usted con su cuñado iban repitiéndonos estadísticas que cualquier mínimamente experto bien sabe que son falsas. Por otra parte, si eso “indignaba” no me sorprendía, porque el que no tiene reparo en sostener y difundir el “horrible delito” del aborto, ¿cómo va a tener reparo en mentir? Y Usted, bien sabe, Doña Pilar, que su cuñado, el Dr. Luis Carlos Ramírez es representante en Costa Rica de IPPF, que con su promoción del aborto en el mundo, se ha ganado el título de “La Transnacional de la muerte”. Se repite el misterio de Judas, quien por dinero envía a Jesús inocente a morir.
La misma atmósfera del supuesto debate, era una burda o grosera mentira. En efecto, su intención, a todas luces, no era la de informar, sino la de “desprestigiar” lo que la iglesia quiere proponer a los católicos y a toda persona de buena voluntad, de Costa Rica. Sin embargo a quienes han desprestigiado, Usted Doña Pilar, y sus colaboradores, han sido a Ustedes mismos, como muchísima gente ya me lo ha expresado. Esa tupida atmósfera de mentira la llevó a usted a resultar hasta “ridícula” (no se lo digo para mofarme de Usted, sino para prestar mi servicio a la verdad y entonces a Usted misma). Me refiero a su repetida insistencia: “Yo me he leído los textos”. No diga eso, Doña Pilar. Usted quizá haya visto los 6 volúmenes, pero leído, eso NO, de lo contrario no se hubiese atrevido a afirmar una y otra vez lo que dijo citando textos sacados de contexto.
Una vez más, el verdadero problema está en un uso adecuado de la razón, de esa maravillosa y siempre desafiante facultad que nos distingue de todo lo demás y nos hace “personas”.
Y una última observación: si la historia es “magistra vitae”, maestra de vida, ¿por qué su conocimiento, Doña Pilar, no le ha convencido aún que todos los que han querido “dañar” a la iglesia, han concluido siempre en el más rotundo fracaso? No lo han podido tres siglos de persecuciones sangrientas del Imperio Romano, no lo han podido los soldados de Napoleón quien hizo encarcelar al Papa, no lo ha podido el ateísmo militante de los siglos XIX y XX, con todos sus despliegues de medios y técnicas de “lavado de cerebros”…
Con la estima que le tengo, le ruego, Doña Pilar, no pierda pues sus energías de inteligencia y de corazón, en una lucha en la que sólo va a perder su tiempo y a amargar su vida. No cabe imponer a la realidad los propios prejuicios. La victoria del “poder” sobre la verdad y la ética, siempre termina en derrota.
Con la estima que Usted se merece, Doña Pilar, le deseo que no se quede entre los “derrotados” de la historia, y que victorias aparentes no atrasen su búsqueda de aquella única Verdad “que nos hace libres”.
Agradecido,
+ P. Victorino Girardi Stellin, mccj
Obispo de Tilarán
+ P. Victorino Girardi Stellin, mccj
Tilarán, 3 de junio de 2009
Señora
DOÑA PILAR CISNEROS
Periodista de canal 7
San José.
Estimada Doña Pilar:
Reciba mi cordial saludo, a la vez que le deseo todo lo mejor para usted y su Familia.
Sólo ahora puedo expresarle algo de las “resonancias” que me causó su modo de “moderar” el debate que se llevó a cabo el 28 de mayo. Me impresionó y me “indignó” – (lo confieso) – que Usted y sus colaboradores hubieran preparado y conducido el supuesto debate, bajo el signo de la patente y descarada mentira. Al comienzo Usted me aseguró que iba a “moderar” el debate y que yo podía interrumpir cuando no estaba de acuerdo con lo que se afirmaba. Sin embargo, en ningún momento ha sido Usted “moderadora”, sino que con un tono particularmente agresivo (muchos dirían “insolente”) no hizo más que hacerse eco de cuanto afirmaba su cuñado, el Dr. Luis Carlos Ramírez.
Sin embargo, el descaro de la mentira llegaba a su máxima expresión cuando Usted con su cuñado iban repitiéndonos estadísticas que cualquier mínimamente experto bien sabe que son falsas. Por otra parte, si eso “indignaba” no me sorprendía, porque el que no tiene reparo en sostener y difundir el “horrible delito” del aborto, ¿cómo va a tener reparo en mentir? Y Usted, bien sabe, Doña Pilar, que su cuñado, el Dr. Luis Carlos Ramírez es representante en Costa Rica de IPPF, que con su promoción del aborto en el mundo, se ha ganado el título de “La Transnacional de la muerte”. Se repite el misterio de Judas, quien por dinero envía a Jesús inocente a morir.
La misma atmósfera del supuesto debate, era una burda o grosera mentira. En efecto, su intención, a todas luces, no era la de informar, sino la de “desprestigiar” lo que la iglesia quiere proponer a los católicos y a toda persona de buena voluntad, de Costa Rica. Sin embargo a quienes han desprestigiado, Usted Doña Pilar, y sus colaboradores, han sido a Ustedes mismos, como muchísima gente ya me lo ha expresado. Esa tupida atmósfera de mentira la llevó a usted a resultar hasta “ridícula” (no se lo digo para mofarme de Usted, sino para prestar mi servicio a la verdad y entonces a Usted misma). Me refiero a su repetida insistencia: “Yo me he leído los textos”. No diga eso, Doña Pilar. Usted quizá haya visto los 6 volúmenes, pero leído, eso NO, de lo contrario no se hubiese atrevido a afirmar una y otra vez lo que dijo citando textos sacados de contexto.
Una vez más, el verdadero problema está en un uso adecuado de la razón, de esa maravillosa y siempre desafiante facultad que nos distingue de todo lo demás y nos hace “personas”.
Y una última observación: si la historia es “magistra vitae”, maestra de vida, ¿por qué su conocimiento, Doña Pilar, no le ha convencido aún que todos los que han querido “dañar” a la iglesia, han concluido siempre en el más rotundo fracaso? No lo han podido tres siglos de persecuciones sangrientas del Imperio Romano, no lo han podido los soldados de Napoleón quien hizo encarcelar al Papa, no lo ha podido el ateísmo militante de los siglos XIX y XX, con todos sus despliegues de medios y técnicas de “lavado de cerebros”…
Con la estima que le tengo, le ruego, Doña Pilar, no pierda pues sus energías de inteligencia y de corazón, en una lucha en la que sólo va a perder su tiempo y a amargar su vida. No cabe imponer a la realidad los propios prejuicios. La victoria del “poder” sobre la verdad y la ética, siempre termina en derrota.
Con la estima que Usted se merece, Doña Pilar, le deseo que no se quede entre los “derrotados” de la historia, y que victorias aparentes no atrasen su búsqueda de aquella única Verdad “que nos hace libres”.
Agradecido,
+ P. Victorino Girardi Stellin, mccj
Obispo de Tilarán
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