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Nombre: Alforja Calasanz
Ubicación: Valencia, Malvarrosa, Spain

jueves, mayo 28, 2009

LA TEOLOGÍA FILIPINA, EN EL CONTEXTO DE LA TEOLOGÍA ASIÁTICA

Fernando Guillén Preckler, escolapio
Analecta Calasanctiana, 100
Julio – Diciembre de 2008

Desde hace unos años, obras como la del P. Bruno Chenu ‘Teologías del Tercer Mundo’ (1) llamaban la atención sobre un panorama nuevo para Europa, lugar clásico de la elaboración teológica. Se puede decir que España ha seguido paso a paso y con sumo interés la Teología de la Liberación de América Latina, en algunos casos de manera incluso directa. (2) Las editoriales españolas han sido rápidas y abundantes con respecto a esta corriente, que tiene la ventaja de ser en gran parte de expresión española.

Por lo que se refiere a la teología africana, de expresión francesa o inglesa, son de agradecer los esfuerzos constantes de la editorial Mundo Negro de Madrid, que permiten al público español tener acceso a algunas obras de importancia sobre el particular.

La teología asiática es mayormente de expresión inglesa y de alguna manera constituye un mundo cultural más alejado. Sin embargo, en el contexto actual de la globalización, la producción teológica de Asia se va imponiendo a la atención mundial por su abundancia y originalidad.

Recientemente, bajo la dirección de England J.C., Kuttianimattathil L., Prior J.M., Quintos L.A., Suh Kwang-Sun D., y Wickeri J., la editorial de los Misioneros de MaryknoII “Orbis Books” ha publicado tres gruesos volúmenes bajo el titulo ‘Asian Chrístian Theologies. A research Quide to Authors, Movements, Sources. (3) El primer volumen, después de una introducción histórica, está consagrado al Sur de Asia: Bangladesh, India, Pakistán, Sri Lanka, e incuso Nueva Zelanda y Australia. Entre los autores presentados hallamos nombres de fama mundial como Panikkar, Dupuis, Karotrempei, Amalados, Wilfred, Pieris... El segundo volumen está consagrado al Sureste asiático: Durma, Myanmar, Camboya y Laos, Indonesia, Malasia y Singapur; Filipinas, Tainlandia y Vietnam. Es un panorama menos familiar. Nosotros queremos especialmente presentar la teología filipina. El tercer volumen en fin está consagrado a Noreste asiático: China, Hong Kong y Macao; Tibet y Mongolia; Japon, Corea y Taiwan.

FILIPINAS

Las islas Filipinas tienen una extensión de unos 300.000 Km2 y una población que supera los 80 millones de habitantes. El archipiélago constituye un caso especial en el continente. Los asentamientos humanos más antiguos pertenecen a los pueblos pigmeo, malayo e indonesio; más tarde llegaron indochinos y chinos; el Islam llegó al Sur de Filipinas desde el siglo XIV. El descubrimiento español por Magallanes es de 1521, pero la verdadera conquista se sitúa a partir de 1565, con López de Legazpi. Una abundante presencia misionera de Órdenes religiosas, Agustinos, Dominicos, Franciscanos, Agustinos Recoletos y más tarde Jesuitas, explica la conversión masiva al catolicismo. Manila puede gloriarse de poseer la primera universidad real y pontificia de Asia, desde 1611. (4) Es preciso recordar que durante todo el período español la iglesia de Filipinas estuvo bajo el régimen del Patronato Real, por el que el Consejo de Indias y el Gobernador General de las islas proveían y vigilaban la plena catolicidad de la población. (5)

El período americano de la historia filipina, a partir de 1898, trae como consecuencia la presencia protestante y también el nacimiento de alguna iglesia nacional independiente (Aglipay, Iglesia ni – sic. ¿de? - Cristo…). Las estadísticas, arrojan estas percentuales aproximadas: católicos 83%, iglesias nacionales independientes 6%, musulmanes 5%, protestantes 3% y otras religiones (budismo, animismo...) 3%.

En el panorama asiático, esta mayoría católica es excepcional, aunque Timor oriental es también católico y Corea del Sur tiene una buena percentual de cristianos (26 %), (6) así como Vietnam. En China y en India sobre todo, los católicos se cuentan por millones, pero en ambos casos el país tiene más de mil millones de habitantes, por lo que la proporción está sobre el 2-3%. Por motivos obvios de tipo político, las escuelas de teología y la producción teológica está mucho más desarrollada en la India.

¿Qué decir de la teología en Filipinas? Durante los siglos de la presencia española se cultivó la escolástica del tiempo y más tarde la apologética, sin que haya grandes nombres entre los autores del lugar. De resaltar el esfuerzo catequético en español y en lenguas nativas. Es a partir del Vaticano II, y gracias a las abundantes instituciones de enseñanza teológica, que podemos hablar de un “despertar de la teología filipina” por la cantidad de obras, la abundancia y variedad de autores y la calidad y originalidad conseguidas.

Nuestra presentación de esa singular teología asiática se apoya sobre todo en una obra reciente de gran interés. Los sacerdotes Dindo M. Rei Tesoro, de la diócesis de Jaro, director del centro Pio XII de Estudios catequéticos y sociales y Joselito Alviar José, profesor de teología sistemática en la Universidad de Navarra, han publicado en 2004 un volumen titulado ‘The rise of Filipino Theology’, (7) sobre la que basamos principalmente nuestras referencias.

INSTITUCIONES

Entre las múltiples instituciones que se dedican a la teología destacamos las siguientes.

La “Saint Thomas University” (UST), fundada en 1611 bajo la dirección de los Padres Dominicos. Fue declarada pontificia en 1645 y real en 1785. Hoy día es una gran universidad católica, con muchas facultades, instalada en el centro de Manila (España boulevard). Las facultades eclesiásticas son Teología, Filosofía y Derecho Canónico. En Teología destaca por los estudios históricos, a partir de sus magníficos archivos.

El “Ateneo de Manila” de los Padres Jesuitas es un enorme complejo educativo que empieza con el Kinder Garden y continúa con Primaria, Secundaria, Bachillerato y Universidad. Es la progresiva ampliación de la Escuela Municipal —antigua Escuela Pía de Manila— asignada a la Compañía a su regreso a Filipinas en 1859. La “Loyola School of Theology” (LST) es una de sus facultades. Fundada en 1965, fue declarada facultad eclesiástica en 1999 y es muy notable por su producción teológica en todos los campos: Biblia, dogmática, moral, historia, misiología y espiritualidad…

Siempre en el “Ateneo de Manila” se encuentra el “East Asian Pastoral lnstitute” (EAPI), querido por el P. Arrupe desde 1965, a partir de la presencia en Filipinas de muchos jesuitas expulsados de China. El objetivo del Instituto es netamente pastoral y catequético. Uno de sus fundadores fue el español P. Alfonso Nebreda, profesor invitado en Gregoriana. El horizonte es marcadamente continental.

Existe también la “Maryhill School of Theology” (MST), fundada en 1972 por los Padres de la Congregación del Inmaculado Corazón de María (CICM), Scheutistas (Bélgica). En ella se hallan sobre todo estudiantes de diversas congregaciones religiosas. La orientación es de tipo misionero.

Otros muchos centros teológicos se hallan todavía en Manila. No podemos olvidar el Seminario Diocesano de San Carlos en el centro de la ciudad (Makati), en honor del rey Carlos III, que debe el nombre a su fundador el obispo escolapio Basilio Sancho, la “Saint Vincent School of Theology” (SVST) de los Padres Paúles, el “Don Bosco Centre of Studies” de los Padres Salesianos en Parañaque, el “Inter-Congregational Theological Centre” (ICTC) de varias órdenes y congregaciones religiosas (Franciscanos, Carmelitas, Hijos de la Caridad, Escolapios...), el “Institute for Consecrated Life in Asia” (ICLA) de los Padres Claretianos, afiliado a la Universidad de Santo Tomás, y de una enorme irradiación para la Vida religiosa en todo el continente asiático, el “Institue of Formation and Religious Studies” (IFRS), dirigido por Religiosas y consagrado sobre todo a su formación teológica y pastoral, en fin, no lejos de Manila, en Tagaytay, tenemos el “Divine Word Seminary” de los Misioneros del Verbo Divino (SVD), con notable profesorado y producción teológica, sobre todo en misiología.

TEÓLOGOS Y PUBLICACIONES PERIÓDICAS

Entre los teólogos más sobresalientes por su originalidad y producción destacamos los siguientes, excusándonos de las posibles omisiones o descuidos. (8)

Citemos en primer lugar algunos jesuitas pioneros de ese florecimiento de la teología filipina. Se trata sobre todo del P. Horacio de la Costa (+1977), Provincial y más tarde Asistente General, que destaca por sus obras sobre el clero filipino, del P. Pedro C. Sevilla (+1996) biblista y dogmático y del P. Vitaliano Gorospe (+2002), moralista cercano a la teología de la liberación latinoamericana, con una gran producción bibliográfica.

Entre los teólogos en plena acción señalamos en primer lugar los siguientes dominicos : Rolando de la Rosa, que ha estudiado la “filipinización” de los religiosos en el archipiélago, sobre todo de su propia orden; Lucio Gutiérrez, nacido en Caleruega (España), que ha vivido en Filipinas desde hace muchos años y es autor sobre todo de historia de la Iglesia en el período colonial; Braulio Peña, especialista en catequesis; Efrén Rivera autor de la primera presentación de la teología filipina y Fidel Villarroel, historiador.

Entre los jesuitas resaltamos: Carlos Abesamis, que apunta a una “salvación total” a partir de la cristología; Catalino Arévalo, de una enorme producción, miembro por un tiempo de la Comisión Teológica Internacional, consultor del episcopado, con temática sobre todo de eclesiología contextualizada; Pedro Achútegui, especialista en ecumenismo; Joseph Roche, especialista en catequesis, colaborador asiduo en la elaboración del “Catechism for Filipino Catholics” (1997); John Schumacher, norteamericano, gran especialista de la historia de la Iglesia en Filipinas, sobre todo del período revolucionario, con abundantísima producción.

Entre los paúles destacamos a Jaime Belita por sus estudios sobre el catolicismo popular. Entre los verbitas, Leonardo Mercado merece especial mención por sus abundantes estudios sobre la mentalidad filipina. Sus ensayos (“Elements”) sobre filosofía, y ética filipinas son ya clásicos. También son verbitas Dionisio Miranda, moralista con interesantes análisis lingüísticos y Benigno Beltrán, autor de una original “Cristología inarticulada”, sobre las devociones populares a Jesús en Filipinas.

Señalemos también a Lode Wostyn, scheutista, que ha trabajado a menudo con José de Mesa, laico, y tiene una abundante producción sobre todo en cristoIogía y sociología; Luis Hechanova, redentorista, que ha estudiado las misiones populares y James Kroeger, misionero de Maryknoll, misiólogo, con estudios sobre el sínodo de Asia.

No faltan representantes de la teología feminista. Aparte de alguna religiosa americana, como Sister Hellen Graham de Maryknoll, profesora de Biblia, tenemos a Agnes Brazal, filipina, profesora de teología moral y autora de diversos ensayos socio – pastorales. (9) El profesorado del IFRS, para la formación de las religiosas, está también de alguna manera en esta línea.

Dos figuras teológicas al menos pertenecen al episcopado. Mons. Fr Claver S.J., ya retirado, y el joven obispo Mons. Luis Antonio Tagle, que fue también miembro de la Comisión Teológica Internacional y es profesor en Escuela de Teología Loyola, brillante expositor de la teología asiática.

En fin, destacamos algunos teólogos protestantes como Edwood Douglas, analizado el método de la teología filipina, Emérito Nakpil, metodista, editor de la revista ‘South East Asia Journal of Theology’, que apunta a una nueva cosmología para la liberación del filipino y Rodrigo Tano, autor de une síntesis de teología filipina

Aunque incompleta, la lista trazada nos da una idea de la variedad, abundancia y calidad de la producción teológica filipina. Normalmente la lengua de las publicaciones es el inglés, pero no faltan algunas en tagalog.

Entre las publicaciones periódicas señalamos:

- Boletín eclesiástico de Filipinas (UST)
- Philippiniana sacra (UST)
- The UST students’ Journal of Theology (UST)
- Landas (LST)
- Phillippine. studies (Ateneo)
- East Asian Pastoral Review (EAPI)
- MST Heview (MST)
- Díwa (SVD)
- Religious Life Asia (ICLA)
- Himig Ugnayan (IFRS)

Entre las editoriales destacan las ‘Claretians Publications’, en todos los campos teológicos y pastorales. También están activamente presentes San Pablo, Paulinas Don Bosco y las editoriales de las instituciones, como el ‘Ateneo University Press’, ‘Saint Thomas University Press’, etc.

PRINCIPALES COORDENADAS TEOLÓGICAS (10)

No podemos hablar de un único método en la teología filipina. Dindo Rei distingue los siguientes métodos teológicos: un “método encarnacional” que aplica el famoso “círculo hermenéutico”; un “método dialógico” que entra en contacto con las diversas corrientes del lugar, como el marxismo, (11) la mentalidad tecnológica, (12) las religiones asiáticas, (13) las iglesias no católicas; (4) un “método integral” que representa bien la tendencia a la armonía de la cultura filipina, de cara a un desarrollo completo; (15) un “método simbólico” en contraste con el método abstracto de Occidente; (16) un “método práctico” a partir de la inmersión en el ambiente popular. (17)

La existencia de Dios es casi una evidencia para el alma filipina, que vive una inextricable unión de lo visible y lo invisible. En tagalog, lengua nacional oficial, Dios es ‘Bathala’, palabra de origen sánscrito que significa “Gran Señor”, y es creador, trascendente, santo y misericordioso. Espera de nosotros una respuesta de fe, confianza y amor. (18)

En la ‘antropología’ filipina podemos hablar de corazón —‘loob’— y de cuerpo —‘katawan’— así como de un alma separada del cuerpo después de la muerte —‘kaluwa’—. La salvación se concibe espontáneamente de manera integral. Ello significa que concierne a todo el hombre individual y también colectivo. Es de subrayar la fuerza de los lazos familiares y sociales, con todas sus implicaciones de respeto jerárquico. En general, se puede hablar de un tipo de relaciones interpersonales agradables (“smooth interpersonal relationship”), en tagalog ‘pakikisama’, que abren un camino muy concreto a la experiencia de la Comunión eclesial, sin olvidar el aspecto jerárquico apuntado. (19)

La cristología popular tiene dos polos significativos: la devoción muy extendida al Santo Niño, imagen antigua del Niño Jesús de Praga, que se venera en Cebu y no menos popular devoción al “Black Nazareno” de Quiapo (Manila), imagen de Jesús del Gran Poder, expresión muy viva del sufrimiento de Cristo. Ambas devociones son de origen español y tienen muchas expresiones tradicionales como procesiones, fiestas, peregrinaciones, novenas … Ello ha hecho pensar a los cristólogos en el deber de completar la imagen de Jesús con un estudio de toda la vida pública y una may centralidad pascual, (20) con insistencia en la humanidad de Cristo y en las consecuencias sociales de una soteriología integral. Los santuarios marianos son también muy abundantes. En la capital, el más popular es el de Nuestra Señora del Perpetuo Socorro, en Baclaran, regentado por los Padres redentoristas. En Provincias un santuario famoso es el de Peña-Francia (Bicol) y también el de Antipolo, cerca de Manila. Las reproducciones de la cueva de Lourdes son frecuentes, los cantos marianos abundantes y las “flores de mayo” constituye una devoción muy extendida. Existe una sociedad mariológica y una renovado interés por María, por parte de los teólogos. (21)

De parecida importancia son los estudios sobre el ‘ethos’ filipino y sus aplicaciones a la moral cristiana. Leonardo Mercado especialmente ha analizado las grandes categorías de fatalidad, libertad, ley, conciencia y pecado y Gorospe ha resaltado la ambivalencia de los valores morales tradicionales, insistiendo en su posible profundización cristiana.

CONCLUSIÓN

Existe pues una “teología filipina” que se está construyendo poco a poco a partir del Vaticano II. Podríamos decir que su horizonte es la tendencia hacia la “comunión”, fundada en las relaciones interpersonales y familiares, que abre caminos fecundos para aplicaciones trinitarias, cristológicas y eclesiológicas. Habría también una visión integral de la salvación, de tipo “inclusivo”, de cara a esta comunión, que alcanza una dimensión cósmica. El desafío se hallaría en superar las posibles prácticas supersticiosas y las confusiones provocadas por las sectas, así como una cierta debilidad conceptual y una falta de formación cristiana básica.

Se podría quizás hablar de una teología de liberación, próxima a la latinoamericana, pero inculturada en el medio asiático de pacífica búsqueda de armonía y coherencia, que le confiere una indudable originalidad. (22)

En la compleja herencia cultural filipina-asiática, española y norteamericana —y en el incontestable enraizamiento católico del país—, ¿no habría quizás una vocación teológica y sobre todo misionera de cara a ese continente asiático que parece abrirse más y más al Evangelio de Cristo? (23)

Notas

1 En el original francés: ‘Théologies des Tíers Mondes’, Paris, Dayard, 1987.
2 Recuérdese el célebre congreso sobre el método de la teología de la liberación celebrado en El Escorial y publicado en México en 1975.
3 Nueva York, 2003 – 2004
4 Entre las obras de historia de la Iglesia en Filipinas destacamos: SCHUMACHER J.N., S.J., ‘Readings in Phiippine Church History, Loyola School of Theology’, Quezon City, 1979 y GUTIERREZ L., ‘Historia de la Iglesia en Filipinas’, Mapfre, Madrid, 1992
5 Buen resumen en ARCILLA J.S., ‘An Introduction to Philippine History’, Quezon City, Ateneo de Manila University Press, 2003 (4), p. 23-29.
6 Para una visión de conjunto de la región ver: SOMERS HEIDHUES M., ‘Southeast Asia. A concise history’. Thames and Hudson, Londres, 2000
7 “El surgir de la teología filipina” Paulines, Pasay City, 276 páginas
8 Cf. DINDO REI N. T., o.c., p.64-143. Lista muy completa por orden alfabético
9 Su esposo Emmanuel de Guzman es también teólogo, dedicado sobre todo a la teología fundamental
10 Cf. DINDO REI M.T. - JOSELITO ALVIAR J., oc. p. 144 ss.
11 El partido comunista Filipino fue fundado en 1930 y la New People Army” (NPA), guerrilla de tipo maoista, está siempre presente en algunas regiones del país.
12 Presente sobre todo desde el período Americano (1898-1941) e incluso a través de la dominación japonesa (1941 -1945).
13 Existe un Islam militante en el sur de Mindanao, especialmente en Basilan y en las islas Sulu; una cierta presencia budista y en menor escala hinduista. A menudo los inmigrantes chinos se han convertido al catolicismo y han dado grandes nombres a la Iglesia (por ejemplo el cardenal Sin).
14 Se trata evidentemente del diálogo ecuménico, que ha tenido promotores en los PP. De la Costa y De Achútegui, con un centro cardenal Bea en LST.
15 Muchos autores podrían entrar en este apartado: Arévalo, Mercado, Tagle
16 Sería la proposición de J. Belita
17 Es un poco el ideal del ICTC y la proposición de A. Lambino y B. Beltrán.
18 Este personalismo religioso Filipino esta lejos del difuso panteísmo asiático. Podemos preguntarnos si se trata de un fruto de los siglos de presencia islámica y sobre todo cristiana.
19 Es de admirar el tipo de relaciones “familiares” entre obispos, sacerdotes y fieles, en frecuentes fiestas, conmemoraciones, comidas o cenas masivas, en un ambiente muy distendido.
20 Es cierto que la imágenes de Jesús resucitado no faltan en las iglesias, junto a las clásicas de la flagelación, “Ecce Homo”, crucifixión, sepultura…
21 Por ejemplo el ciclo de conferencias del año 2005-2006 en SVST fue sobre María.
22 Dos veces en la historia reciente del país, los fieles han sido capaces de hacer caer un gobierno manifiestamente injusto y de una manera pacífica: en 1986 el presidente Fernando Marcos y en 2001 el presidente José Estrada. La Iglesia filipina se siente orgullosa de estos acontecimientos que ha bautizado con el nombre de “people power” y de la manera pacífica en que se desarrollaron. Esa originalidad podría también constatarse en el tipo de cantos litúrgicos filipinos, de gran dulzura y ritmo lento, muy diferentes de los latinoamericanos.
23 Ese fue el sueño del cardinal Jaime Sin, que Instauró un seminario especial para chino-filipinos de cara a la evangelización del gran gigante asiático. Ahí apuntan también iniciativas como el EAPI y el ICLA