Preparando el Capítulo General
¿El “test” de los capitulares?
José F. Unanua Pagola, escolapio
Navegar Juntos - Boletín electrónico del ICCE-América
Durante el próximo mes de julio, los PP. Escolapios celebran su 46º Capítulo General; se hace en un lugar emblemático para la Orden: Peralta, cuna de su Fundador San José de Calasanz, donde nació el año 1557. A la par de la Casa Madre de la Orden, San Pantaleo-Roma donde descansan sus venerados restos, el pueblito de Peralta constituye punto de encuentro y referencia necesaria para todos los Escolapios esparcidos por treinta y cuatro países.
Precisamente en este lugar tan significativo para la Orden, se va a abordar en contextos del siglo XXI un tema altamente decisivo para el futuro de la Institución; un tema capitular diferente a cualquier otro, novedoso, hecho para capitulares lúcidos, con visión de futuro: la reestructuración de la propia Orden o el NUEVO MAPA ESCOLAPIO.
Un punto –tal reestructuración- que puede marcar un ANTES y un DESPUES en el modo de trabajar y de ubicarse en el futuro inmediato la Obra de José de Calasanz; es obvio que la responsabilidad que recae sobre los capitulares es enorme. Seguramente que todos y cada uno de ellos la han pesado y la han medido; el postcapítulo los va a evaluar desde ese “test”, desde esa reestructuración.
Aparece como obvio que hipotéticas posturas o actitudes cerradas y egoístas -personales o locales, sea del lugar y Continente que fueren-, han de dejarse iluminar por el Espíritu, dando paso elegante y franco a los intereses comunes o grandes objetivos de la Orden. Porque un “mapa” de la Institución expresamente elaborado, constituye su hoja de ruta, marca sus tendencias de futuro, requiere sinfonía y comunión.
Desde fuera de la Asamblea capitular, ya desde ahora queremos decirles a los capitulares que no van a contentar a los Escolapios de a pie diciendo que han elaborado unos documentos impecables sobre nuestra escuela en clave de pastoral, la calidad en la práctica de nuestro ministerio, la formación inicial para ser escolapio, formación de nuestros educadores, educación extraescolar, perfil de la escuela escolapia, el centro de la misión escolapia: religiosos y laicos…
¿Por qué estos documentos no harían muy meritorio un trabajo capitular? Sencillamente, porque tales documentos ya entran en el Capítulo General con un perfil de alta calidad: quitar, añadir, mudar… no cambia sustancialmente nada las expectativas de la Orden cara al futuro; son documentos oportunos y además bien trabajados desde el precapítulo. Ahí los capitulares van a tener poco trabajo.
Sí cambiarán mucho esas expectativas de la Orden ofreciendo desde el 46º Capítulo General rutas nuevas, actores con más fuerza, propuestas institucionales más coherentes, reubicación de nuestras Comunidades y Obras en los escenarios del siglo XXI con más capacidad de respuesta a los nuevos signos de los tiempos…
Por ello, en actitud orante, fraterna y solidaria, el resto de los Escolapios os pedimos más o menos lo siguiente: no decepcionéis a la Orden con respuestas frustrantes; dadnos un mapa nuevo que: canalice mejor y optimice más nuestros recursos humanos, financieros y estructurales.
- sea coherente con un mundo globalizado, donde se comparten con agilidad bienes y servicios.
- ofrezca un paradigma nuevo de la presencia y del trabajo de los Escolapios en el mundo: emprendedor y creativo, más dinámico, más itinerante, más misionero.
- herede la visión y audacia del Fundador, que soñó en una sociedad nueva desde una educación de vanguardia, aspiró a la máxima calidad en sus Obras, persiguió con denuedo nuestra específica identidad carismática.
Sabemos que los preparativos para nuestros Capítulos Generales no escatiman esfuerzos humanos y recursos de toda índole; solamente resta que el Espíritu Santo se haga presente como en un nuevo Pentecostés en esa magna Asamblea y que el carisma de José de Calasanz aparezca una vez más espléndido y motivador para nosotros sus herederos.
José F. Unanua Pagola, escolapio
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Durante el próximo mes de julio, los PP. Escolapios celebran su 46º Capítulo General; se hace en un lugar emblemático para la Orden: Peralta, cuna de su Fundador San José de Calasanz, donde nació el año 1557. A la par de la Casa Madre de la Orden, San Pantaleo-Roma donde descansan sus venerados restos, el pueblito de Peralta constituye punto de encuentro y referencia necesaria para todos los Escolapios esparcidos por treinta y cuatro países.
Precisamente en este lugar tan significativo para la Orden, se va a abordar en contextos del siglo XXI un tema altamente decisivo para el futuro de la Institución; un tema capitular diferente a cualquier otro, novedoso, hecho para capitulares lúcidos, con visión de futuro: la reestructuración de la propia Orden o el NUEVO MAPA ESCOLAPIO.
Un punto –tal reestructuración- que puede marcar un ANTES y un DESPUES en el modo de trabajar y de ubicarse en el futuro inmediato la Obra de José de Calasanz; es obvio que la responsabilidad que recae sobre los capitulares es enorme. Seguramente que todos y cada uno de ellos la han pesado y la han medido; el postcapítulo los va a evaluar desde ese “test”, desde esa reestructuración.
Aparece como obvio que hipotéticas posturas o actitudes cerradas y egoístas -personales o locales, sea del lugar y Continente que fueren-, han de dejarse iluminar por el Espíritu, dando paso elegante y franco a los intereses comunes o grandes objetivos de la Orden. Porque un “mapa” de la Institución expresamente elaborado, constituye su hoja de ruta, marca sus tendencias de futuro, requiere sinfonía y comunión.
Desde fuera de la Asamblea capitular, ya desde ahora queremos decirles a los capitulares que no van a contentar a los Escolapios de a pie diciendo que han elaborado unos documentos impecables sobre nuestra escuela en clave de pastoral, la calidad en la práctica de nuestro ministerio, la formación inicial para ser escolapio, formación de nuestros educadores, educación extraescolar, perfil de la escuela escolapia, el centro de la misión escolapia: religiosos y laicos…
¿Por qué estos documentos no harían muy meritorio un trabajo capitular? Sencillamente, porque tales documentos ya entran en el Capítulo General con un perfil de alta calidad: quitar, añadir, mudar… no cambia sustancialmente nada las expectativas de la Orden cara al futuro; son documentos oportunos y además bien trabajados desde el precapítulo. Ahí los capitulares van a tener poco trabajo.
Sí cambiarán mucho esas expectativas de la Orden ofreciendo desde el 46º Capítulo General rutas nuevas, actores con más fuerza, propuestas institucionales más coherentes, reubicación de nuestras Comunidades y Obras en los escenarios del siglo XXI con más capacidad de respuesta a los nuevos signos de los tiempos…
Por ello, en actitud orante, fraterna y solidaria, el resto de los Escolapios os pedimos más o menos lo siguiente: no decepcionéis a la Orden con respuestas frustrantes; dadnos un mapa nuevo que: canalice mejor y optimice más nuestros recursos humanos, financieros y estructurales.
- sea coherente con un mundo globalizado, donde se comparten con agilidad bienes y servicios.
- ofrezca un paradigma nuevo de la presencia y del trabajo de los Escolapios en el mundo: emprendedor y creativo, más dinámico, más itinerante, más misionero.
- herede la visión y audacia del Fundador, que soñó en una sociedad nueva desde una educación de vanguardia, aspiró a la máxima calidad en sus Obras, persiguió con denuedo nuestra específica identidad carismática.
Sabemos que los preparativos para nuestros Capítulos Generales no escatiman esfuerzos humanos y recursos de toda índole; solamente resta que el Espíritu Santo se haga presente como en un nuevo Pentecostés en esa magna Asamblea y que el carisma de José de Calasanz aparezca una vez más espléndido y motivador para nosotros sus herederos.
Etiquetas: Capítulo, Escuela Pía
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