LOS NIÑOS EN ÁFRICA
Bartolomé Burgos
Director del CIDAF.
http://www.escuelaspias-td.es/vicariato/Galerias/Ninos/Marconin.htm
Nota:
En este artículo me refiero al África Subsahariana y, aún admitiendo que se dan variantes según países, a causa de situaciones de guerra y por razones culturales, el siguiente análisis conviene, proporcionalmente, a la mayoría de los países del África Subsahariana.
1 Puesto que ocupa el niño en la sociedad tradicional
Es imposible comprender la situación del niño Áfricano en la sociedad tradicional a menos que se le considere en el contexto del comunalismo que, a su vez se funda en el vitalismo. Según D. Etunga Manguelle "si hubiera que citar una sola característica de la cultura Africana , el punto de referencia fundamental sería seguramente la desaparición del individuo ante la comunidad." [1] Ser comunidad es parte integrante de la estructura personal del Áfricano y la afirmación de que la comunidad tiene derecho de precedencia sobre todos los individuos es universalmente aceptada.
El comunalismo Áfricano es un aspecto del vitalismo Áfricano, y ambos tienen por telón de fondo una concepción holista del mundo. También esta concepción sería aceptable para la mayor parte de los intelectuales Africanos. Suele decirse que para los Africanos la vida es el valor absoluto y el nacimiento de un niño es siempre acogido con alegría. Con todo, para el Áfricano lo sagrado no es la vida en sí, sino la vida de su grupo. El niño es apreciado en función del grupo, como refuerzo del mismo.
Según Menkiti Ifeani [2] , el Áfricano se convierte en persona solamente como efecto de un proceso de incorporación a la comunidad; la persona no existe desde el nacimiento, tiene que hacerse, y el individuo solamente adquiere derechos en la medida en que se va “personalizando”. La formación de una persona constituye todo un proceso y requiere un largo programa de transformaciones sociales y rituales hasta que la personalidad alcanza su madurez. Durante este largo proceso el cometido vital de la comunidad es catalizar y prescribir las normas que son interiorizadas por cada uno de los miembros individuales mediante la educación, las iniciaciones y otros ritos, de manera que cuando la sociedad los haya aceptado como personas totalmente adultas esas normas y principios habrán pasado a ser una segunda naturaleza. Sólo entonces la persona adquiere plenitud de derechos.
En este contexto hay que comprender los derechos y deberes del individuo en la sociedad y el objetivo de la educación tradicional: la identificación del individuo con la tradición y con el rol que la tradición le asigna en la sociedad. Dicha educación informal solía adquirirse en la familia y a ella colaboran los parientes, vecinos y algún que otro especialista. Los diferentes ritos de iniciación constituyen los momentos álgidos en el proceso educativo.
Las consecuencias de la vivencia comunitaria y el papel que juega la educación tradicional son evaluados diferentemente por los intelectuales Africanos. La mayoría consideran el sentido comunal como una de las características más positivas de la cultura Africana . El respeto a la tradición y a los mayores son considerados como los pilares de la sociedad. Pero hay intelectuales Africanos cuyo juicio sobre las consecuencias del comunalismo es muy riguroso. Según éstos el predominio de la comunidad sobre el individuo paraliza su originalidad y sofoca su iniciativa y su creatividad, o al menos las disminuye considerablemente.
"Así pues, ninguna iniciativa, ninguna audacia, ninguna aventura, ningún progreso. Es cierto que la tradición merece respeto, pero todo tiene sus límites. No tiene valor sino por lo que aporta al desarrollo y la realización del individuo, como agente, como condición y no como antinomia del progreso" [3]
2 Situación del niño Áfricano en la sociedad actual
En la sociedad Africana actual el comunalismo sigue vivo aunque menos operante. Se insiste más en las realizaciones y éxitos personales, en la educación, en la riqueza y menos en los roles que asignaba la sociedad tradicional. Con todo no puede decirse que la situación de los niños en las sociedades Africana s actuales haya mejorado. Al contrario. La condición de los niños en las sociedades Africana s actuales, tal como Tidiane Diakité [4] afirma que en las sociedades Africana s actuales no se cuida a los niños, no existen infraestructuras para ellos en las ciudades, y en las viviendas están totalmente sometidos a los adultos. Esta condición de sumisión se remonta a un lejano pasado:
Semejantes principios y métodos educativos son extremadamente inhibitorios y tienden a crear en el niño una mentalidad sumisa y reflejos de esclavo. Aperciben un hombre hecho a vivir agachado y no de pie, intelectualmente mudo y moralmente débil" [5]
La colonización introdujo la educación formal a gran escala a través de las escuelas. Con las independencias la escolarización tuvo un aumento impresionante y las escuelas se convirtieron en una de las grandes esperanzas de África. Como tantas otras instituciones introducidas por la colonización la escuela, en África, ha decepcionado. La carencia de medios ha hecho que la educación se deteriore. El problema de la multiplicidad de lenguas añade una dificultad suplementaria y para hacerle frente se propone el trilingüismo como solución: una lengua tribal, una lengua regional o nacional y una lengua internacional (Francés, Inglés, Árabe...). A favor de esta solución suele aducirse que los Africanos aprenden las lenguas fácilmente y la multiplicidad de lenguas es una riqueza cultural. Pero, dado el estado miserable en que se encuentran las escuelas en la mayoría de los estados Africanos, el aprendizaje de las lenguas es rudimentario. Dada la dependencia que tiene el pensamiento de la expresión lingüística para su eclosión y desarrollo, es indispensable el aprendizaje esmerado de al menos una lengua capaz de expresar las realidades de la vida moderna. Independientemente de la capacidad intelectual de un individuo, no existe un pensamiento claro y matizado si no se posee un control suficiente de la lengua. Este aspecto, al que no se suele dar importancia, está haciendo estragos en la educación de los niños Africanos.
La memorización como sistema es otro de los aspectos negativos de la educación formal en las escuelas africanas. La memorización es norma en las escuelas coránicas que han existido en África desde tiempos inmemoriales. Dada la falta de medios de que adolecen la inmensa mayoría de las escuelas, los inexistentes o raros libros de texto son remplazados por anotaciones que los profesores escriben el en encerado y que son transcritas fielmente por cada alumno en sus cuadernos, y confiadas luego a la memoria.
Tidiane Diakité describe larga y apasionadamente lo que él llama "depravación intelectual y moral de las escuelas de África". He aquí su conclusión:
"Pero lo más notable en lo que concierne a la enseñanza en África es, sin ningún género de duda, el estado moral de las escuelas africanas, es decir de los niños. La escuela africana parece más un establecimiento de adiestramiento incondicional de una juventud sacrificada. Los principios aplicados en la educación de los niños en el hogar siguen vigentes en la escuela. Naturalmente, es mucho más difícil formar un solo hombre responsable que amaestrar mil esclavos" [6]
El mensaje de los dos chicos guineanos de 14 y 15 años muertos el 2 de Agosto en el tren de aterrizaje de un Airbus Sabena, en el que volaban hacia la realización de sus sueños, apoya esa visión. En una carta encontrada sobre ellos en la que piden ayuda para África a los países occidentales se lee entre otras cosas: “En cuanto a los derechos del niño, en África, sobretodo en Guinea tenemos demasiadas escuelas, pero una gran carencia de educación y de enseñanza, excepto en las escuelas privadas”.
La mayoría de los niños Africanos trabajan pero es el tipo de trabajo en la familia, generalmente en tareas domésticas y del campo y que no es exagerado ni impide la asistencia a la escuela. Pero cada vez se va dando más el caso de los “niños de la calle”, los niños soldados y, en Sudan los niños esclavos, para quienes el trabajo es una dura imposición.
3 Niños en situaciones críticas
Lo dicho hasta ahora se refiere únicamente a deficiencias, no a situaciones críticas, sin embargo millones de niños Africanos viven situaciones dramáticas. Los africanos solían jactarse que sus instituciones sociales hacían imposible el que un niño se viera privado de familia y protección. Debido a la desintegración social y a los conflictos armados esto ha dejado de ser verdad. La estructura de clanes y la familia extendida ya no garantiza la protección de los niños. Con harta frecuencia, en sociedades patrilíneas son ahora las madres quienes tienen que hacer frente, en solitarias, a la crianza y educación de sus hijos. Cada vez son más numerosos los “niños de la calle” organizados en bandas para sobrevivir en las ciudades.
Las situaciones de guerra y de pobreza estructural están creando generaciones de niños “con riesgo” tanto físico como mental, debido a la malnutrición endémica y a experiencias aterradoras. La ONU acaba de condenar, por primera vez de manera explícita, la utilización de niños soldados. La ONU estima que existen unos 300 000 niños soldados, en el mundo, de los cuales más de 120 000 están en África. Siempre según estimaciones de la ONU hay más de 20 millones de niños desplazados a causa de las guerras, que durante estos últimos años, han causado entre ellos 2 millones de víctimas mortales y 6 millones de heridos graves y mutilados permanentes. Las minas anti-persona son responsables de gran número de estas mutilaciones. En África entre los países más afectados por la plaga de las minas se cuentan Angola, Eritrea, Etiopía, Mozambique, Somalia y sudan, entre otros.
Los niños soldados son enviados al frente, a veces en primera línea, drogados y con una falta total de preparación militar. Se les utiliza como espías, como detectores de minas, y como objetos sexuales. De todas estas miserias los niños Africanos se llevan la parte del león. Casos particularmente odiosos son los de Sierra Leona en donde los niños han sido utilizados para cometer los crímenes mas atroces: marcados con cicatrices que les delataban como guerrilleros del FRU (Frente Revolucionario Unido), drogados y sometidos a toda clase de presiones. Las atrocidades que estos niños soldados han cometido son indescriptibles, llegando incluso a amputar miembros a niños de pecho y destripar a mujeres encinta.
En Uganda el LRA (Lord Resistence Army) de Joseph Koni ha hecho cometer a los niños atrocidades si cabe aún más odiosas. Raptados de sus poblados, estos niños y niñas eran obligados a pegar e incluso asesinar a sus mismos compañeros de la forma más cruel, a fin de condicionarlos y convertirlos en máquinas de matar. Saqueo, violaciones, torturas y asesinatos son ocupaciones habituales de estos niños guerrilleros. Los destrozos emocionales y mentales que tales experiencias causan en los niños soldados son devastadores. Muchos de ellos serán tarados psíquicos irrecuperables. El gobierno de Uganda en colaboración con algunas ONGs han intentado rehabilitar a algunos de los niños guerrilleros rescatados del LRA de Joseph Koni. Se observa en estos niños reacciones sumamente perturbadoras, en el contexto de un comportamiento infantil más o menos normal. Momentos de ensimismamiento y de ausencia pueden ir seguidos de explosiones de violencia incontrolable, como la de aquel niño rescatado a los guerrilleros del Lord Resistence Army. De vuelta a su poblado entró en un ensimismamiento y en un mutismo total. Sentado bajo un árbol contempla, en silencio, a su hermana menor que se entretiene jugando. A un momento dado se levanta lentamente, coge un machete, de los que se utilizan para cortar leña, y golpea con él a su hermana hasta matarla. Luego se sienta bajo el mismo árbol y allí lo encuentran ensimismado y en silencio.
Las consecuencias desastrosas que está teniendo la guerra de Sudán sobre los niños son incalculables. La mayoría de los niños y de los jóvenes del Sur y del Oeste del país han nacido y crecido en campos de refugiados y desplazados, o bien en ciudades cercadas a donde no se puede entrar ni salir si no es por avión. A la inseguridad de los bombardeos y ataques militares se une el hambre incesante. La televisión nos ha acostumbrado a ver fotos de niños cadavéricos que no son casos aislados. En el mejor de los casos los niños comen una vez al día, sobre todo en las épocas en que cesan los vuelos de ayuda humanitaria. La malnutrición es lo normal, con graves consecuencias físicas y mentales a largo plazo. A corto plazo enfermedades que en condiciones normales serían consideradas como benignas, se convierten en mortíferas. En estas condiciones, las muertes causadas por enfermedades como el paludismo o la disentería son incomparablemente más numerosas que las causadas por la guerra.
Los niños esclavos en Sudán nos son conocidos por haber sido aireados en la prensa nacional. La existencia de niños esclavos en Sudan es indiscutible si bien no todos los sudaneses les llamarían así. Tengo mis reservas en cuanto a los métodos empleados para rescatarlos y en cuanto a la publicidad de que a veces han sido objeto. Tienen el mérito de habernos hecho tomar conciencia del problema. Hay sospechas de que intereses ajenos a Sudán estén prolongando una guerra de consecuencias tan desastrosas para la población y sobre todo para la población infantil.
El SIDA es otra de las grandes plagas que afectan a los niños Africanos. Por tomar un caso concreto, en Rwanda más de 130.000 niños de menos de cinco años están infectados por el virus del SIDA. Así lo afirmaba el día 26 de Julio de 1999 el director del Programa Nacional rwandés de lucha contra el SIDA. De 1981 a esta parte 55 000 niños han muerto a consecuencia del SIDA. El Programa Nacional de lucha contra el SIDA rwandés prevé que, a menos que se lleve a cabo un programa de prevención eficaz, para el 2012 el número de niños infectados por el SIDA se habrá triplicado en Rwanda. El caso de Rwanda nos da una idea de la situación en que se encuentran los niños en África en lo que al SIDA se refiere. Rwanda es un pequeño país, con una población de unos 7.5 millones de habitantes. África cuenta con una población total de unos 750 millones de habitantes.
Según el último estudio de Unicef, en Zambia 1.6 millones de niños, es decir un 34% de menos de 15, años serían huérfanos de padre o madre y un 10% serían huérfanos de padre y madre. Más de 90.000 de estos niños abandonados se agrupan en bandas infantiles para sobrevivir en las grandes ciudades como Lusaka.
Con todo, en términos generales, la situación sanitaria del niño Áfricano ha mejorado. La mortalidad infantil en África subsahariana ha pasado de 200 por 1000 en 1975 a 139 por 1000 en 1997. Comparativamente queda mucho por hacer ya que, mientras que en los países menos desarrollados el 40% de las defunciones corresponden a niños menores de 5 años, en los países desarrollados les corresponde un 1%.
El análisis hecho hasta el momento puede parecer abrumador, sobre todo la situación de los niños en situaciones críticas. Con todo la mayoría de los niños Africanos viven en condiciones de normalidad, aunque en pobreza. Incluso los que viven en situación de crisis, por ejemplo aquellos que viven en campos de desplazados y sufriendo continuas hambrunas, muestran una gran vitalidad y una capacidad de recuperación considerable.
Conclusión
No parece que la situación de los niños Africanos vaya a mejorar de manera notoria a corto plazo. La mejora de sus condiciones de vida va ligada a la mejora del continente en general y ésta va a ser lenta, a largo plazo y con altos y bajos, según países. Al presidente de Suráfrica, Thabo Mbeki, le gusta hablar del “renacimiento africano”. Quizás esta expresión sea un tanto optimista y manifieste un deseo más que una realidad, pero si se están dando algunos signos esperanzadores. Se da hoy una corriente crítica entre los intelectuales Africanos que me parece novedosa. Hasta tiempos muy recientes los africanos, y sus intelectuales no eran excepción, tendían a explicar la crisis y los problemas de África por causas enteramente externas: el mercado de esclavos, la colonización y el neocolonialismo. Hay actualmente una corriente autocrítica que, sin ignorar las causas externas de los problemas que afectan a África, insisten en la responsabilidad que tuvieron los Africanos en aquellos acontecimientos y en la responsabilidad que siguen teniendo en problemas heredados de entonces que aún perduran y en nuevos problemas que ellos mismos han creado después de las independencias. La creatividad presupone un espíritu crítico y la aceptación de la propia responsabilidad es condición indispensable para superar el estancamiento a que buen número de intelectuales africanos nos tenían acostumbrados. Entre los africanos actuales se da un pensamiento filosófico y político válido así como unos análisis socioeconómicos acertados. A pesar del decaimiento de las universidades se hacen esfuerzos por una renovación científica y tecnológica. Del sector informal están surgiendo estructuras dinámicas. Aunque en términos generales la mujer sigue sometida e incluso oprimida, la mujer africana está jugando un papel cada vez más activo hasta el punto de que, sin darnos cuenta, quizás estemos en presencia de una auténtica revolución social que tiene a la mujer como su principal protagonista. En política y en economía se están realizando esfuerzos de cooperación y van surgiendo bloques de países con vocación integradora. Incluso los movimientos migratorios incontenibles, a pesar de su ambigüedad, reflejan una voluntad de mejorar su suerte, una cierta osadía y, sin duda alguna, un gran dinamismo que por otra parte podría quizás estar mejor orientado.
Después de haber señalado la responsabilidad que los africanos tienen de su propia historia cabe también insistir en la responsabilidad que incumbe a Occidente. Tiene una responsabilidad histórica evidente que no voy a analizar. Además, las ayudas que África ha recibido de Occidente después de las independencias son, cuando menos, ambiguas. Teniendo en cuenta la imposición del libre mercado, y las intervenciones de las grandes potencias en África, cabe preguntarse cuales son los verdaderos motivos que determinan la política Africana de Occidente. Sin el beneplácito de Occidente, un “renacimiento africano” que ponga a África sobre sus pies va a ser muy difícil si no imposible.
Bartolomé Burgos
Director del CIDAF.
3 Informe de UNICEF: “Estado mundial de la infancia 2002”
Datos
Partos atendidos por personal especializado:
Asia Meridional: 29%
África. 37%
Países desarrollados: 94%
Posibilidad de que muera la madre durante el embarazo:
Áfr. Subsaha.: 1 de cada 13
Países industr.: 1 de cada 4.085
Nacimientos no registrados:
África Subsahariana: 78%
Asia Central: 44%
Europa: 3%
Disminuir la malnutrición infantil
Meta de la Cumbre mundial de la infancia (1990):
Reducir entre 1990-2000: 50%
Realidad:
Paises en desarrollo: disminuye en un 17%
África: ha aumentado
Mejoramiento en el suministro de agua 1995-2000:
África: de 48% a 54%
Asia: de 70% a 75%
Mejoramiento del alcance de los servicios de saneamiento de 1995-2000
Asia: 25% - 37%
África: 38% - 49%
Ablación genital femenina:
franca mejora: prohibido en Kenia, Senegal, Burkina...
Escolarización nivel primario 1990-1998:
África Subsahariana.: 34% - 60%
Asia Meridional y Occidental: 67% - 74%
Mortandad infantil a causa del sida:
Niños menores de 5 años: Proyección 2000 a 2005
Botswana: 64%
Zimbabue: 50%
Sudáfrica: 50%
Namibia: 48
Kenia: 35%
Mozambique: 26%
Zambia: 25%
Liberia: 22%
Tanzania: 20%
Costa de Marfil: 17%
Huérfanos del Sida menores de 15 años (madre o ambos progenitores), en el año 2000
África: 10.540.000
Asia: 829.000
América Latina y caribe: 175.00
Cambiar el mundo con los niños
Educar a todos los niños.
Niños de Liberia decididos a cambiar su destino
Campaña”Decir sí por los niños”: bien establecida en África
Acciones que pueden cambiar el mundo
Escuelas para progenitores
Lucha contra el sida en las escuelas: Tanzania
Educación de las niñas
Protocolo facultativo de la Convención sobre los derechos del niño: la participación de los niños en los conflictos armados
- No se recluten obligatoriamente a menores de 18 años
- Ningún miembro de sus fuerzas armadas menores de 18 años participe en hostilidades.
Protocolo facultativo de la Convención sobre los derechos del niño:
Prohíbe la venta de niños, la prostitución infantil y la venta de niños en pornografía
Define cada uno de esos términos
Asistencia de los países ricos:
Desde 1,06 hasta 0,7%: Dinamarca, Holanda, Suecia, Noruega, Luxemburgo
Francia: 0,33
Gran Bretaña: 0,31
Irlanda: 0,30
España. 0,24
Italia: 0,13
EE.UU.: 0,10
África tomo una posición conjunta como región en el Foro Panafricano en favor de la infancia
Notas
[1] D. Etounga Manguelle, L'Afrique a-t-elle besoin d'un programme d'ajustement culturel? , Editions Nouvelles du Sud, Ivry-sur-Seine,1991, p. 52.
[2] Person and community in Áfrican Traditional Thought , in Áfrican philosophy, edited by R.A. Wright, University Press of America, 1984.
[3] Tidiane Diakité, L'Afrique malade d'elle- même, 1986, p 138.
[4] Tidiane Diakité, L'Afrique malade d'elle-même, 1986, pp.107-110.
[5] Ibidem, p. 109; En la misma línea de pensamiento ver también Jean Baptiste N'Tandou, L'Afrique mystifiée, 1986, pp. 104-107.
[6] Tidiane Diakité, Op. Cit. pp. 11-123 (cita pp.114- 115
Director del CIDAF.
http://www.escuelaspias-td.es/vicariato/Galerias/Ninos/Marconin.htm
Nota:
En este artículo me refiero al África Subsahariana y, aún admitiendo que se dan variantes según países, a causa de situaciones de guerra y por razones culturales, el siguiente análisis conviene, proporcionalmente, a la mayoría de los países del África Subsahariana.
1 Puesto que ocupa el niño en la sociedad tradicional
Es imposible comprender la situación del niño Áfricano en la sociedad tradicional a menos que se le considere en el contexto del comunalismo que, a su vez se funda en el vitalismo. Según D. Etunga Manguelle "si hubiera que citar una sola característica de la cultura Africana , el punto de referencia fundamental sería seguramente la desaparición del individuo ante la comunidad." [1] Ser comunidad es parte integrante de la estructura personal del Áfricano y la afirmación de que la comunidad tiene derecho de precedencia sobre todos los individuos es universalmente aceptada.
El comunalismo Áfricano es un aspecto del vitalismo Áfricano, y ambos tienen por telón de fondo una concepción holista del mundo. También esta concepción sería aceptable para la mayor parte de los intelectuales Africanos. Suele decirse que para los Africanos la vida es el valor absoluto y el nacimiento de un niño es siempre acogido con alegría. Con todo, para el Áfricano lo sagrado no es la vida en sí, sino la vida de su grupo. El niño es apreciado en función del grupo, como refuerzo del mismo.
Según Menkiti Ifeani [2] , el Áfricano se convierte en persona solamente como efecto de un proceso de incorporación a la comunidad; la persona no existe desde el nacimiento, tiene que hacerse, y el individuo solamente adquiere derechos en la medida en que se va “personalizando”. La formación de una persona constituye todo un proceso y requiere un largo programa de transformaciones sociales y rituales hasta que la personalidad alcanza su madurez. Durante este largo proceso el cometido vital de la comunidad es catalizar y prescribir las normas que son interiorizadas por cada uno de los miembros individuales mediante la educación, las iniciaciones y otros ritos, de manera que cuando la sociedad los haya aceptado como personas totalmente adultas esas normas y principios habrán pasado a ser una segunda naturaleza. Sólo entonces la persona adquiere plenitud de derechos.
En este contexto hay que comprender los derechos y deberes del individuo en la sociedad y el objetivo de la educación tradicional: la identificación del individuo con la tradición y con el rol que la tradición le asigna en la sociedad. Dicha educación informal solía adquirirse en la familia y a ella colaboran los parientes, vecinos y algún que otro especialista. Los diferentes ritos de iniciación constituyen los momentos álgidos en el proceso educativo.
Las consecuencias de la vivencia comunitaria y el papel que juega la educación tradicional son evaluados diferentemente por los intelectuales Africanos. La mayoría consideran el sentido comunal como una de las características más positivas de la cultura Africana . El respeto a la tradición y a los mayores son considerados como los pilares de la sociedad. Pero hay intelectuales Africanos cuyo juicio sobre las consecuencias del comunalismo es muy riguroso. Según éstos el predominio de la comunidad sobre el individuo paraliza su originalidad y sofoca su iniciativa y su creatividad, o al menos las disminuye considerablemente.
"Así pues, ninguna iniciativa, ninguna audacia, ninguna aventura, ningún progreso. Es cierto que la tradición merece respeto, pero todo tiene sus límites. No tiene valor sino por lo que aporta al desarrollo y la realización del individuo, como agente, como condición y no como antinomia del progreso" [3]
2 Situación del niño Áfricano en la sociedad actual
En la sociedad Africana actual el comunalismo sigue vivo aunque menos operante. Se insiste más en las realizaciones y éxitos personales, en la educación, en la riqueza y menos en los roles que asignaba la sociedad tradicional. Con todo no puede decirse que la situación de los niños en las sociedades Africana s actuales haya mejorado. Al contrario. La condición de los niños en las sociedades Africana s actuales, tal como Tidiane Diakité [4] afirma que en las sociedades Africana s actuales no se cuida a los niños, no existen infraestructuras para ellos en las ciudades, y en las viviendas están totalmente sometidos a los adultos. Esta condición de sumisión se remonta a un lejano pasado:
Semejantes principios y métodos educativos son extremadamente inhibitorios y tienden a crear en el niño una mentalidad sumisa y reflejos de esclavo. Aperciben un hombre hecho a vivir agachado y no de pie, intelectualmente mudo y moralmente débil" [5]
La colonización introdujo la educación formal a gran escala a través de las escuelas. Con las independencias la escolarización tuvo un aumento impresionante y las escuelas se convirtieron en una de las grandes esperanzas de África. Como tantas otras instituciones introducidas por la colonización la escuela, en África, ha decepcionado. La carencia de medios ha hecho que la educación se deteriore. El problema de la multiplicidad de lenguas añade una dificultad suplementaria y para hacerle frente se propone el trilingüismo como solución: una lengua tribal, una lengua regional o nacional y una lengua internacional (Francés, Inglés, Árabe...). A favor de esta solución suele aducirse que los Africanos aprenden las lenguas fácilmente y la multiplicidad de lenguas es una riqueza cultural. Pero, dado el estado miserable en que se encuentran las escuelas en la mayoría de los estados Africanos, el aprendizaje de las lenguas es rudimentario. Dada la dependencia que tiene el pensamiento de la expresión lingüística para su eclosión y desarrollo, es indispensable el aprendizaje esmerado de al menos una lengua capaz de expresar las realidades de la vida moderna. Independientemente de la capacidad intelectual de un individuo, no existe un pensamiento claro y matizado si no se posee un control suficiente de la lengua. Este aspecto, al que no se suele dar importancia, está haciendo estragos en la educación de los niños Africanos.
La memorización como sistema es otro de los aspectos negativos de la educación formal en las escuelas africanas. La memorización es norma en las escuelas coránicas que han existido en África desde tiempos inmemoriales. Dada la falta de medios de que adolecen la inmensa mayoría de las escuelas, los inexistentes o raros libros de texto son remplazados por anotaciones que los profesores escriben el en encerado y que son transcritas fielmente por cada alumno en sus cuadernos, y confiadas luego a la memoria.
Tidiane Diakité describe larga y apasionadamente lo que él llama "depravación intelectual y moral de las escuelas de África". He aquí su conclusión:
"Pero lo más notable en lo que concierne a la enseñanza en África es, sin ningún género de duda, el estado moral de las escuelas africanas, es decir de los niños. La escuela africana parece más un establecimiento de adiestramiento incondicional de una juventud sacrificada. Los principios aplicados en la educación de los niños en el hogar siguen vigentes en la escuela. Naturalmente, es mucho más difícil formar un solo hombre responsable que amaestrar mil esclavos" [6]
El mensaje de los dos chicos guineanos de 14 y 15 años muertos el 2 de Agosto en el tren de aterrizaje de un Airbus Sabena, en el que volaban hacia la realización de sus sueños, apoya esa visión. En una carta encontrada sobre ellos en la que piden ayuda para África a los países occidentales se lee entre otras cosas: “En cuanto a los derechos del niño, en África, sobretodo en Guinea tenemos demasiadas escuelas, pero una gran carencia de educación y de enseñanza, excepto en las escuelas privadas”.
La mayoría de los niños Africanos trabajan pero es el tipo de trabajo en la familia, generalmente en tareas domésticas y del campo y que no es exagerado ni impide la asistencia a la escuela. Pero cada vez se va dando más el caso de los “niños de la calle”, los niños soldados y, en Sudan los niños esclavos, para quienes el trabajo es una dura imposición.
3 Niños en situaciones críticas
Lo dicho hasta ahora se refiere únicamente a deficiencias, no a situaciones críticas, sin embargo millones de niños Africanos viven situaciones dramáticas. Los africanos solían jactarse que sus instituciones sociales hacían imposible el que un niño se viera privado de familia y protección. Debido a la desintegración social y a los conflictos armados esto ha dejado de ser verdad. La estructura de clanes y la familia extendida ya no garantiza la protección de los niños. Con harta frecuencia, en sociedades patrilíneas son ahora las madres quienes tienen que hacer frente, en solitarias, a la crianza y educación de sus hijos. Cada vez son más numerosos los “niños de la calle” organizados en bandas para sobrevivir en las ciudades.
Las situaciones de guerra y de pobreza estructural están creando generaciones de niños “con riesgo” tanto físico como mental, debido a la malnutrición endémica y a experiencias aterradoras. La ONU acaba de condenar, por primera vez de manera explícita, la utilización de niños soldados. La ONU estima que existen unos 300 000 niños soldados, en el mundo, de los cuales más de 120 000 están en África. Siempre según estimaciones de la ONU hay más de 20 millones de niños desplazados a causa de las guerras, que durante estos últimos años, han causado entre ellos 2 millones de víctimas mortales y 6 millones de heridos graves y mutilados permanentes. Las minas anti-persona son responsables de gran número de estas mutilaciones. En África entre los países más afectados por la plaga de las minas se cuentan Angola, Eritrea, Etiopía, Mozambique, Somalia y sudan, entre otros.
Los niños soldados son enviados al frente, a veces en primera línea, drogados y con una falta total de preparación militar. Se les utiliza como espías, como detectores de minas, y como objetos sexuales. De todas estas miserias los niños Africanos se llevan la parte del león. Casos particularmente odiosos son los de Sierra Leona en donde los niños han sido utilizados para cometer los crímenes mas atroces: marcados con cicatrices que les delataban como guerrilleros del FRU (Frente Revolucionario Unido), drogados y sometidos a toda clase de presiones. Las atrocidades que estos niños soldados han cometido son indescriptibles, llegando incluso a amputar miembros a niños de pecho y destripar a mujeres encinta.
En Uganda el LRA (Lord Resistence Army) de Joseph Koni ha hecho cometer a los niños atrocidades si cabe aún más odiosas. Raptados de sus poblados, estos niños y niñas eran obligados a pegar e incluso asesinar a sus mismos compañeros de la forma más cruel, a fin de condicionarlos y convertirlos en máquinas de matar. Saqueo, violaciones, torturas y asesinatos son ocupaciones habituales de estos niños guerrilleros. Los destrozos emocionales y mentales que tales experiencias causan en los niños soldados son devastadores. Muchos de ellos serán tarados psíquicos irrecuperables. El gobierno de Uganda en colaboración con algunas ONGs han intentado rehabilitar a algunos de los niños guerrilleros rescatados del LRA de Joseph Koni. Se observa en estos niños reacciones sumamente perturbadoras, en el contexto de un comportamiento infantil más o menos normal. Momentos de ensimismamiento y de ausencia pueden ir seguidos de explosiones de violencia incontrolable, como la de aquel niño rescatado a los guerrilleros del Lord Resistence Army. De vuelta a su poblado entró en un ensimismamiento y en un mutismo total. Sentado bajo un árbol contempla, en silencio, a su hermana menor que se entretiene jugando. A un momento dado se levanta lentamente, coge un machete, de los que se utilizan para cortar leña, y golpea con él a su hermana hasta matarla. Luego se sienta bajo el mismo árbol y allí lo encuentran ensimismado y en silencio.
Las consecuencias desastrosas que está teniendo la guerra de Sudán sobre los niños son incalculables. La mayoría de los niños y de los jóvenes del Sur y del Oeste del país han nacido y crecido en campos de refugiados y desplazados, o bien en ciudades cercadas a donde no se puede entrar ni salir si no es por avión. A la inseguridad de los bombardeos y ataques militares se une el hambre incesante. La televisión nos ha acostumbrado a ver fotos de niños cadavéricos que no son casos aislados. En el mejor de los casos los niños comen una vez al día, sobre todo en las épocas en que cesan los vuelos de ayuda humanitaria. La malnutrición es lo normal, con graves consecuencias físicas y mentales a largo plazo. A corto plazo enfermedades que en condiciones normales serían consideradas como benignas, se convierten en mortíferas. En estas condiciones, las muertes causadas por enfermedades como el paludismo o la disentería son incomparablemente más numerosas que las causadas por la guerra.
Los niños esclavos en Sudán nos son conocidos por haber sido aireados en la prensa nacional. La existencia de niños esclavos en Sudan es indiscutible si bien no todos los sudaneses les llamarían así. Tengo mis reservas en cuanto a los métodos empleados para rescatarlos y en cuanto a la publicidad de que a veces han sido objeto. Tienen el mérito de habernos hecho tomar conciencia del problema. Hay sospechas de que intereses ajenos a Sudán estén prolongando una guerra de consecuencias tan desastrosas para la población y sobre todo para la población infantil.
El SIDA es otra de las grandes plagas que afectan a los niños Africanos. Por tomar un caso concreto, en Rwanda más de 130.000 niños de menos de cinco años están infectados por el virus del SIDA. Así lo afirmaba el día 26 de Julio de 1999 el director del Programa Nacional rwandés de lucha contra el SIDA. De 1981 a esta parte 55 000 niños han muerto a consecuencia del SIDA. El Programa Nacional de lucha contra el SIDA rwandés prevé que, a menos que se lleve a cabo un programa de prevención eficaz, para el 2012 el número de niños infectados por el SIDA se habrá triplicado en Rwanda. El caso de Rwanda nos da una idea de la situación en que se encuentran los niños en África en lo que al SIDA se refiere. Rwanda es un pequeño país, con una población de unos 7.5 millones de habitantes. África cuenta con una población total de unos 750 millones de habitantes.
Según el último estudio de Unicef, en Zambia 1.6 millones de niños, es decir un 34% de menos de 15, años serían huérfanos de padre o madre y un 10% serían huérfanos de padre y madre. Más de 90.000 de estos niños abandonados se agrupan en bandas infantiles para sobrevivir en las grandes ciudades como Lusaka.
Con todo, en términos generales, la situación sanitaria del niño Áfricano ha mejorado. La mortalidad infantil en África subsahariana ha pasado de 200 por 1000 en 1975 a 139 por 1000 en 1997. Comparativamente queda mucho por hacer ya que, mientras que en los países menos desarrollados el 40% de las defunciones corresponden a niños menores de 5 años, en los países desarrollados les corresponde un 1%.
El análisis hecho hasta el momento puede parecer abrumador, sobre todo la situación de los niños en situaciones críticas. Con todo la mayoría de los niños Africanos viven en condiciones de normalidad, aunque en pobreza. Incluso los que viven en situación de crisis, por ejemplo aquellos que viven en campos de desplazados y sufriendo continuas hambrunas, muestran una gran vitalidad y una capacidad de recuperación considerable.
Conclusión
No parece que la situación de los niños Africanos vaya a mejorar de manera notoria a corto plazo. La mejora de sus condiciones de vida va ligada a la mejora del continente en general y ésta va a ser lenta, a largo plazo y con altos y bajos, según países. Al presidente de Suráfrica, Thabo Mbeki, le gusta hablar del “renacimiento africano”. Quizás esta expresión sea un tanto optimista y manifieste un deseo más que una realidad, pero si se están dando algunos signos esperanzadores. Se da hoy una corriente crítica entre los intelectuales Africanos que me parece novedosa. Hasta tiempos muy recientes los africanos, y sus intelectuales no eran excepción, tendían a explicar la crisis y los problemas de África por causas enteramente externas: el mercado de esclavos, la colonización y el neocolonialismo. Hay actualmente una corriente autocrítica que, sin ignorar las causas externas de los problemas que afectan a África, insisten en la responsabilidad que tuvieron los Africanos en aquellos acontecimientos y en la responsabilidad que siguen teniendo en problemas heredados de entonces que aún perduran y en nuevos problemas que ellos mismos han creado después de las independencias. La creatividad presupone un espíritu crítico y la aceptación de la propia responsabilidad es condición indispensable para superar el estancamiento a que buen número de intelectuales africanos nos tenían acostumbrados. Entre los africanos actuales se da un pensamiento filosófico y político válido así como unos análisis socioeconómicos acertados. A pesar del decaimiento de las universidades se hacen esfuerzos por una renovación científica y tecnológica. Del sector informal están surgiendo estructuras dinámicas. Aunque en términos generales la mujer sigue sometida e incluso oprimida, la mujer africana está jugando un papel cada vez más activo hasta el punto de que, sin darnos cuenta, quizás estemos en presencia de una auténtica revolución social que tiene a la mujer como su principal protagonista. En política y en economía se están realizando esfuerzos de cooperación y van surgiendo bloques de países con vocación integradora. Incluso los movimientos migratorios incontenibles, a pesar de su ambigüedad, reflejan una voluntad de mejorar su suerte, una cierta osadía y, sin duda alguna, un gran dinamismo que por otra parte podría quizás estar mejor orientado.
Después de haber señalado la responsabilidad que los africanos tienen de su propia historia cabe también insistir en la responsabilidad que incumbe a Occidente. Tiene una responsabilidad histórica evidente que no voy a analizar. Además, las ayudas que África ha recibido de Occidente después de las independencias son, cuando menos, ambiguas. Teniendo en cuenta la imposición del libre mercado, y las intervenciones de las grandes potencias en África, cabe preguntarse cuales son los verdaderos motivos que determinan la política Africana de Occidente. Sin el beneplácito de Occidente, un “renacimiento africano” que ponga a África sobre sus pies va a ser muy difícil si no imposible.
Bartolomé Burgos
Director del CIDAF.
3 Informe de UNICEF: “Estado mundial de la infancia 2002”
Datos
Partos atendidos por personal especializado:
Asia Meridional: 29%
África. 37%
Países desarrollados: 94%
Posibilidad de que muera la madre durante el embarazo:
Áfr. Subsaha.: 1 de cada 13
Países industr.: 1 de cada 4.085
Nacimientos no registrados:
África Subsahariana: 78%
Asia Central: 44%
Europa: 3%
Disminuir la malnutrición infantil
Meta de la Cumbre mundial de la infancia (1990):
Reducir entre 1990-2000: 50%
Realidad:
Paises en desarrollo: disminuye en un 17%
África: ha aumentado
Mejoramiento en el suministro de agua 1995-2000:
África: de 48% a 54%
Asia: de 70% a 75%
Mejoramiento del alcance de los servicios de saneamiento de 1995-2000
Asia: 25% - 37%
África: 38% - 49%
Ablación genital femenina:
franca mejora: prohibido en Kenia, Senegal, Burkina...
Escolarización nivel primario 1990-1998:
África Subsahariana.: 34% - 60%
Asia Meridional y Occidental: 67% - 74%
Mortandad infantil a causa del sida:
Niños menores de 5 años: Proyección 2000 a 2005
Botswana: 64%
Zimbabue: 50%
Sudáfrica: 50%
Namibia: 48
Kenia: 35%
Mozambique: 26%
Zambia: 25%
Liberia: 22%
Tanzania: 20%
Costa de Marfil: 17%
Huérfanos del Sida menores de 15 años (madre o ambos progenitores), en el año 2000
África: 10.540.000
Asia: 829.000
América Latina y caribe: 175.00
Cambiar el mundo con los niños
Educar a todos los niños.
Niños de Liberia decididos a cambiar su destino
Campaña”Decir sí por los niños”: bien establecida en África
Acciones que pueden cambiar el mundo
Escuelas para progenitores
Lucha contra el sida en las escuelas: Tanzania
Educación de las niñas
Protocolo facultativo de la Convención sobre los derechos del niño: la participación de los niños en los conflictos armados
- No se recluten obligatoriamente a menores de 18 años
- Ningún miembro de sus fuerzas armadas menores de 18 años participe en hostilidades.
Protocolo facultativo de la Convención sobre los derechos del niño:
Prohíbe la venta de niños, la prostitución infantil y la venta de niños en pornografía
Define cada uno de esos términos
Asistencia de los países ricos:
Desde 1,06 hasta 0,7%: Dinamarca, Holanda, Suecia, Noruega, Luxemburgo
Francia: 0,33
Gran Bretaña: 0,31
Irlanda: 0,30
España. 0,24
Italia: 0,13
EE.UU.: 0,10
África tomo una posición conjunta como región en el Foro Panafricano en favor de la infancia
Notas
[1] D. Etounga Manguelle, L'Afrique a-t-elle besoin d'un programme d'ajustement culturel? , Editions Nouvelles du Sud, Ivry-sur-Seine,1991, p. 52.
[2] Person and community in Áfrican Traditional Thought , in Áfrican philosophy, edited by R.A. Wright, University Press of America, 1984.
[3] Tidiane Diakité, L'Afrique malade d'elle- même, 1986, p 138.
[4] Tidiane Diakité, L'Afrique malade d'elle-même, 1986, pp.107-110.
[5] Ibidem, p. 109; En la misma línea de pensamiento ver también Jean Baptiste N'Tandou, L'Afrique mystifiée, 1986, pp. 104-107.
[6] Tidiane Diakité, Op. Cit. pp. 11-123 (cita pp.114- 115
Etiquetas: Africa, Antropología, Niñez
<< Home