Carta de Carlos Mejía Godoy a la …
... Señora Murillo
Carlos Mejía Godoy
VI. 2008
Por medio de la presente, quiero expresar mi firme y formal protesta por el uso y abuso que el partido de Gobierno está llevando a cabo, con mi canción titulada La Consigna.
Como ya expresé hace dos años, a raíz de la muerte de nuestro hermano Herty Lewites, la única obra musical de mi autoría que yo cedí al Frente Sandinista, cuando yo pertenecí a sus filas, es el llamado Himno de la Unidad Sandinista.
Todo el resto de mi modesta, pero digna obra musical y literaria, está registrada en la SGAE (Sociedad General de Autores de España), con mi código de socio LW -355477.
Hace menos de 24 horas he enviado un correo a España, para manifestarles que se nieguen rotundamente a autorizar al Partido FSLN y al Gobierno de Nicaragua, de cara a la difusión, explotación y comercialización de las 208 canciones, que conforman mi patrimonio artístico, que será —igual que mi dignidad patriótica y revolucionaria— la única herencia que dejaré a mis hijos.
En el contexto dramático que vive nuestro pueblo, amenazado nuevamente con otra dictadura familiar, réplica sórdida de la tiranía de los Somoza, no puedo permitir que las canciones, inspiradas precisamente en el sacrificio e inmolación de miles de hermanos nicaragüenses, sirvan de fondo musical, para continuar —desde las tarimas enfloradas— la tragicomedia más vergonzosa de los últimos años.
Y como tengo todo el derecho a dudar de la aplicación de las leyes en mi país, ya que la Justicia está secuestrada por el llamado pacto libero-sandinista, siempre voy a acudir a los tribunales nacionales, pero así mismo buscaré respaldo en el ámbito internacional, como miembro que soy de la SGAE, organismo de derechos de autor, con proyección mundial.
Y aprovecho esta oportunidad para denunciar el atropello contra La Moralimpia, convirtiéndola en el fondo musical de los largos y aburridos discursos del caudillo. Si la familia de Justo Santos —como suponemos— recibe los royalties de ley por el uso y el abuso, no tengo ‘vela en ese entierro’. Lo único que exijo es que la versión que nosotros grabamos en España y que es la que la familia gobernante utiliza, sea retirada de los medios oficiales (radio y TV). Les doy una semana para hacerlo.
Y como los demagogos del Canal 4 y Radio Ya, van a empezar a ladrar, diciendo que yo ando en busca de dinero, les recuerdo lo mismo que le dije a Lupillo Rivera, cuando intentó destrozar nuestra canción Son tus Perjúmenes Mujer. Esta no es una demanda económica, sino moral. No obstante, aclaramos: si persisten en abusar de la obra musical que no les pertenece, entonces sí habrá lugar a una demanda jurídica internacional. Y óigase bien, todo lo que produzca dicha demanda, no tocará las yemas de mis dedos, sino que irá directamente al fondo para continuar la lucha por la democracia.
Finalmente, quiero expresar al pueblo nicaragüense, sin distingos de ideologías y partidos políticos y opciones religiosas, aparte de los medios de comunicación del Gobierno (radio, TV y tarimas oficiales), el pueblo nicaragüense —mi querido pueblo, al que me debo como artista y como luchador desde hace 40 años— tiene pleno derecho a utilizar estas canciones, en sus barrios, en sus movilizaciones, en la calle, en el centro de trabajo y en el hogar.
P.D.: Señora Murillo: no usurpe la música que no le pertenece. Me consta, que usted tiene suficiente talento literario para hacer canciones. Y si no encuentra en Nicaragua a quienes le pueden poner música a sus versos, no desfallezca. Quizás en el exterior encuentra a algún rapsoda solidario. ¡Buena suerte!
Carlos Mejía Godoy
Carlos Mejía Godoy
VI. 2008
Por medio de la presente, quiero expresar mi firme y formal protesta por el uso y abuso que el partido de Gobierno está llevando a cabo, con mi canción titulada La Consigna.
Como ya expresé hace dos años, a raíz de la muerte de nuestro hermano Herty Lewites, la única obra musical de mi autoría que yo cedí al Frente Sandinista, cuando yo pertenecí a sus filas, es el llamado Himno de la Unidad Sandinista.
Todo el resto de mi modesta, pero digna obra musical y literaria, está registrada en la SGAE (Sociedad General de Autores de España), con mi código de socio LW -355477.
Hace menos de 24 horas he enviado un correo a España, para manifestarles que se nieguen rotundamente a autorizar al Partido FSLN y al Gobierno de Nicaragua, de cara a la difusión, explotación y comercialización de las 208 canciones, que conforman mi patrimonio artístico, que será —igual que mi dignidad patriótica y revolucionaria— la única herencia que dejaré a mis hijos.
En el contexto dramático que vive nuestro pueblo, amenazado nuevamente con otra dictadura familiar, réplica sórdida de la tiranía de los Somoza, no puedo permitir que las canciones, inspiradas precisamente en el sacrificio e inmolación de miles de hermanos nicaragüenses, sirvan de fondo musical, para continuar —desde las tarimas enfloradas— la tragicomedia más vergonzosa de los últimos años.
Y como tengo todo el derecho a dudar de la aplicación de las leyes en mi país, ya que la Justicia está secuestrada por el llamado pacto libero-sandinista, siempre voy a acudir a los tribunales nacionales, pero así mismo buscaré respaldo en el ámbito internacional, como miembro que soy de la SGAE, organismo de derechos de autor, con proyección mundial.
Y aprovecho esta oportunidad para denunciar el atropello contra La Moralimpia, convirtiéndola en el fondo musical de los largos y aburridos discursos del caudillo. Si la familia de Justo Santos —como suponemos— recibe los royalties de ley por el uso y el abuso, no tengo ‘vela en ese entierro’. Lo único que exijo es que la versión que nosotros grabamos en España y que es la que la familia gobernante utiliza, sea retirada de los medios oficiales (radio y TV). Les doy una semana para hacerlo.
Y como los demagogos del Canal 4 y Radio Ya, van a empezar a ladrar, diciendo que yo ando en busca de dinero, les recuerdo lo mismo que le dije a Lupillo Rivera, cuando intentó destrozar nuestra canción Son tus Perjúmenes Mujer. Esta no es una demanda económica, sino moral. No obstante, aclaramos: si persisten en abusar de la obra musical que no les pertenece, entonces sí habrá lugar a una demanda jurídica internacional. Y óigase bien, todo lo que produzca dicha demanda, no tocará las yemas de mis dedos, sino que irá directamente al fondo para continuar la lucha por la democracia.
Finalmente, quiero expresar al pueblo nicaragüense, sin distingos de ideologías y partidos políticos y opciones religiosas, aparte de los medios de comunicación del Gobierno (radio, TV y tarimas oficiales), el pueblo nicaragüense —mi querido pueblo, al que me debo como artista y como luchador desde hace 40 años— tiene pleno derecho a utilizar estas canciones, en sus barrios, en sus movilizaciones, en la calle, en el centro de trabajo y en el hogar.
P.D.: Señora Murillo: no usurpe la música que no le pertenece. Me consta, que usted tiene suficiente talento literario para hacer canciones. Y si no encuentra en Nicaragua a quienes le pueden poner música a sus versos, no desfallezca. Quizás en el exterior encuentra a algún rapsoda solidario. ¡Buena suerte!
Carlos Mejía Godoy
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