LITERANO - Lenguas de Aragón
Gran Enciclopedia Aragonesa
Modalidad de catalán de Aragón, con numerosas influencias lingüísticas ribagorzano- aragonesas, habitualmente usada, sin restricción, por la población de Tamarite y la comarca de La Litera (unas 12.000 personas).
La enseñanza ha sido siempre en castellano, e igualmente los escritos, tanto oficiales como particulares. Los niños aprenden el literano sólo en casa, por lo que ante el castellano se encuentra en clara inferioridad: es considerada una lengua menos útil, menos culta y de menor valor en todos los sentidos.
Fonética:
Frente al sistema de cinco vocales del ar., el literano tiene siete: además de a, u, i, dos tipos de o y e (abiertas y cerradas).
La e abierta tiene una gran abertura, pronunciándose casi como a.
Es frecuente intercalar una -y- para deshacer hiatos: paseyo (paseo).
No diptongan la e y o breves del lat.: festa (fiesta), terra (tierra), sel (cielo), porta (puerta), bones (buenas), fora (fuera), defora se refiere a «campo; parte exterior al propio casco urbano». Así: vay a defora (voy al campo), viu a defora (vive en el campo).
Es muy frecuente la caída de vocales finales: dit (dedo), antic (antiguo), diari (diario), gust (gusto), tranquils (tranquilos), etc., y en los participios (comprat, mirat, etc.). En ocasiones la vocal final caída se sustituye por -e: cuatre (cuatro), cantere (cantarero, alfarero).
Se puede encontrar diptongación en algún castellanismo: escuela. En general, el tratamiento de las vocales en ciertas condiciones especiales coincide con el cat.: ulls (ojos), nit (noche), vuitanta (ochenta).
La g-, j- iniciales del lat. han evolucionado a ch-, coincidiendo con el apitxat valenciano y con el aragonés: chen (gente), chitano (gitano), choventut (juventud), chermá (hermano), chugadó (jugador).
La f- inicial se conserva: fill (hijo), farina (harina), fé (hacer).
La -x- se conserva como prepalatal fricativa sorda: eixí (salir), madeixa (madeja), dixá (dejar).
Es frecuente el ensordecimiento de -d en -t: dat (dad).
El grupo -lt- se conserva: moltes (muchas).
Se pierde la -n final: ma (mano), patí (patín), ví (vino).
Hay seseo: espesie, grasies, tusals (ar. tozáls), servisi (servicio).
La palatalización de los grupos bl- cl-, fl-, gl-, pl- (que se pronuncian bll-, cll-, fll-, gll-, pll-), rasgo general en ribagorzano, es también muy característico del literano: ringlleres, cllavá, pllorá, fllorit (florido), etc.
Se da el paso de o- a au-: auló (olor), aubaga (umbría; del lat. opaca) que a veces se hace eu-: euliva (oliva).
Es normal la palatalización de l-: llevantá, llosa, lloc (pueblo).
Morfología:
Los artículos determinados son: lo (el), la, los, les (las).
Los indeterminados: un, una, uns, unes.
El femenino se forma añadiendo -a al masc.: gat / gata. Si acaba en e u o, se cambia por a: negre / negra. En palabras que tenían -r o -n y las han perdido, éstas reaparecen en el fem.: primé / primera, plla / pllana. En las terminadas en -c se cambia ésta en -g-: groc (amarillo) / groga. Y las acabadas en diptongo incorporan una -v-: escllau / escllava.
Para formar el pl. se añade simplemente -s, pero en palabras acabadas en vocal acentuada, que indica que originariamente seguía una -n, recuperan dicha -n: ma / mans (manos). Las agudas en -os, -s, -x añaden -os: gos / gosos (perros). Las terminadas en -a átona cambian esta -a por -e-: casa / cases.
Pronombres personales:
de 1.ª pers., yo, a yo, me, en yo (conmigo), nantros o naltres (nosotros), mos (nos);
de 2.ª pers., tú, a tú, te, en tú (contigo), valtres o valtros (vosotros), us (os), vusté;
de 3.ª pers., ell, ella, ells, aixó (ello), la, li (le), lo, hu o hue (lo) -no hu sabeu (no lo sabéis); sí que hue té (si que lo tiene)-, lis (les), les (las), pa n´ell (para sí), en ell (consigo).
Posesivos: meu o mon (mío), teu o ton (tuyo), seu o son (suyo), nostre (nuestro), vostre (vuestro).
Demostrativos: esto, ixo (ese), aquell, aixó (eso).
Indefinidos: algú (alguien, alguno), dingú (nadie), cualquier, ningú (ninguno), altre, tothom (todos; se refiere sólo a personas, aunque también en este sentido se admite tots); tots (todos; se refiere a objetos, no a personas).
Numerales cardinales:
uno, dos, tres, cuatre, sinc, sis, set, vuit, nou, deu, etc.
Ordinales:
primé, segundo, tersé, cuart, quint; después se utilizan expresiones perifrásticas: lo que fa sis, lo que fa set, etc.
Partículas:
hi, ne (’n), pas, molla: no hi va pas (no va allí), no´n té molla (no tiene nada de ello).
Las conjugaciones son cuatro, ajustándose a los tipos:
cantá (cantar),
naixé (nacer),
eurí (abrir),
perdre (perder).
Cantá:
gerundio,
cantán;
participio,
cantat;
indicativo presente,
canto, -es, -e, -em., -eu, -en;
pret. imperfecto,
cantaba, -abes, -abe, -abem, -abeu, -aben;
futuro,
cantaré, -arás, -ará, -arém, -areu, -arán;
potencial,
cantaría, -aríes, -aríe, -aríem, -arieu, -aríen;
subjuntivo presente,
cante, -es, -e, -em, -eu, -en (modelo que se sigue en otros verbos: faiga, faigues, faigue; «haga, hagas», etc.),
pret. imperfecto,
cantesa, -eses, -és, etc.
Naixé:
indicativo presente:
naisco, -es, naix, -quem, -queu, -en;
subjuntivo presente,
naixca, -ques, etc.
Eurí:
ind. presente,
eurisco, -ses, -s, -guem, etc.;
subj. presente:
eurisca, eurisques, eurisque, etc.
Perdre
se conjuga como cantá, aunque el imperf. de indicativo es en -iba: perdiba.
El mantenimiento de la -b- latina del imperfecto
es un rasgo característico que coincide en parte con el aragonés. La diferencia es que nunca aparece -eba: teniven, relluiben (relucían), dormiben, podibe, calibe (hacía falta). Y además hay excepciones: vivíe, habíe (ar. eba), fíen (ar. feban), etc.
Los pretéritos indefinidos
son perifrásticos: se construyen con vay, vas, va, vam, vau, van (presente de ir), más infinitivo: vay naixe (nací).
El verbo haber tiene dos tipos:
1) como auxiliar el infinitivo es habé y tiene las siguientes formas:
gerundio,
habén; participio, habut;
indicativo presente:
hay, has, ha, ham, hau, han;
pret. imperf.,
había;
futuro:
hauré;
condicional:
hauría;
subjuntivo presente:
haiga;
pret. imperf.,
haguesa;
2) como transitivo es haure, se conjuga con la partícula n’ (de ello) ante cada forma y tiene el significado de «tener». Por ejemplo,
el presente de ind.
es: n´hac, n´haus, n´ha, n´haguem, n´hagueu, n´hauen.
Si habé se conjuga como impersonal lleva ñ (de ne+ hi) ante cada forma de 3.ª persona: ñ´ha, ñ´habíe, ñ´haurá, ñ´hauríe, ñ´hagués, etc.
Las preposiciones son las siguientes:
a (a, en), deván (delante), baix, en (con; es una simple deformación de amb igual que ocurre en benasqués), contra, de, desde, entre, capa (hacia), conda o hasta, pa, per, seguntes, sense (sin), demún (sobre, encima).
Sintaxis:
Los posesivos
se construyen con el artículo y la forma plena: lo meu fill (mi hijo).
En los personales,
si coinciden dos de 3.ª persona, aparecen las siguientes construcciones: torna-lo-ye (una cosa), torna-los-ye (varias cosas).
Los complementos pronominalo-adverbiales
tienen un uso semejante al del aragonés
no´n ting (no tengo de ello), da-mene (dame de ello), no hi arribe (no llega ahí). Con verbos reflexivos: se´n anabe (se iba), baixa-te´n (bájate). A veces puede aparecer un de partitivo: n´ha faltat de ví (ha faltado vino).
Léxico:
Numerosas palabras de diferentes orígenes coinciden con el ar.
Por ejemplo: sucarrá, mardá, garra, mosta, orache, galdrufa. Una gran mayoría coincide tanto con el ar. como con el cat.: puyá, trobá, esquirol, ordi, badallá, melsa, boc. Y las hay que, además, coinciden con el gascón: enta, prou, espurna, remugá, truc.
Son también abundantes los tipos léxicos característicos del cat. y no existentes en ar.:
coloms (palomas), avui (hoy), soroll (ruido), groc (amarillo), mateixa (misma), may (nunca), bora (orilla), timó (tomillo), etc.
También hay algunas palabras catalanas dialectales: allavons (entonces).
E incluso algunas propias de la zona: topí (puchero).
Algunos modismos:
mal agoñat
(mal empleado; se dice cuando duele que algo se pierda),
mal te´n haus
(puedes estar contento),
te´ls alegrets
(está muy contento),
te les amplles
(tiene entera libertad),
pareix que minche bresca
(come muy satisfecho),
du com un codís
(cosa muy dura),
no va dí ni cherrit ni merrit
(no dijo palabra),
perdre l´esme
(desorientar),
Deu te´n guart
(Dios te guarde).
Algunas palabras antes usuales van siendo sustituidas por catalanismos
(por ej. batiaguas por paraigües, mullé por dona) o por castellanismos (sec de la garra por espinilla, estauviá por ahorrá, co por corasón; se acepta la palabra castellana, aunque también se mantiene co, etc.).
No hay noticia de obras literarias antiguas en literano. Se publican algunos artículos en La voz de La Litera, así como poesías (Joaquín Carrera, Salvador Ñaco, Tamara y otros) y cuentos y narraciones (Pedro Grúas).
Modalidad de catalán de Aragón, con numerosas influencias lingüísticas ribagorzano- aragonesas, habitualmente usada, sin restricción, por la población de Tamarite y la comarca de La Litera (unas 12.000 personas).
La enseñanza ha sido siempre en castellano, e igualmente los escritos, tanto oficiales como particulares. Los niños aprenden el literano sólo en casa, por lo que ante el castellano se encuentra en clara inferioridad: es considerada una lengua menos útil, menos culta y de menor valor en todos los sentidos.
Fonética:
Frente al sistema de cinco vocales del ar., el literano tiene siete: además de a, u, i, dos tipos de o y e (abiertas y cerradas).
La e abierta tiene una gran abertura, pronunciándose casi como a.
Es frecuente intercalar una -y- para deshacer hiatos: paseyo (paseo).
No diptongan la e y o breves del lat.: festa (fiesta), terra (tierra), sel (cielo), porta (puerta), bones (buenas), fora (fuera), defora se refiere a «campo; parte exterior al propio casco urbano». Así: vay a defora (voy al campo), viu a defora (vive en el campo).
Es muy frecuente la caída de vocales finales: dit (dedo), antic (antiguo), diari (diario), gust (gusto), tranquils (tranquilos), etc., y en los participios (comprat, mirat, etc.). En ocasiones la vocal final caída se sustituye por -e: cuatre (cuatro), cantere (cantarero, alfarero).
Se puede encontrar diptongación en algún castellanismo: escuela. En general, el tratamiento de las vocales en ciertas condiciones especiales coincide con el cat.: ulls (ojos), nit (noche), vuitanta (ochenta).
La g-, j- iniciales del lat. han evolucionado a ch-, coincidiendo con el apitxat valenciano y con el aragonés: chen (gente), chitano (gitano), choventut (juventud), chermá (hermano), chugadó (jugador).
La f- inicial se conserva: fill (hijo), farina (harina), fé (hacer).
La -x- se conserva como prepalatal fricativa sorda: eixí (salir), madeixa (madeja), dixá (dejar).
Es frecuente el ensordecimiento de -d en -t: dat (dad).
El grupo -lt- se conserva: moltes (muchas).
Se pierde la -n final: ma (mano), patí (patín), ví (vino).
Hay seseo: espesie, grasies, tusals (ar. tozáls), servisi (servicio).
La palatalización de los grupos bl- cl-, fl-, gl-, pl- (que se pronuncian bll-, cll-, fll-, gll-, pll-), rasgo general en ribagorzano, es también muy característico del literano: ringlleres, cllavá, pllorá, fllorit (florido), etc.
Se da el paso de o- a au-: auló (olor), aubaga (umbría; del lat. opaca) que a veces se hace eu-: euliva (oliva).
Es normal la palatalización de l-: llevantá, llosa, lloc (pueblo).
Morfología:
Los artículos determinados son: lo (el), la, los, les (las).
Los indeterminados: un, una, uns, unes.
El femenino se forma añadiendo -a al masc.: gat / gata. Si acaba en e u o, se cambia por a: negre / negra. En palabras que tenían -r o -n y las han perdido, éstas reaparecen en el fem.: primé / primera, plla / pllana. En las terminadas en -c se cambia ésta en -g-: groc (amarillo) / groga. Y las acabadas en diptongo incorporan una -v-: escllau / escllava.
Para formar el pl. se añade simplemente -s, pero en palabras acabadas en vocal acentuada, que indica que originariamente seguía una -n, recuperan dicha -n: ma / mans (manos). Las agudas en -os, -s, -x añaden -os: gos / gosos (perros). Las terminadas en -a átona cambian esta -a por -e-: casa / cases.
Pronombres personales:
de 1.ª pers., yo, a yo, me, en yo (conmigo), nantros o naltres (nosotros), mos (nos);
de 2.ª pers., tú, a tú, te, en tú (contigo), valtres o valtros (vosotros), us (os), vusté;
de 3.ª pers., ell, ella, ells, aixó (ello), la, li (le), lo, hu o hue (lo) -no hu sabeu (no lo sabéis); sí que hue té (si que lo tiene)-, lis (les), les (las), pa n´ell (para sí), en ell (consigo).
Posesivos: meu o mon (mío), teu o ton (tuyo), seu o son (suyo), nostre (nuestro), vostre (vuestro).
Demostrativos: esto, ixo (ese), aquell, aixó (eso).
Indefinidos: algú (alguien, alguno), dingú (nadie), cualquier, ningú (ninguno), altre, tothom (todos; se refiere sólo a personas, aunque también en este sentido se admite tots); tots (todos; se refiere a objetos, no a personas).
Numerales cardinales:
uno, dos, tres, cuatre, sinc, sis, set, vuit, nou, deu, etc.
Ordinales:
primé, segundo, tersé, cuart, quint; después se utilizan expresiones perifrásticas: lo que fa sis, lo que fa set, etc.
Partículas:
hi, ne (’n), pas, molla: no hi va pas (no va allí), no´n té molla (no tiene nada de ello).
Las conjugaciones son cuatro, ajustándose a los tipos:
cantá (cantar),
naixé (nacer),
eurí (abrir),
perdre (perder).
Cantá:
gerundio,
cantán;
participio,
cantat;
indicativo presente,
canto, -es, -e, -em., -eu, -en;
pret. imperfecto,
cantaba, -abes, -abe, -abem, -abeu, -aben;
futuro,
cantaré, -arás, -ará, -arém, -areu, -arán;
potencial,
cantaría, -aríes, -aríe, -aríem, -arieu, -aríen;
subjuntivo presente,
cante, -es, -e, -em, -eu, -en (modelo que se sigue en otros verbos: faiga, faigues, faigue; «haga, hagas», etc.),
pret. imperfecto,
cantesa, -eses, -és, etc.
Naixé:
indicativo presente:
naisco, -es, naix, -quem, -queu, -en;
subjuntivo presente,
naixca, -ques, etc.
Eurí:
ind. presente,
eurisco, -ses, -s, -guem, etc.;
subj. presente:
eurisca, eurisques, eurisque, etc.
Perdre
se conjuga como cantá, aunque el imperf. de indicativo es en -iba: perdiba.
El mantenimiento de la -b- latina del imperfecto
es un rasgo característico que coincide en parte con el aragonés. La diferencia es que nunca aparece -eba: teniven, relluiben (relucían), dormiben, podibe, calibe (hacía falta). Y además hay excepciones: vivíe, habíe (ar. eba), fíen (ar. feban), etc.
Los pretéritos indefinidos
son perifrásticos: se construyen con vay, vas, va, vam, vau, van (presente de ir), más infinitivo: vay naixe (nací).
El verbo haber tiene dos tipos:
1) como auxiliar el infinitivo es habé y tiene las siguientes formas:
gerundio,
habén; participio, habut;
indicativo presente:
hay, has, ha, ham, hau, han;
pret. imperf.,
había;
futuro:
hauré;
condicional:
hauría;
subjuntivo presente:
haiga;
pret. imperf.,
haguesa;
2) como transitivo es haure, se conjuga con la partícula n’ (de ello) ante cada forma y tiene el significado de «tener». Por ejemplo,
el presente de ind.
es: n´hac, n´haus, n´ha, n´haguem, n´hagueu, n´hauen.
Si habé se conjuga como impersonal lleva ñ (de ne+ hi) ante cada forma de 3.ª persona: ñ´ha, ñ´habíe, ñ´haurá, ñ´hauríe, ñ´hagués, etc.
Las preposiciones son las siguientes:
a (a, en), deván (delante), baix, en (con; es una simple deformación de amb igual que ocurre en benasqués), contra, de, desde, entre, capa (hacia), conda o hasta, pa, per, seguntes, sense (sin), demún (sobre, encima).
Sintaxis:
Los posesivos
se construyen con el artículo y la forma plena: lo meu fill (mi hijo).
En los personales,
si coinciden dos de 3.ª persona, aparecen las siguientes construcciones: torna-lo-ye (una cosa), torna-los-ye (varias cosas).
Los complementos pronominalo-adverbiales
tienen un uso semejante al del aragonés
no´n ting (no tengo de ello), da-mene (dame de ello), no hi arribe (no llega ahí). Con verbos reflexivos: se´n anabe (se iba), baixa-te´n (bájate). A veces puede aparecer un de partitivo: n´ha faltat de ví (ha faltado vino).
Léxico:
Numerosas palabras de diferentes orígenes coinciden con el ar.
Por ejemplo: sucarrá, mardá, garra, mosta, orache, galdrufa. Una gran mayoría coincide tanto con el ar. como con el cat.: puyá, trobá, esquirol, ordi, badallá, melsa, boc. Y las hay que, además, coinciden con el gascón: enta, prou, espurna, remugá, truc.
Son también abundantes los tipos léxicos característicos del cat. y no existentes en ar.:
coloms (palomas), avui (hoy), soroll (ruido), groc (amarillo), mateixa (misma), may (nunca), bora (orilla), timó (tomillo), etc.
También hay algunas palabras catalanas dialectales: allavons (entonces).
E incluso algunas propias de la zona: topí (puchero).
Algunos modismos:
mal agoñat
(mal empleado; se dice cuando duele que algo se pierda),
mal te´n haus
(puedes estar contento),
te´ls alegrets
(está muy contento),
te les amplles
(tiene entera libertad),
pareix que minche bresca
(come muy satisfecho),
du com un codís
(cosa muy dura),
no va dí ni cherrit ni merrit
(no dijo palabra),
perdre l´esme
(desorientar),
Deu te´n guart
(Dios te guarde).
Algunas palabras antes usuales van siendo sustituidas por catalanismos
(por ej. batiaguas por paraigües, mullé por dona) o por castellanismos (sec de la garra por espinilla, estauviá por ahorrá, co por corasón; se acepta la palabra castellana, aunque también se mantiene co, etc.).
No hay noticia de obras literarias antiguas en literano. Se publican algunos artículos en La voz de La Litera, así como poesías (Joaquín Carrera, Salvador Ñaco, Tamara y otros) y cuentos y narraciones (Pedro Grúas).
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