El cine busca conquistar a nuevos fieles
Rocío Ayuso, EFE
19 de Abril de 2007
Una saga de películas con trasfondo religioso o mensajes espirituales está generando importantes beneficios económicos en la industria del cine. El interés del público es más patente que nunca en estas fechas cuando las celebraciones religiosas se dan cita y dejan en evidencia que el 58 por ciento de los estadounidenses dice ir regularmente a la Iglesia.
Éxitos religiosos en la taquilla.
La cifra, parte de una encuesta que cita la revista Variety, se traduce en un total de 128 millones de adultos que dicen asistir a un servicio religioso al menos una vez al mes. Los mismos que Hollywood quiere llevar a sus cines a ser posible con la misma frecuencia.
Los $609 millones de dólares que recaudó en taquilla el fenómeno religioso y cinematográfico de Mel Gibson, The Passion of the Christ demostró que con el filme adecuado la meta es alcanzable.
Otros éxitos como el de The Chronicles of Narnia y The Da Vinci Code con sus $745 y $758 millones de dólares respectivamente en la taquilla mundial también martillearon en la misma idea aunque sus guiones fueron más allá de la fe para llegar a todos los públicos.
Pero la búsqueda continúa con una división religiosa en cada estudio que se precie dedicada a encontrar este tipo de proyectos.
Estudios de cine religiosos
Pueden ser Fox Faith, Warner Faith o Sony Triumph, estudios populares que han añadido a su nombre un toque angelical con palabras como "fe" o "triunfo" para definir sus intenciones.
O los más independientes Lions Gate o The Weinstein Company, en ambos casos despegándose de sus otros proyectos más conocidos y laicos, a veces hasta blasfemos, como son sus divisiones dedicadas al cine de horror sangriento tipo "Saw" (sierra).
Entre estas producciones menores pero con un significado que quiere trascender la producción habitual de Hollywood está el reestreno esta semana en Estados Unidos de Peaceful Warrior (guerrero pacífico).
El filme independiente escapa al radar de los grandes estrenos pero no de los ejecutivos que se han dado cuenta de que existe un público para la cinta basado en el volumen del mismo título de Dan Millman que él mismo describe como "el libro que cambia vidas".
"Hay un gran apetito en el público, y hablo también del gran público, de películas que le den un mayor significado a sus vidas", explicó a la prensa John Raatz, fundador de otra de estas divisiones en busca de proyectos en los que creer como el Visioneering Group.
Los $609 millones de dólares que recaudó en taquilla The Passion of the Christ demostró que con el filme adecuado la meta es alcanzable.
Otra forma para ganar adeptos
Por el momento la cinta está en 615 cines además de repartir $15 millones de dólares en entradas gratis en una gran cadena de tiendas para animar al público a conocerla.
Todo vale porque lo que no existe es un molde que defina a este amplio grupo de posibles espectadores.
De la misma forma que sus credos son diferentes, las formas de ganarlos para el cine son múltiples.
Está por ejemplo el Círculo Espiritual del Cine, un servicio de "vídeo club" por suscripción que conecta a una audiencia "espiritual" en todo el mundo.
Los miembros del este club reciben invitaciones para un estreno de cine o de DVD antes de su llegada al gran público de aquellas películas con temas espirituales, pases que ofrecen un motivo de reflexión a sus devotos y a los estudios la posibilidad de poner en marcha ese "boca oído" que tan bien le vino a Mel Gibson.
La fe presente
La fe de los feligreses y la esperanza de Hollywood también se dan la mano en la página Wingclips.com servicio que por 12 dólares al mes ofrece acceso a numerosos clips de películas que ilustren las doctrinas de cada servicio religioso.
Un servicio donde junto a títulos más vinculados a la religión como Bridge to Terabithia, en el que se habla sobre si una joven debe de ser admitida en el cielo, están esos otros en apariencia más laicos como el drama World Trade Center, la comedia Nacho Libre y la superproducción del hombre araña, Spiderman 3.
Quizá porque, como bromea un realizador que la revista Variety define como cristiano aunque no cita su nombre, "hoy en día la religión en Hollywood ocupa el lugar que ocupó el sexo en los 50: está ahí aunque no sea obvio".
Todo vale porque lo que no existe es un molde que defina a este amplio grupo de posibles espectadores.
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