Los Escolapios de Cuba
P. Francesc Fuster
Rector de la UCC
Nº 66, 2ªq marzo de 2008
Año 4, Etapa II
Después de mis experiencias de alto nivel social e intelectual que motivó mi viaje a Cuba, me recogieron mis Hermanos Escolapios y me llevaron a la realidad de los barrios. Guanabacoa es una ciudad cerca de La Habana donde nuestros Hermanos continúan su presencia desde hace 150 años.
La Casa de la Comunidad es polivalente; tiene un claustro de esparcimiento, despachos-aulas, carpintería-cochera, cocina-comedor, habitaciones, y en estos espacios se realizan multitud de actividades formativas, ludotecas, cursos de Microsoft, de idiomas, de humanidades, biblioteca y todo ello de forma libre, gratuita y abierta a toda la población de Guanabacoa. Todo ello con la orientación y dirección de los PP. Eduardo Pini, Luis Felipe Leyva y Ángel Cuevas, y la colaboración incondicional de profesionales laicos cubanos.
El P. Ángel Cuevas es el Párroco de la Parroquia de S. Nicolás y S. Judas en una barriada de La Habana de aspecto envejecido y pobre. El P. Cuevas, como normalmente se le nombra, además de su servicio pastoral a su parroquia, es el Director del Centro María Reina, que imparte estudios eclesiásticos y que pertenece a la Orden de los Jesuitas, pero asisten jóvenes de distintas Ordenes religiosas; el P. Luis Felipe es profesor de dicho Instituto María Reina.
Nuestra Universidad Cristóbal Colón está comprometida, con convenios, en la formación de los cursos y talleres que se dan en Guanabacoa y María Reina. No puedo olvidar en este panorama de los Escolapios de Cuba, la presencia escolapia en Guanajay del P. Francesc Carreró y la Comunidad de 3 Madres Escolapias que se desviven por animar la pastoral de la parroquia y promover formación en la población de Guanajay.
Este pequeño grupo de Escolapios y Escolapias en Cuba, se desempeña en los ámbitos pedagógico, asistencial, pastoral y de colaboración con instituciones eclesiales. Su presencia en cada uno de estos ámbitos es muy querida por la población cubana por su austeridad, servicio y acogida; en mi caso personal, me sentí en casa entre Hermanos.
No quiero pasar por alto la reunión de Superiores Mayores de América, de nuestra Orden, que con motivo de los 150 años de presencia escolapia en Cuba, se reunió en su Junta Ordinaria anual en La Habana, Cuba. El lugar de la reunión fue la casa sacerdotal, los días 16 al 26 de febrero. Asistieron: el P. General y el Asistente General por América, los Provinciales de Aragón, Cataluña, Valencia, Emaús, Colombia, Argentina, México y USA, y los Viceprovinciales de Chile, Venezuela, Brasil, Bolivia, Puerto Rico, Las Californias y Centroamérica-República Dominicana y un servidor que aproveché para hacerme el escurridizo con ellos, aunque no soy de su gremio. Ah!, bueno, se me olvidaba también, el P. Eduardo Pini y el P. Josep Margalef, como Secretario de la Asamblea. Muy interesante la convivencia y el trabajo, y, en especial, la apertura de la reunión con un Retiro que nos dirigió el Cardenal Oscar Rodríguez Madariaga, que vino ex profeso para la reunión de los Superiores Mayores y que inició el retiro con el Documento de Aparecida, desarrollando de forma meditativa la Conversión Pastoral; su sencillez, exposición y claridad pastoral nos cautivó a todos y presidió y dirigió la Eucaristía y los rezos del Oficio diario.
Simultáneamente con nuestra reunión, en la Casa Sacerdotal, estaba reunida la Conferencia Episcopal Cubana, entre cuyos componentes había obispos, exalumnos de los colegios escolapios cubanos; entre otras reflexiones, preparaban la llegada del Secretario del Papa, Mons. Tarcisio Bertone, que llegó enviado por el Papa para conmemorar el décimo aniversario de la visita del Papa Juan Pablo II a la Isla. Esta cercanía en la Casa Sacerdotal, con la jerarquía eclesiástica cubana y el nuncio del Papa y los Cardenales, nos permitió un diálogo y conocimiento de ciertas realidades cubanas que de otro modo no hubiéramos tenido, y ello nos llevó a tener celebraciones en la capilla con todo el episcopado cubano, el primer día del encuentro, y, en los siguientes, con el Cardenal Oscar Rodríguez Madariaga y un obispo exalumno nuestro.
El 21 de febrero, jueves, fue la Eucaristía en la Plaza de la Catedral, presidida por Mons. Bertone, con 15 obispos y más de 200 sacerdote y asistencia del cuerpo diplomático y el Comité Central Cubano, a excepción de Raúl Castro. La celebración empezó a las 7:00 p.m., con el entusiasmo del pueblo católico cubano que abarrotó la plaza y aplaudió a los sacerdotes párrocos, a los obispos y al representante del Papa. La ceremonia duró dos horas, animada por un coro de 70 voces masculinas y femeninas, con cantos que la asamblea conocía y cantaba. Al final, el Cardenal Bertone entregó como regalo a la Iglesia Cubana, en manos del Cardenal de La Habana, una casulla del Papa Juan Pablo II.
Me he olvidado momentáneamente de la Reunión de Superiores Escolapios, pero lo retomo a continuación. Después del retiro del Cardenal Oscar Rodríguez, se tomó la temática de la reunión con dos exposiciones de parte del P. Rudy y otra del P. Pedro Lasheras (asistente y participante en la Conferencia de Aparecida), para dar una visión panorámica de la situación de América a la luz de las reflexiones de Aparecida. El Asistente General, después de las exposiciones, propuso el trabajo por equipos en tres comisiones: Ministerio, Formación e Identidad y Observatorio.
Después del trabajo en grupos hubo una puesta en común para perfilar conceptos y consensuar propuestas. Todo el día no fue trabajo continuo sino que hubo tiempo para que nuestros hermanos escolapios en Cuba, nos llevaran a pasear por la ciudad durante el día y por la noche: El Malecón, la Plaza de la Revolución, La Habana Antigua, el Cristo de La Habana, El Cañonazo en el Morro y, por supuesto, no faltó su tiempo de descanso después del paseo en una cafetería (las pocas y para turistas) para tomar un refresco, un cuba libre, un mojito, etc., para terminar…
No es revelar ningún secreto, que las grandes deficiencias que he observado en mi estancia en Cuba, es la falta de alimentos, medicinas y transportes; la falta de información oficial de lo que pasa en el país día a día y ello es motivo que sino hay noticias veraces, hay muchas murmuraciones y rumores.
P. Francesc Fuster
Rector de la UCC
Rector de la UCC
Nº 66, 2ªq marzo de 2008
Año 4, Etapa II
Después de mis experiencias de alto nivel social e intelectual que motivó mi viaje a Cuba, me recogieron mis Hermanos Escolapios y me llevaron a la realidad de los barrios. Guanabacoa es una ciudad cerca de La Habana donde nuestros Hermanos continúan su presencia desde hace 150 años.
La Casa de la Comunidad es polivalente; tiene un claustro de esparcimiento, despachos-aulas, carpintería-cochera, cocina-comedor, habitaciones, y en estos espacios se realizan multitud de actividades formativas, ludotecas, cursos de Microsoft, de idiomas, de humanidades, biblioteca y todo ello de forma libre, gratuita y abierta a toda la población de Guanabacoa. Todo ello con la orientación y dirección de los PP. Eduardo Pini, Luis Felipe Leyva y Ángel Cuevas, y la colaboración incondicional de profesionales laicos cubanos.
El P. Ángel Cuevas es el Párroco de la Parroquia de S. Nicolás y S. Judas en una barriada de La Habana de aspecto envejecido y pobre. El P. Cuevas, como normalmente se le nombra, además de su servicio pastoral a su parroquia, es el Director del Centro María Reina, que imparte estudios eclesiásticos y que pertenece a la Orden de los Jesuitas, pero asisten jóvenes de distintas Ordenes religiosas; el P. Luis Felipe es profesor de dicho Instituto María Reina.
Nuestra Universidad Cristóbal Colón está comprometida, con convenios, en la formación de los cursos y talleres que se dan en Guanabacoa y María Reina. No puedo olvidar en este panorama de los Escolapios de Cuba, la presencia escolapia en Guanajay del P. Francesc Carreró y la Comunidad de 3 Madres Escolapias que se desviven por animar la pastoral de la parroquia y promover formación en la población de Guanajay.
Este pequeño grupo de Escolapios y Escolapias en Cuba, se desempeña en los ámbitos pedagógico, asistencial, pastoral y de colaboración con instituciones eclesiales. Su presencia en cada uno de estos ámbitos es muy querida por la población cubana por su austeridad, servicio y acogida; en mi caso personal, me sentí en casa entre Hermanos.
No quiero pasar por alto la reunión de Superiores Mayores de América, de nuestra Orden, que con motivo de los 150 años de presencia escolapia en Cuba, se reunió en su Junta Ordinaria anual en La Habana, Cuba. El lugar de la reunión fue la casa sacerdotal, los días 16 al 26 de febrero. Asistieron: el P. General y el Asistente General por América, los Provinciales de Aragón, Cataluña, Valencia, Emaús, Colombia, Argentina, México y USA, y los Viceprovinciales de Chile, Venezuela, Brasil, Bolivia, Puerto Rico, Las Californias y Centroamérica-República Dominicana y un servidor que aproveché para hacerme el escurridizo con ellos, aunque no soy de su gremio. Ah!, bueno, se me olvidaba también, el P. Eduardo Pini y el P. Josep Margalef, como Secretario de la Asamblea. Muy interesante la convivencia y el trabajo, y, en especial, la apertura de la reunión con un Retiro que nos dirigió el Cardenal Oscar Rodríguez Madariaga, que vino ex profeso para la reunión de los Superiores Mayores y que inició el retiro con el Documento de Aparecida, desarrollando de forma meditativa la Conversión Pastoral; su sencillez, exposición y claridad pastoral nos cautivó a todos y presidió y dirigió la Eucaristía y los rezos del Oficio diario.
Simultáneamente con nuestra reunión, en la Casa Sacerdotal, estaba reunida la Conferencia Episcopal Cubana, entre cuyos componentes había obispos, exalumnos de los colegios escolapios cubanos; entre otras reflexiones, preparaban la llegada del Secretario del Papa, Mons. Tarcisio Bertone, que llegó enviado por el Papa para conmemorar el décimo aniversario de la visita del Papa Juan Pablo II a la Isla. Esta cercanía en la Casa Sacerdotal, con la jerarquía eclesiástica cubana y el nuncio del Papa y los Cardenales, nos permitió un diálogo y conocimiento de ciertas realidades cubanas que de otro modo no hubiéramos tenido, y ello nos llevó a tener celebraciones en la capilla con todo el episcopado cubano, el primer día del encuentro, y, en los siguientes, con el Cardenal Oscar Rodríguez Madariaga y un obispo exalumno nuestro.
El 21 de febrero, jueves, fue la Eucaristía en la Plaza de la Catedral, presidida por Mons. Bertone, con 15 obispos y más de 200 sacerdote y asistencia del cuerpo diplomático y el Comité Central Cubano, a excepción de Raúl Castro. La celebración empezó a las 7:00 p.m., con el entusiasmo del pueblo católico cubano que abarrotó la plaza y aplaudió a los sacerdotes párrocos, a los obispos y al representante del Papa. La ceremonia duró dos horas, animada por un coro de 70 voces masculinas y femeninas, con cantos que la asamblea conocía y cantaba. Al final, el Cardenal Bertone entregó como regalo a la Iglesia Cubana, en manos del Cardenal de La Habana, una casulla del Papa Juan Pablo II.
Me he olvidado momentáneamente de la Reunión de Superiores Escolapios, pero lo retomo a continuación. Después del retiro del Cardenal Oscar Rodríguez, se tomó la temática de la reunión con dos exposiciones de parte del P. Rudy y otra del P. Pedro Lasheras (asistente y participante en la Conferencia de Aparecida), para dar una visión panorámica de la situación de América a la luz de las reflexiones de Aparecida. El Asistente General, después de las exposiciones, propuso el trabajo por equipos en tres comisiones: Ministerio, Formación e Identidad y Observatorio.
Después del trabajo en grupos hubo una puesta en común para perfilar conceptos y consensuar propuestas. Todo el día no fue trabajo continuo sino que hubo tiempo para que nuestros hermanos escolapios en Cuba, nos llevaran a pasear por la ciudad durante el día y por la noche: El Malecón, la Plaza de la Revolución, La Habana Antigua, el Cristo de La Habana, El Cañonazo en el Morro y, por supuesto, no faltó su tiempo de descanso después del paseo en una cafetería (las pocas y para turistas) para tomar un refresco, un cuba libre, un mojito, etc., para terminar…
No es revelar ningún secreto, que las grandes deficiencias que he observado en mi estancia en Cuba, es la falta de alimentos, medicinas y transportes; la falta de información oficial de lo que pasa en el país día a día y ello es motivo que sino hay noticias veraces, hay muchas murmuraciones y rumores.
P. Francesc Fuster
Rector de la UCC
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